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Curso: Gobernanta de Residencias geriátricas
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Gobernanta de Residencias geriátricas

Bloque 1. Conceptos básicos de geriatría

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Bloque 2. Las residencias geriátricas

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Bloque 4.Relación y gestión de los equipos de trabajo

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Tema 1. El envejecimiento humano

PUNTO 1. ¿EN QUÉ CONSISTE ENVEJECER?

En medicina y psicología se define el envejecimiento como “la serie de transformaciones físicas, metabólicas, mentales y funcionales que se producen a lo largo del tiempo y que comportan una disminución de la capacidad de adaptación a los cambios del entorno y una mayor dificultad para mantener estable el medio interno”. Es decir, en la persona se producen, con el paso del tiempo, una gran cantidad de cambios que le afecta en dos aspectos fundamentales para mantener su salud, su capacidad de adaptación al entorno cambiante en el que vive y su capacidad para mantener estables las funciones vitales de su propio organismo.

El envejecimiento es un proceso que tiene como características fundamentalesque es continuo, irreversible e inevitable y que implica un aumento de la vulnerabilidad y de la fragilidad de la persona, de manera que al final llega a la muerte.

A estos cambios inevitables que conforman lo que se denomina “envejecimiento fisiológico”, hay que añadir otros cambios que están originados por aspectos como los diferentes estilos de vida que puedan llevar las personas, el medio ambiente en el que se desenvuelvan y las enfermedades padecidas a los largo de los años, es decir, lo que se denomina “envejecimiento patológico”. Si bien el primer tipo de envejecimiento, el fisiológico, es un proceso más o menos general para todas las personas, el envejecimiento patológico, en cambio, es diferente para cada individuo y para cada órgano y sistema. Por lo que la edad biológica o funcional de un individuo, no siempre es acorde a su edad cronológica. Cualquiera puede tener la experiencia de conocer a personas que representan una edad diferente de la que tienen, pudiendo parecernos más viejas o más jóvenes de su edad biológica.

Envejecer no es una enfermedad, sino un cambio inseparable de la vida. En general se considera que el proceso de envejecimiento se inicia al finalizar la fase de crecimiento y madurez de los individuos. Al principio sus efectos son imperceptibles y van siendo más visibles con el paso del tiempo.

 

PUNTO 2. EL PROCESO DE ENVEJECIMIENTO

Por convenio se considera anciana a toda persona mayor de 65 años, que es la edad de jubilación en la mayoría de países occidentales, sin embargo, esta cifra es sólo orientativa a efectos administrativos, ya que es evidente la gran variabilidad de edad biológica, que es la importante para la medicina y la promoción de la salud.

Edad cronológica Determinada por la fecha de nacimiento
Edad biológica Determinada por el grado de evolución de la persona, desde el punto de vista biológico y funcional
Edad psicológica Determinada por la propia percepción de tiene la persona sobre su proceso vital
Edad social Determinada por las circunstancias económicas, laborales y familiares

 

PUNTO 3. TEORÍAS DEL ENVEJECIMIENTO

Existen multitud de teorías para explicar cómo y porqué envejecen las personas, pero ninguna de ellas ha sido capaz hasta el momento de explicar el proceso de envejecimiento de forma completa y satisfactoria. Veamos algunas de ellas.

Teorías Estocásticas: explican el envejecimiento como consecuencia de alteraciones que se producen de forma aleatoria y que se acumulan a lo largo del tiempo.

  • Teoría del error catastrófico: con el paso del tiempo se produciría una acumulación de errores en la síntesis de las proteínas, que conduciría a un daño en la función celular.
  • Teoría del entrecruzamiento: el envejecimiento y el desarrollo de ciertas enfermedades dependientes de la edad está determinado por los enlaces y entrecruzamientos que se dan entre ciertas proteínas con otras moléculas celulares a los largo del ciclo vital.
  • Teoría del desgaste: la teoría implica que cada organismo está compuesto por ciertas partes que son irremplazables y que la acumulación de daños ellas lleva, irremediablemente, a la muerte de las células, los tejidos, los órganos, los sistemas y, como consecuencia, a la muerte de todo el organismo.
  • Teoría de los radicales libres: el envejecimiento sería la consecuencia de una inadecuada protección al daño que producen en el organismo los radicales libres. Estas moléculas inestables se producen por la utilización del oxígeno para el metabolismo celular.

Teorías No Estocásticas: explican el envejecimiento como algo predeterminado, propio de la última etapa dentro de la secuencia de eventos codificados en el genoma.

  • Teoría del marcapasos: el envejecimiento estaría marcado por los sistemas inmunológico y neuroendocrino. Esos marcadores implicarían una involución del organismo que está determinada genéticamente para que se manifieste en determinadas etapas de vitales.
  • Teoría genética: supone una determinación importante de los factores de tipo genético en el desencadenamiento del proceso de envejecimiento. Aunque aún no se han explicado exactamente los mecanismos que intervienen.

Para todas estas teorías se han hallado evidencias científicas que las respaldan pero, sin embargo, ninguna de ellas ha demostrado que pueda ser la principal para explicar el envejecimiento. Y lo más importante, a través de ninguna de ellas se ha podido desarrollar ningún tratamiento para disminuir de forma clara y eficaz los efectos del tiempo, ni alargar la vida.

De momento, y hasta que no haya más resultados concluyentes de investigaciones que demuestren lo contrario, la comunidad científica está más orientada a creer que el proceso de envejecimiento es el resultado de la combinación de diferentes factores, por un lado las lesiones y el desgaste que se producen en el organismo con el paso del tiempo, por otro los mecanismos de defensa que actúan en el individuo en relación con una carga genética determinada; factores a los que se ha de sumar las consecuencia de la interacción del individuo con su medio.

 

 

PUNTO 4. ETAPAS DEL ENVEJECIMIENTO

Por convenio se considera anciana o de la tercera edad a toda persona mayor de 65 años, que es la edad de jubilación en la mayoría de países occidentales, sin embargo, esta cifra es sólo orientativa a efectos administrativos, ya que es evidente la gran variabilidad de edad biológica, que es la importante para la medicina y la promoción de la salud. En los últimos años, con el aumento de la expectativa de vida y la gran diversidad que supone el grupo conformado porpersonas mayores de 65 años, se ha hecho evidente que el recurrir a la edad cronológica como criterio de clasificación de las personas no es una buena idea.

A raíz de la problemática que se plantea como consecuencia de esta clasificación por lo heterogéneo del resultado se recurrió, en primer lugar, a dividir a las personas ancianas en dos grupos:

  • Tercera edad: personas entre 65 y 75 años.
  • Cuarta edad: personas mayores de 75 años.

Este nuevo método de clasificación tiene la ventaja de que, aunque también se base la edad cronológica como punto de partida, tiene en cuenta que para ambos grupos las necesidades son, a priori, muy diferentes. Las personas pertenecientes a la Tercera Edad, aquellas que tienen entre 65 y 75 años, cuentan, en su gran mayoría, con dos características fundamentales:

 

  • El aumento de su tiempo libre, ya que se han jubilado.
  • Una óptima salud psicofísica, su nivel de salud física es bueno y tienen enormes inquietudes y ganas de hacer cosas.

Este grupo de individuos suele percibirse a sí mismo como personas sanas, que se han hecho mayores, pero que no son viejos. Esta percepción suele estar motivada por la necesidad de hacer cosas que les resulten estimulantes en su tiempo libre. Para muchos de ellos es el momento oportuno para dedicarse a realizar actividades que en su etapa vital anterior, por un motivo u otro, no contaban con tiempo para realizar.

Las personas pertenecientes a la Cuarta Edad, es decir, aquellas que tienen más de 75 años, en cambio, son un grupo de individuos que, cada uno en su medida, están afectados por problemas de salud, tanto a nivel físico como mental, que suponen un deterioro importante en sus capacidades funcionales. En esta etapa es cuando los individuos comienzan a tener otro tipo de necesidades sin cubrir que les convierten en personas dependientes. Estas necesidades se centran en facilitar las actividades cotidianas, en mejorar su calidad de vida, en adaptar su entorno más próximo a su nueva condición, etc.

 

PUNTO 5. CAMBIOS PROPIOS DEL ENVEJECIMIENTO NORMAL

El envejecimiento normal o “sano” no está exento de cambios en la persona. Los cambios que se asocian a la vejez son fenómenos evidentes en su mayoría, tanto por sus manifestaciones externas como por sus implicaciones internas.

En general, y para facilitar su estudio, se pueden organizar los cambios de la vejez en tres grandes áreas:

  • Cambios biológicos.
  • Cambios sociales.
  • Cambios psicológicos.

 

5.1. Cambios biológicos

Los sentidos

  – La vista:

  • Disminuye la agudeza visual y la capacidad para distinguir los colores.
  • Disminuye el tamaño de la pupila.
  • El cristalino se vuelve más espeso y de menor transparencia.
  • Empeora la visión lejana.

  – El oído:

  • Disminuye la agudeza para percibir las frecuencias más altas.
  • Se pierde capacidad para discriminar palabras y seguir las conversaciones.

  – El gusto y el olfato:

  • Disminuye la capacidad de discriminación de sabores salados, dulces y ácidos.
  • Disminuye la capacidad para la discriminación de olores.

Los órganos y sistemas

  -La piel:

  • Disminuye la grasa subcutánea y el colágeno, lo que produce flaccidez y pérdida de elasticidad, y consecuentemente, las arrugas.
  • Aumento de la fragilidad de las capas más superficiales, presentando derrames y pequeños hematomas.
  • Aumenta el grosor de la piel porque es más difícil eliminar las células muertas.
  • Disminuyen los melanocitos, por lo que aparecen las canas.
  • Disminuye la actividad de las glándulas sebáceas, por lo que la piel se vuelve más seca.
  • Atrofia de las glándulas sudoríparas.
  • Disminución de la elasticidad y aumento de la queratina en las uñas, lo que hace que aumente su grosor.

  -Los músculos:

  • Pérdida de gran cantidad de masa muscular.
  • Atrofia de las fibras musculares, disminuyendo su peso, número y diámetro.
  • Pérdida de fuerza muscular.

  -El esqueleto:

  • Aumenta la porosidad de los huesos, que se vuelven menos densos y más quebradizos.
  • Pérdida de minerales óseos, lo que favorece la aparición de fracturas

  -Las articulaciones:

  • Disminuye la flexibilidad de las articulaciones.
  • Degeneración de los cartílagos, los tendones y los ligamentos
  • Aumento de la sensación de dolor.

  -El corazón:

  • Aumento del tamaño del ventrículo izquierdo.
  • Aumento de la grasa que envuelve el corazón (grasa visceral)
  • Aumento del endurecimiento de las fibras del miocardio.
  • Pérdida de contractibilidad.
  • Aumento del grosor y pérdida de flexibilidad de las válvulas cardíacas.

  -Vasos sanguíneos:

  • Disminuye la “luz” de los vasos, es decir, su diámetro.
  • Pérdida de flexibilidad
  • Acumulación de lípidos en las arterias (arterioesclerosis).

  -Los pulmones:

  • Disminuye el rendimiento respiratorio, por el deteriorodel tejido pulmonar, el debilitamiento de los músculos intercostales y los cambios en la caja torácica.
  • Disminuye el contenido de oxígeno en sangre entre un 10% y un 15%.

  -Los riñones:

  • Disminuye la capacidad de filtración de productos de desecho.
  • Aumenta la frecuencia miccional.

  -Sistema digestivo:

  • Deterioro de piezas dentales que dificultan la masticación y, por lo tanto, la digestión.
  • Disminuye la capacidad de contracción y relajación de los músculos del esófago, lo que hace más difícil la deglución.
  • Disminuye la capacidad de producir enzimas digestivas.
  • Disminuye la absorción de nutrientes por la atrofia de la mucosa intestinal.
  • Disminución de los movimientos peristálticos del intestino con lo que aumenta el estreñimiento.
  • Disminuye el tamaño y la eficiencia del hígado.
  • Aumenta la incidencia de cálculos en la vesícula biliar.

  -Sistema nervioso:

  • Pérdida neuronal y disminución del peso del cerebro.
  • Enlentecimiento de la conducción nerviosa.
  • Disminución de la memoria, la capacidad cognitiva y la capacidad de aprendizaje.
  • Pérdida de capacidades psicomotrices y de coordinación de movimientos.

 

5.2. Cambios sociales

Los cambios sociales que se producen durante el envejecimiento se refieren principalmente al cambio de rol de la persona anciana, tanto en el ámbito individual como en el marco de la propia comunidad. Asimismo, es importante tener en cuenta las diferencias generacionales existentes a nivel de comportamiento social y la dificultad de adaptación e integración que suele presentar la persona anciana ante estos cambios.

Cada etapa del desarrollo individual tiene su importancia. En la persona anciana este desarrollo está sujeto a unas premisas fundamentales que no son experimentadas de la misma forma por todos los individuos, ni con la misma secuencia de aparición temporal. Estas premisas están íntimamente ligadas a la vivencia del envejecimiento de cada persona y a la capacidad para aceptar y adaptarse a él.

Para realizar un análisis completo sobre el tema del cambio de rol con la edad, es necesario considerar una doble vertiente:

  • El cambio de rol individual, del propio ser humano como ser social relegado en la mayoría de los casos a un segundo plano.
  • El cambio de rol social de las personas ancianas como grupo integrante de una sociedad determinada.

Cambio en el rol individual

Aunque los límites de la extensión de rol individual son difíciles de medir, a grandes rasgos los cambios en su dinámica se plantean desde tres dimensiones:

  • Como individuo único, capaz de decidir, con opiniones, creencias y valores propios, con una historia personal e influido por un medio externo, con una concepción especial de la vida y de la muerte.
  • Como integrante de un grupo familiar, sus relaciones con él y el relevo de su papel en el seno de la familia.
  • Como persona receptora y dadora de afecto, capaz de afrontar las pérdidas

Cambio de rol en la comunidad

La contribución individual del ser humano al grupo de pertenencia puede tener amplias perspectivas, sin embargo, la sociedad en general valora tan sólo a la persona activa, a la que aporta trabajo y genera riqueza. No obstante, hay que considerar que las personas ancianas, que ya han cumplido con su etapa productiva, todavía tienen posibilidades de aportar conocimientos y de realizar tareas de valor para el grupo. La dimensión del papel del individuo, dentro de la comunidad, gira en torno a dos grandes ejes: la actividad laboral y la actividad social, caracterizadas por la participación en las tareas comunitarias.

El hecho de envejecer modifica el rol que se ha desarrollado, pero no de forma individual, sino en el momento que la sociedad lo incluye dentro del grupo de ancianos, aproximadamente a los 65 años.

El apoyo que un sujeto puede recibir de su entorno puede ser de varios tipos:

  • Apoyo Instrumental: suministro de bienes materiales y servicios que pueden ayudar en la solución de problemas prácticos.
  • Apoyo Emocional: es la percepción que tiene el sujeto de que es respetado, amado, valorado e integrado en una red social.
  • Apoyo de Estima: consiste en disponer de alguien con quien compartir inquietudes, sentimientos, problemas, etc.
  • Apoyo Informativo: implica la obtención de información necesaria para poder solucionar determinados problemas, para disminuir el sentimiento de confusión e impotencia.

 

En cuanto al rol social de una persona mayor se puede concluir que, en la mayoría de los casos:

  • Se pierden vínculos sociales: fin de la etapa laboral, fallecimiento, lejanía, pérdida de contacto, etc.
  • Los vínculos sociales se reducen a los lazos familiares: la pareja y la descendencia son el principal apoyo.
  • Aparece el rol de abuelo/a: primero como una ayuda y después como una carga para la familia.

Cambios psicológicos

Existen una serie de factores presentes en nuestra sociedad que ocasionan cambios importantes en las personas ancianas, a continuación se describen algunos aspectos psicológicos afectados por el proceso de envejecimiento:

  • Pérdida de la autoestima: una de las primeras necesidades de todo ser humano es la de sentirse aceptado, querido, acogido, útil y capaz, reconocido, digno, perteneciente a algo y a alguien, todos ellos sentimientos en los que se basa la autoestima. Como ya hemos visto, la reducción de la red social en la persona mayor ocasiona la pérdida de aportes afectivos determinantes en la autoestima. La persona mayor pasa paulatinamente de sentirse bien, útil y saludable a sentir que ya no tiene un rol social valorado, esto daña gravemente su autoestima y tiene consecuencias muy negativas en su salud psicológica y física.
  • Pérdida del significado o sentido de la vida: para el ser humano la vida siempre es concebida en forma de proyecto, de planes, de futuro. Cuando éste llega a la última etapa de su vida percibe que el tiempo se acorta y que el concepto de porvenir se hace más incierto. Es época de balance y de introspección, es el momento en el que la persona toma una determinación acerca de qué ha sido para ella la vida y qué significado ha tenido.
  • Pérdida de la facilidad de adaptación: durante toda la vida el individuo ha tenido que ir adaptándose a diferentes entornos: etapas familiares, colegios, amistades, trabajos, relaciones de pareja, etc. Estas adaptaciones se van realizando con mayor o menor complejidad en virtud de los recursos emocionales y sociales con los que cuente el individuo. Con el paso de los años estas habilidades y recursos se van perdiendo, por lo que la persona se vuelve más reticente a la hora de adaptarse a nuevas situaciones.
  • La aflicción o tristeza por una pérdida: la vejez, como hemos visto, es una etapa caracterizada por las pérdidas: de salud, de rol individual y social, de seres queridos, etc. Cada pérdida supone para la persona un duelo al que debe sobreponerse. Sin los recursos emocionales necesarios para hacerlo, la persona anciana no puede reponerse correctamente a cada una de estas pérdidas, lo que va minándolo psicológicamente.
  • Insomnio: es muy común en las personas mayores de 65 años, pues los patrones de sueño cambian al envejecer. Las causas pueden ser físicas, ambientales o de comportamiento (ruido, comer tarde en la noche, dormir durante el día, etc.), ingerencia de cafeína, alcohol, nicotina, algunos antidepresivos, medicinas estimulantes, horario de las medicinas, ansiedad o depresión, problemas familiares, financieros, de salud, etc. Sea cual sea la razón por la que la persona disminuye las horas de sueño, esto puede acarrear graves consecuencias tanto físicas como psicológicas.

PUNTO 6 CAMBIOS EN LA CONDUCTA SEXUAL RELACIONADOS CON EL ENVEJECIMIENTO NORMAL

Es evidente que si el entorno socioafectivo se ve afectado negativamente por la edad, la soledad o el ingreso en una institución, también se verá afectada la posibilidad de establecer nuevas relaciones íntimas.

La primera consideración que debemos hacer sobre este tema es que la sociedad margina a las personas mayores y les trata como seres asexuados, cuando la sexualidad es una más de las acciones propias del ser humano. La sexualidad es una de las necesidades básicas de la persona, en concreto, la tercera después de la necesidad de alimentación y la de seguridad.

Normalmente, la sexualidad queda enmarcada dentro de una relación de pareja o de amistad. Pero en la conducta sexual existen muchas diferencias individuales en las que influyen factores biológicos, psicológicos y sociales.

Por un lado, una vida sexual activa influye y favorece positivamente los aspectos fisiológicos y psicológicos de la persona. Por otro, la vivencia sexual de las personas mayores está condicionada por influencias sociales relacionadas con las creencias religiosas, la educación recibida y por la actitud de otras personas (familia, amigos, compañeros) hacia este aspecto.

La sexualidad en la vejez persigue los mismos objetivos que en otra etapa de la vida: placer del contacto corporal, comunicación, dignidad, aceptación y la seguridad emocional que da sentirse querido.

La conducta sexual viene motivada originariamente por tres aspectos: la reproducción, el deseo de placer y la comunicación afectiva. El sexo favorece la intimidad y la autoestima, pero no implica necesariamente la práctica exclusiva del coito.

Las personas mayores de nuestro entorno recibieron en su juventud una educación sexual deficitaria y temen hablar del tema. Cuando, en el mejor de los casos, se atreven a pedir información, lamentablemente, suelen encontrar respuestas evasivas, incluso por parte de los propios profesionales.

Las personas mayores que mantienen el deseo o la actividad sexual normalizada suelen sentir vergüenza por los estereotipos sociales que plantean que la sexualidad y la vejez son situaciones incompatibles.