Administrativo Contable con estancias formativas

Este tema muestra una visión de análisis enfocada a la organización del capital más importante que disponen las empresas: el humano. Para ello, es necesario partir de una visión más inductiva o particular de la organización de los recursos humanos, es decir, el grupo de trabajo para ir, poco a poco, adentrándonos en una perspectiva deductiva en relación con la distinción entre trabajo en grupo o en un equipo.

En este tema vamos a ver y analizar los documentos que más se emplean en el ámbito de la administración. De esta forma, y según el tipo de entidad, se usarán con más frecuencia unos documentos u otros. Es necesario prestar atención a los documentos que, recibiendo la misma denominación, tendrán un función u otra dependiendo del tipo de entidad.

Las gestiones básicas de la tesorería son el pago a proveedores, el cobro a clientes, las gestiones bancarias, los movimientos de cajas y cualesquiera otras actividades de tipo monetario.

Además, en este tema veremos los principales métodos de cobro y pago así como sus funciones y características; y cómo ha influenciado la tecnología en los mismos dando lugar a una mayor diversidad de operaciones y herramientas.

Cuando hablamos de existencias, nos referimos de manera muy general a distintos elementos con los que trabajamos a diario y que pueden ser desde materias primas a mobiliario de oficina como veremos a lo largo de este tema. Es necesario llevar un control estricto de todas las existencias, sean del tipo que sean y, para ello, contaremos con distintas herramientas que nos permitan una buena gestión de las mismas.

Las cuentas son el elemento básico y central en la contabilidad y en los servicios de pagos. Actúan como la herramienta de mayor detalle con la que se puede trabajar en contabilidad. En ellas se recoge la actividad desarrollada con un cliente, un proveedor, una cuenta bancaria, el elemento de activo, etc.

Al ser la mínima unidad contable capaz de resumir un hecho económico, las cuentas contables se convierten en la representación -valorada en unidades monetarias- de cada uno de los elementos que componen el patrimonio de una empresa (bienes, derechos y obligaciones) y del resultado de la misma (ingresos y gastos). Además, permiten el seguimiento de la evolución de los elementos en el tiempo.

Por lo tanto, hay tantas cuentas como elementos patrimoniales tenga una empresa y, en consecuencia, el conjunto de cuentas de una organización supone una representación completa del patrimonio y del resultado (beneficios o pérdidas) de la misma.