PUNTO 1. ¿EN QUÉ CONSISTE ENVEJECER?
En medicina y psicología se define el envejecimiento como “la serie de transformaciones físicas, metabólicas, mentales y funcionales que se producen a lo largo del tiempo y que comportan una disminución de la capacidad de adaptación a los cambios del entorno y una mayor dificultad para mantener estable el medio interno”. Es decir, en la persona se producen, con el paso del tiempo, una gran cantidad de cambios que le afecta en dos aspectos fundamentales para mantener su salud, su capacidad de adaptación al entorno cambiante en el que vive y su capacidad para mantener estables las funciones vitales de su propio organismo.
El envejecimiento es un proceso que tiene como características fundamentalesque es continuo, irreversible e inevitable y que implica un aumento de la vulnerabilidad y de la fragilidad de la persona, de manera que al final llega a la muerte.
A estos cambios inevitables que conforman lo que se denomina “envejecimiento fisiológico”, hay que añadir otros cambios que están originados por aspectos como los diferentes estilos de vida que puedan llevar las personas, el medio ambiente en el que se desenvuelvan y las enfermedades padecidas a los largo de los años, es decir, lo que se denomina “envejecimiento patológico”. Si bien el primer tipo de envejecimiento, el fisiológico, es un proceso más o menos general para todas las personas, el envejecimiento patológico, en cambio, es diferente para cada individuo y para cada órgano y sistema. Por lo que la edad biológica o funcional de un individuo, no siempre es acorde a su edad cronológica. Cualquiera puede tener la experiencia de conocer a personas que representan una edad diferente de la que tienen, pudiendo parecernos más viejas o más jóvenes de su edad biológica.
Envejecer no es una enfermedad, sino un cambio inseparable de la vida. En general se considera que el proceso de envejecimiento se inicia al finalizar la fase de crecimiento y madurez de los individuos. Al principio sus efectos son imperceptibles y van siendo más visibles con el paso del tiempo.
PUNTO 2. EL PROCESO DE ENVEJECIMIENTO
Por convenio se considera anciana a toda persona mayor de 65 años, que es la edad de jubilación en la mayoría de países occidentales, sin embargo, esta cifra es sólo orientativa a efectos administrativos, ya que es evidente la gran variabilidad de edad biológica, que es la importante para la medicina y la promoción de la salud.
Edad cronológica | Determinada por la fecha de nacimiento |
Edad biológica | Determinada por el grado de evolución de la persona, desde el punto de vista biológico y funcional |
Edad psicológica | Determinada por la propia percepción de tiene la persona sobre su proceso vital |
Edad social | Determinada por las circunstancias económicas, laborales y familiares |
PUNTO 3. TEORÍAS DEL ENVEJECIMIENTO
Existen multitud de teorías para explicar cómo y porqué envejecen las personas, pero ninguna de ellas ha sido capaz hasta el momento de explicar el proceso de envejecimiento de forma completa y satisfactoria. Veamos algunas de ellas.
Teorías Estocásticas: explican el envejecimiento como consecuencia de alteraciones que se producen de forma aleatoria y que se acumulan a lo largo del tiempo.
Teorías No Estocásticas: explican el envejecimiento como algo predeterminado, propio de la última etapa dentro de la secuencia de eventos codificados en el genoma.
Para todas estas teorías se han hallado evidencias científicas que las respaldan pero, sin embargo, ninguna de ellas ha demostrado que pueda ser la principal para explicar el envejecimiento. Y lo más importante, a través de ninguna de ellas se ha podido desarrollar ningún tratamiento para disminuir de forma clara y eficaz los efectos del tiempo, ni alargar la vida.
De momento, y hasta que no haya más resultados concluyentes de investigaciones que demuestren lo contrario, la comunidad científica está más orientada a creer que el proceso de envejecimiento es el resultado de la combinación de diferentes factores, por un lado las lesiones y el desgaste que se producen en el organismo con el paso del tiempo, por otro los mecanismos de defensa que actúan en el individuo en relación con una carga genética determinada; factores a los que se ha de sumar las consecuencia de la interacción del individuo con su medio.
PUNTO 4. ETAPAS DEL ENVEJECIMIENTO
Por convenio se considera anciana o de la tercera edad a toda persona mayor de 65 años, que es la edad de jubilación en la mayoría de países occidentales, sin embargo, esta cifra es sólo orientativa a efectos administrativos, ya que es evidente la gran variabilidad de edad biológica, que es la importante para la medicina y la promoción de la salud. En los últimos años, con el aumento de la expectativa de vida y la gran diversidad que supone el grupo conformado porpersonas mayores de 65 años, se ha hecho evidente que el recurrir a la edad cronológica como criterio de clasificación de las personas no es una buena idea.
A raíz de la problemática que se plantea como consecuencia de esta clasificación por lo heterogéneo del resultado se recurrió, en primer lugar, a dividir a las personas ancianas en dos grupos:
Este nuevo método de clasificación tiene la ventaja de que, aunque también se base la edad cronológica como punto de partida, tiene en cuenta que para ambos grupos las necesidades son, a priori, muy diferentes. Las personas pertenecientes a la Tercera Edad, aquellas que tienen entre 65 y 75 años, cuentan, en su gran mayoría, con dos características fundamentales:
Este grupo de individuos suele percibirse a sí mismo como personas sanas, que se han hecho mayores, pero que no son viejos. Esta percepción suele estar motivada por la necesidad de hacer cosas que les resulten estimulantes en su tiempo libre. Para muchos de ellos es el momento oportuno para dedicarse a realizar actividades que en su etapa vital anterior, por un motivo u otro, no contaban con tiempo para realizar.
Las personas pertenecientes a la Cuarta Edad, es decir, aquellas que tienen más de 75 años, en cambio, son un grupo de individuos que, cada uno en su medida, están afectados por problemas de salud, tanto a nivel físico como mental, que suponen un deterioro importante en sus capacidades funcionales. En esta etapa es cuando los individuos comienzan a tener otro tipo de necesidades sin cubrir que les convierten en personas dependientes. Estas necesidades se centran en facilitar las actividades cotidianas, en mejorar su calidad de vida, en adaptar su entorno más próximo a su nueva condición, etc.
PUNTO 5. CAMBIOS PROPIOS DEL ENVEJECIMIENTO NORMAL
El envejecimiento normal o “sano” no está exento de cambios en la persona. Los cambios que se asocian a la vejez son fenómenos evidentes en su mayoría, tanto por sus manifestaciones externas como por sus implicaciones internas.
En general, y para facilitar su estudio, se pueden organizar los cambios de la vejez en tres grandes áreas:
5.1. Cambios biológicos
Los sentidos
– La vista:
– El oído:
– El gusto y el olfato:
Los órganos y sistemas
-La piel:
-Los músculos:
-El esqueleto:
-Las articulaciones:
-El corazón:
-Vasos sanguíneos:
-Los pulmones:
-Los riñones:
-Sistema digestivo:
-Sistema nervioso:
5.2. Cambios sociales
Los cambios sociales que se producen durante el envejecimiento se refieren principalmente al cambio de rol de la persona anciana, tanto en el ámbito individual como en el marco de la propia comunidad. Asimismo, es importante tener en cuenta las diferencias generacionales existentes a nivel de comportamiento social y la dificultad de adaptación e integración que suele presentar la persona anciana ante estos cambios.
Cada etapa del desarrollo individual tiene su importancia. En la persona anciana este desarrollo está sujeto a unas premisas fundamentales que no son experimentadas de la misma forma por todos los individuos, ni con la misma secuencia de aparición temporal. Estas premisas están íntimamente ligadas a la vivencia del envejecimiento de cada persona y a la capacidad para aceptar y adaptarse a él.
Para realizar un análisis completo sobre el tema del cambio de rol con la edad, es necesario considerar una doble vertiente:
Cambio en el rol individual
Aunque los límites de la extensión de rol individual son difíciles de medir, a grandes rasgos los cambios en su dinámica se plantean desde tres dimensiones:
Cambio de rol en la comunidad
La contribución individual del ser humano al grupo de pertenencia puede tener amplias perspectivas, sin embargo, la sociedad en general valora tan sólo a la persona activa, a la que aporta trabajo y genera riqueza. No obstante, hay que considerar que las personas ancianas, que ya han cumplido con su etapa productiva, todavía tienen posibilidades de aportar conocimientos y de realizar tareas de valor para el grupo. La dimensión del papel del individuo, dentro de la comunidad, gira en torno a dos grandes ejes: la actividad laboral y la actividad social, caracterizadas por la participación en las tareas comunitarias.
El hecho de envejecer modifica el rol que se ha desarrollado, pero no de forma individual, sino en el momento que la sociedad lo incluye dentro del grupo de ancianos, aproximadamente a los 65 años.
El apoyo que un sujeto puede recibir de su entorno puede ser de varios tipos:
En cuanto al rol social de una persona mayor se puede concluir que, en la mayoría de los casos:
Cambios psicológicos
Existen una serie de factores presentes en nuestra sociedad que ocasionan cambios importantes en las personas ancianas, a continuación se describen algunos aspectos psicológicos afectados por el proceso de envejecimiento:
PUNTO 6 CAMBIOS EN LA CONDUCTA SEXUAL RELACIONADOS CON EL ENVEJECIMIENTO NORMAL
Es evidente que si el entorno socioafectivo se ve afectado negativamente por la edad, la soledad o el ingreso en una institución, también se verá afectada la posibilidad de establecer nuevas relaciones íntimas.
La primera consideración que debemos hacer sobre este tema es que la sociedad margina a las personas mayores y les trata como seres asexuados, cuando la sexualidad es una más de las acciones propias del ser humano. La sexualidad es una de las necesidades básicas de la persona, en concreto, la tercera después de la necesidad de alimentación y la de seguridad.
Normalmente, la sexualidad queda enmarcada dentro de una relación de pareja o de amistad. Pero en la conducta sexual existen muchas diferencias individuales en las que influyen factores biológicos, psicológicos y sociales.
Por un lado, una vida sexual activa influye y favorece positivamente los aspectos fisiológicos y psicológicos de la persona. Por otro, la vivencia sexual de las personas mayores está condicionada por influencias sociales relacionadas con las creencias religiosas, la educación recibida y por la actitud de otras personas (familia, amigos, compañeros) hacia este aspecto.
La sexualidad en la vejez persigue los mismos objetivos que en otra etapa de la vida: placer del contacto corporal, comunicación, dignidad, aceptación y la seguridad emocional que da sentirse querido.
La conducta sexual viene motivada originariamente por tres aspectos: la reproducción, el deseo de placer y la comunicación afectiva. El sexo favorece la intimidad y la autoestima, pero no implica necesariamente la práctica exclusiva del coito.
Las personas mayores de nuestro entorno recibieron en su juventud una educación sexual deficitaria y temen hablar del tema. Cuando, en el mejor de los casos, se atreven a pedir información, lamentablemente, suelen encontrar respuestas evasivas, incluso por parte de los propios profesionales.
Las personas mayores que mantienen el deseo o la actividad sexual normalizada suelen sentir vergüenza por los estereotipos sociales que plantean que la sexualidad y la vejez son situaciones incompatibles.