Contenido
Curso: Recepcionista de hotel
Acceso

Curriculum

Recepcionista de hotel

Bloque 1. Turismo e industria hotelera

0/18

Bloque 2. Gestión de reservas de habitaciones

0/9

Bloque 4. Organización y prestación de servicios de recepción

0/12

Bloque 5. Facturación y cobro

0/9
Text lesson

Tema 1. El sector turístico

PUNTO 1. CONTEXTUALIZACIÓN DEL SECTOR TURÍSTICO

 

1.1. Conceptos básicos del turismo

Antes de adentrarse en cualquier profesión o trabajo, es esencial comprender y asimilar los conceptos en los que se basa el sector determinado, tratándose en este caso del sector turístico.

El sujeto, desde el punto de vista económico, puede emplear su tiempo en dos labores: ocio o trabajo.

El mercado turístico, uno de los puntos a tratar en este tema, surge de la idea de poner a disposición del cliente actividades y ocupaciones para desempeñarlas en el tiempo de ocio (salvo un concepto que se verá más adelante como es el turismo de negocios).

Entendemos por ocio aquel tiempo libre del que dispone el individuo que no se dedica al trabajo, así como el entretenimiento por cualquier forma de ocupación de dicho ocio. A su vez, hablamos de turismo como una manera determinada de entretenimiento que se basa en un desplazamiento que une puntos de origen y destino, además de pernoctar, como mínimo una noche, en el punto de destino.

A causa de la relativa poca edad con la que cuenta el turismo como actividad socioeconómica generalizada y a su difícil rasgo multidisciplinar, existe una carencia de definiciones conceptuales concisas que aclaren la actividad turística y la diferencien de otros ámbitos.

Encontramos un gran debate académico acerca de qué es exactamente el turismo, qué componentes lo forman y qué individuo ha de estimarse como turista, lo que ha provocado gran variedad de definiciones. De estas, cada una ha realzado factores diferentes dentro de la misma actividad. Así, podemos afirmar que no hay definición adecuada o inadecuada, ya que la mayoría ayuda de una u otra forma a profundizar en cuanto a la comprensión del turismo.

No obstante, es preciso elaborar un marco conceptual que intervenga como punto de partida para poder originar estadísticas óptimas a nivel internacional ya que, con la enorme pluralidad de sistemas estadísticos que hay en la actualidad, es complicado representar la relevancia de la actividad turística.

 

1.1.1. Definiciones de turismo

La problemática de las definiciones siempre ha constituido una dura complejidad para analizar el turismo por parte de los profesionales. Han aparecido ciertas técnicas para hacer más sencillo el cálculo del impacto turístico, pero no existe una definición asimilada de forma universal acerca de los elementos de la industria turística.

El concepto de turismo se puede analizar desde varios puntos de vista y disciplinas, debido a la dificultad de las relaciones entre los componentes que lo constituyen.

El turismo, como ámbito de investigación en las universidades, empieza a despertar interés en la etapa integrada entre las dos guerras mundiales, entre el 1919 y 1938. En esta etapa, diversos economistas de Europa se inician en la publicación de los trabajos pioneros, sobresaliendo la conocida como escuela berlinesa, formada por autores de gran formación en la materia como Bormann, Schwink o Glucksmann.

Tras este periodo, a principios de la década de los 40, Hunziker y Krapf, profesores de la Universidad de Berna (Suiza), definían el turismo como: “la suma de fenómenos y de relaciones que surgen de los viajes y de las estancias de los no residentes, en tanto en cuanto no están ligados a una residencia permanente ni a una actividad remunerada”

Lógicamente, esta definición dada en pleno desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, y como adelanto a lo que posteriormente se convertiría en turismo de masas, es demasiado general y poco esclarecedora debido a que incorpora demasiados conceptos que precisarían de una definición previa, como fenómeno, viajes, relaciones, etc.

Más tarde, en 1981, se definiría el turismo a manos de Burkart y Medlik como “los desplazamientos cortos y temporales de la gente hacia destinos fuera del lugar de residencia y de trabajo, y las actividades emprendidas durante la estancia en esos destinos”.

En esta definición, ideas como “desplazamiento fuera del lugar de residencia y de trabajo” sugieren de forma positiva el matiz de viaje y vacaciones/ocio de manera opuesta a “trabajo” o “residencia”, aunque simultáneamente, excluye términos contemporáneos de turismo, como viajes de negocio o temporadas en segundas residencias. Además, también se antoja impreciso el término “desplazamiento corto”.

Existe otra definición dada por Mathieson y Wall en 1982 que modifica ciertos aspectos de la anterior, definiendo el turismo como aquel “movimiento temporal de la gente, por períodos inferiores a un año, a destinos fuera del lugar de residencia y de trabajo, las actividades emprendidas durante la estancia y las facilidades creadas para satisfacer las necesidades de los turistas”.

La Organización Mundial del Turismo (OMT) es un organismo perteneciente a las Naciones Unidas, responsable de promocionar un turismo equilibrado y adecuado. Está compuesta por 156 países, 6 miembros asociados y más de 400 miembros afiliados que actúan como representantes del sector privado, asociaciones de turismo, autoridades locales relacionadas con este sector o instituciones de enseñanza.

La OMT entendió el turismo como un ámbito que “comprende las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos al de su entorno habitual, por un período de tiempo consecutivo inferior a un año con fines de ocio, por negocios y otros motivos”.

Esta definición se muestra bastante flexible, determinando las características más esenciales del turismo.

Estos rasgos característicos son los siguientes:

  • Introducción de componentes probables que motiven el viaje, ya sea por ocio, negocio u otros.
  • Restricción de la actividad desarrollada previamente y durante el tiempo de estancia.
  • Acotación del tiempo a un año. Este periodo se antoja extenso, aún más si observamos el tiempo habitual de duración que contemplan los visados de viaje para turismo por parte de los gobiernos (suelen ser tres meses) o con los seis meses que se suele estipular por lo que se estima residencia habitual.
  • Situación de la actividad turística como la actividad efectuada “fuera de su entorno habitual”.

Referente a este último rasgo, la OMT recoge el concepto “entorno habitual” como “una cierta área alrededor de su lugar de residencia más todos aquellos lugares que visita frecuentemente”.

De la totalidad de definiciones vistas hasta el momento, hay que resaltar la relevancia de los elementos que se exponen a continuación:

  • La estancia en el destino debe ser a lo largo de un periodo concreto de tiempo, no de forma constante y continua en el tiempo.
  • Hay un desplazamiento físico de los turistas, que se trasladan al exterior de su lugar de residencia.
  • El turismo conforma tanto el viaje que se realiza para llegar al destino como las actividades que se llevan a cabo durante el periodo de tiempo pertinente.
  • Sea cual sea el motivo para realizar un viaje, el turismo engloba los productos y servicios generados para cubrir las necesidades de los turistas.

De los visto anteriormente, se pueden extraer tres elementos esenciales en el fenómeno turístico:

  • Duración del viaje.
  • Motivos del viaje.
  • Desplazamiento: distancia o transporte.

 

1.1.2. Viajero, turista y visitante

Se debe diferenciar de forma clara las distinciones que existen entre viajero, turista y visitante, considerando que la diferencia vendrá dada por el periodo de tiempo que se alargue la estancia en el destino. La OMT diferencia entre:

  • Viajero. Todo individuo que realice un viaje entre dos o más países o entre dos o más localidades del país donde reside.
  • Visitante. La totalidad de viajeros incluidos en estadísticas y que realizan viajes sin superar un año de duración a un país que no sea en el que reside, siendo el motivo del viaje cualquiera salvo realizar una actividad remunerada. Los visitantes pueden ser:

           -Turista. Se trata del visitante que pernocta al menos por una noche en un medio de alojamiento privado o colectivo dentro del país al que ha viajado. En este grupo se engloban los extranjeros no residentes y los nacionales residentes en el extranjero.

           -Excursionista (visitante del día). Se trata de todo visitante que no pernocta en un alojamiento privado o colectivo.

 

1.1.3. Tipos de turismo

Desde la perspectiva de la demanda, según el modo de producirse la dirección de las corrientes turísticas, podemos establecer diferentes tipos de turismo:

  • Turismo receptor. Engloba a los no residentes en un país concreto que se desplazan a este, no siendo el suyo de residencia, con una duración máxima de un año. Este turismo causa una entrada económica desde el exterior, por lo que se considera de gran importancia desde la perspectiva económica.
  • Turismo emisor. Encuadra a los residentes de un país que viajan a otro que no es el de residencia. Este turismo supone una pérdida financiera desde la perspectiva económica a causa del gasto de dinero de los turistas nacionales fuera de las fronteras del estado o nación.
  • Turismo interno o doméstico. Incluye a los residentes de la misma región o país que se desplazan a un destino diferente al de su vivienda habitual, sin excederse de un año de duración. Este tipo de turismo genera beneficios considerables dentro del país.

Los tres tipos de turismo anteriores pueden combinarse en otros grupos, que son los siguientes:

  • Turismo interior. Turismo interno + turismo receptor de un país determinado. Es decir, se trata del turismo que se produce dentro del propio país ya sea por los propios residentes (turismo interno)o por población procedente de otro país (turismo receptor).
  • Turismo nacional. Turismo interno + turismo emisor. Se trata, por tanto del turismo que realizan los residente del país, tanto dentro de sus fronteras (turismo interno), como fuera (turismo emisor).
  • Turismo internacional. Turismo receptor + turismo emisor. Es el turismo que realizan los residentes fuera del propio país (turismo emisor) y el de las personas que vienen de fuera (turismo receptor).

Si se agrega la variable de la duración de la estancia y del viaje, se puede diferenciar entre:

  • Turismo itinerante. Casi no hay estancias y el desplazamiento ocupa gran parte del tiempo empleado.
  • Turismo de estancias. El tiempo que dura el desplazamiento es reducido al compararlo con la estancia en el destino.

Cuando la capacidad financiera del turista es elevada, se denomina turismo de élite, y si no es así, se conoce como turismo social o de masas.

 

1.2. Evolución histórica del fenómeno turístico

En el análisis y desarrollo del turismo es esencial estudiar la historia, ya sea por las enseñanzas que engloba o porque en la historia se asentaron las bases del desarrollo, ya que muchos de los adelantos e inventos pasados se presentan como eficientes en la actualidad.

No obstante, el turismo tal y como lo conocemos es relativamente reciente. La palabra no se conoció hasta el siglo XIX en su lengua, el inglés. Al principio, el término adoptó un sentido vulgar e incluso despectivo hacia los extranjeros, refiriéndose a viajes de grupo de poco valor económico. Sin embargo, las palabras viajero y viaje sí ostentaban un puesto considerable en la escala intelectual de la época, recordando la calidad de los viejos viajeros, habitualmente gente con grandes fortunas, aristócratas o intelectuales. Por esto, el viaje de ocio como actividad de recreo es un término reciente.

En la Edad Media, la sociedad se organizaba en comunidades agrícolas sedentarias y, solo en contadas ocasiones, viajaban fuera de sus comunidades. Con la llegada de la Revolución Industrial la situación únicamente cambió para las altas esferas, ya que este sector de la población fue el que disfrutó de los viajes de ocio.

Se puede realizar un seguimiento del crecimiento del turismo dividiéndolo en cuatro fases, que estuvieron muy ligadas a los cambios del transporte, sector esencial en el ámbito del turismo.

No obstante, hay que recordar que los adelantos en el transporte no originaron el turismo, únicamente lo facilitaron, ya que el interés por este campo ya existía.

Otros factores fundamentales que influyeron en el turismo y los viajes, fueron:

  • La riqueza que pudiera acumular la población a modo de ingresos regulares disponibles.
  • La aparición de las vacaciones pagadas.
  • Diferentes estilos de vida.
  • Modas en el sector.
  • Cambios sociales, tales como la incorporación de la mujer al mundo laboral.

Las tres fases o etapas que se van a analizar son las siguientes:

Prehistoria del turismo. Esta fase engloba el gran periodo que va desde las fechas medievales hasta comienzos del siglo XVII, época en la que aparecen las primeras señales de desarrollo económico industrial.

En el inicio de esta etapa, las guerras y movimientos de peregrinación supusieron desplazamientos notables de manera no organizada. Los peregrinos, al finalizar su camino, eran premiados con la concha de la vieira, siendo este símbolo el más antiguo del sector.

La Reforma y la separación de la enseñanza de la religión activaron los desplazamientos. Los comerciantes y funcionarios comenzaron a moverse, mientras que las universidades organizaban visitas de alumnos y profesores y los frailes itinerantes iban de un convento a otro. A partir de 1600, aproximadamente, los viajes fueron incluidos en la enseñanza de un caballero.

A esta clase de viajes efectuados por las altas esferas le siguió un interés creciente por los desplazamientos relacionados con la salud, como el crecimiento de los balnearios. En España, alrededor de 1850, la nobleza de la corte de Isabel II comenzó a frecuentar las playas de San Sebastián. Al principio, el motivo era el de la salud, aunque posteriormente aparecieron actividades relacionadas con el casino.

 

El transporte. Esta etapa fue testigo del primer gran auge de los viajes, repercutiendo bastante en la economía y las costumbres sociales. La primera línea de pasajeros unió Liverpool con Manchester en el año 1830, incrementándose esta costumbre rápidamente, desde Gran Bretaña hasta Europa y América del Norte.

El primer ferrocarril en España fue el de Barcelona-Mataró en 1848, cubriendo unos 29 km de distancia. En 1851 se instauró una segunda línea que unía Madrid con Aranjuez.

En el ámbito europeo, Tomas Cook introduciría el primer paquete turístico en 1841, aunque antes de este hecho, las líneas de ferrocarril ya ofertaban excursiones para un número considerable de viajeros. La primera meta del ferrocarril se basaba en transportar mercancías, pero la oferta se amplió y pudo incorporar viajes de pasajeros a unos precios más que asequibles. Sorprendió a propios y a extraños la aceptación que tuvo el billete barato de ferrocarril para eventos especiales.

No obstante, la esencial contribución de Cook hizo que apareciera una organización del viaje más completa, aunando transporte, alojamiento y ciertas actividades complementarias.

El crecimiento que tuvieron los viajes en Estados Unidos se tradujo en la creación de la compañía Wells Fargo, que más tarde daría lugar a American Express. Comenzó con la actividad del transporte de lingotes y viajeros de carruajes, pasando posteriormente a postularse como compañía de viajes.

Cook no tardó en ofertar una amplia gama de viajes por América, Europa o Egipto, aunque también se aventuró a ofrecer destinos más exóticos. La Exposición de París en 1861 atrajo a 75.000 viajeros mediante la compañía de Thomas Cook.

Los visitantes británicos de Sin Henry Lunn condicionaron mucho la aparición del turismo deportivo de invierno en Suiza, lo que se incrementó con el paso del tiempo, extendiéndose a otras regiones y países.

Debido a esto, comenzaron a estilarse las grandes inversiones en establecimientos y actividades de montaña.

Los viajes determinados que no perseguían el fin del ocio (negocios, profesionales, salud, etc.) no tuvieron una respuesta positiva al principio por parte del público. Cook diseñó un sistema, que en la actualidad se encuentra a la orden del día de los viajes, gracias al cual muchas personas pudieron conocer otros países e incluso familiarizarse con los mismos por primera vez.

 

El despegue del turismo. En la mayor parte de esta etapa, los países desarrollados industrialmente, sobre todo los de Europa Occidental, América del Norte o Japón, han protagonizado el turismo mundial, aunque ciertos cambios que se produjeron en los años ochenta terminaron con los flujos turísticos y, con ello, los impactos económicos.

Europa se ha posicionado como un mercado esencial de generación de turismo para realizar viajes al exterior. Hasta 1991, los viajes desde Europa hasta Estados Unidos igualaron e incluso sobrepasaron a los viajes desde Estados Unidos hacia Europa. Encontramos en zonas orientales a ciertos países (Japón o China) que se han instaurado en los primeros puestos de mercados turísticos relevantes, debido sobre todo al gran auge que experimentaron, hecho que se tradujo en un crecimiento a tener en cuenta por parte de la zona asiática.

Antes de la década de los 90 del siglo XX, ya estaba impuesto un mercado muy segmentado en Europa y los países desarrollados por la industria. La demanda clásica quedó atrás debido al auge de otras modas y alternativas, así como la aparición de los nuevos intereses de una sociedad con mayor movilidad, exigente en el sector del turismo.

La considerable disminución del coste real de los viajes internacionales, sobre todo en los itinerarios de gran distancia, supone un nuevo camino, aumentando de manera notable las fuerzas competitivas.

El atractivo de los sencillos productos de masas clásicos, como el mar, la playa o el sol, se antojan ya insuficientes para pelear en la carrera por liderar el turismo, produciéndose un derrumbe de las restricciones y límites tradicionales dando paso al libre movimiento por el planeta. Por esto, el marketing comienza a adquirir una relevancia suprema en el sector.

 

1.3. Corrientes y núcleos turísticos

Hablamos de corriente o flujo turístico para referirnos al desplazamiento de individuos de un origen emisor a un destino que actúa como receptor de esos viajeros. Al referirnos a núcleos turísticos, hacemos referencia a países, ciudades, etc. Cuando uno de estos núcleos acoge más viajeros de los que salen, se considera un núcleo receptor neto.

En lo que concierne a las corrientes turísticas, encontramos determinados aspectos que contribuyen a reconocer los rasgos característicos que aparecen en los desplazamientos de individuos:

  • Duración del viaje. Viene dada por la cantidad de noches pernoctadas y el nivel de gasto.
  • Territorio de desplazamiento. Diferenciamos entre un territorio único (cuando un lugar es el único destino que vamos a visitar) o un multidestino (en el mismo viaje se visitan diferentes ciudades, países, regiones, etc.).
  • Origen de los viajeros. Países emisores y su potencial. Habitualmente son países desarrollados económicamente.
  • Distancia del viaje entre núcleos emisores. Influye en los flujos de los viajeros, destacando los movimientos dentro de la misma región. Las regiones estimadas por la OMT son las siguientes:

        – Europa.

        – Norteamérica.

        – Sudamérica.

        – Asia Oriental y Pacífico.

        – Asia Meridional.

        – Oriente Medio y África.

  • La motivación. Los motivos o razones que han llevado a realizar el viaje contribuirán a reconocer e identificar los comportamientos de consumo del viajero. La OMT reconoce estos motivos:

        – Visitas a familiares y/o amigos.

        – Religión y peregrinación.

        – Tratamientos de salud.

        – Ocio, recreo y vacaciones.

        – Negocios y razones profesionales.

        – Otros motivos.

  • Medio de transporte empleado. Posibilita la identificación clara de la naturaleza del turista. Podemos averiguar el poder adquisitivo del viajero, además de la organización familiar o la edad.

 

1.4. El sistema turístico

La tipología de la actividad turística resulta de distintas interrelaciones complejas entre aspectos que hay que tener en cuenta de forma conjunta desde un punto de vista sistemático, o lo que es lo mismo, un conjunto de componentes relacionados entre ellos que progresan de forma dinámica.

Diferenciamos cuatro elementos esenciales dentro del concepto de actividad turística:

  • Demanda. Constituida por el conjunto de consumidores, o consumidores potenciales, de servicios y/o bienes.
  • Oferta. Está formada por el total de los productos, las organizaciones y los servicios que participan de forma activa en el turismo y todo el ámbito que lo rodea.
  • Espacio geográfico. Se trata del punto físico donde se desarrolla la relación oferta-demanda, así como el lugar donde se encuentra la población residente. Esta no supone un elemento turístico como tal, aunque sí interviene de forma esencial al ser un aspecto de cohesión o disgregación, dependiendo si han participado o han sido informados más o menos de la actividad turística.
  • Operadores del mercado. Se trata de empresas y organizaciones que tienen como fin facilitar la relación oferta-demanda. Entre estos operadores están las compañías de transporte, las agencias de viajes y las instituciones públicas o privadas que se encargan de ordenar o promocionar el sector turístico.

El turismo es un sistema de relaciones entre un individuo (turista) y un objeto (organización, núcleo receptor), que se sucede bajo la influencia de varios entornos, entre los que encontramos:

  • Entorno económico. Se engloba la producción de servicios especiales para el sector turístico (transporte, alojamiento o restauración, por ejemplo), y el consumo de bienes o servicios que no son exclusivos del turismo. Esto supone un reparto de los ingresos que se generan en otros ámbitos, multiplicándose los efectos. Para cubrir estas necesidades se generan puestos de trabajo, ya sea de forma directa o indirecta. A nivel aproximado, se calcula que el turismo es causa de unos 250 millones de puestos de empleo a lo largo y ancho de todo el mundo. En España, concretamente, este sector supone el 11 % del Producto Interior Bruto, suponiendo un 12 % del empleo a nivel nacional.
  • Entorno jurídico. Existe un marco legal que se encarga de regular este intercambio de servicios y bienes, provocando incluso la aparición de nuevas leyes para adaptarse a los cambios que se producen en el ámbito turístico.
  • Entorno psicológico. Los motivos de un viaje están influenciados, en gran parte de las ocasiones, por factores psicológicos. El nivel de satisfacción del viajero se verá influido por estos aspectos.
  • Entorno social. El turismo se encuentra condicionado por factores sociales y culturales; así como por la necesidad de la relación entre individuos. Un riesgo que existe en los núcleos puramente turísticos suelen olvidar su identidad a causa de la cantidad de visitantes de otras culturas que frecuentan dichas zonas.
  • Entorno político. Sin la labor política no podría desarrollarse el turismo. Es el catalizador o el freno de este sector. Las administraciones pueden tanto posibilitar el turismo con subvenciones, por ejemplo, como poner barreras al normal desarrollo turístico con restricciones hoteleras o urbanísticas.
  • Entorno ecológico. En gran parte de los casos esta suele ser la razón por la cual el lugar comienza a ser muy visitado. Se persigue un equilibrio ecológico para contrarrestar los efectos negativos del turismo.
  • Entorno tecnológico. El crecimiento del sector del transporte se ha erigido como uno de los motivos principales del auge del ámbito turístico. Los adelantos en tecnología han reducido las diferencias y las distancias entre núcleos emisores y receptores. Internet ha supuesto un gran adelanto en cuanto a reservas, recursos, información, etc.

 

1.5. Agentes del sector u operadores turísticos

Los agentes del sector, denominados operadores turísticos, son los agentes que intervienen en el ejercicio turístico, habitualmente en el papel de intermediarios entre el destino final (consumidor turístico) y el producto o servicio que se oferta.

Se estiman como parte del sistema turístico toda persona jurídica que desempeñe la totalidad de los ejercicios orientados al turista:

  • El que desempeñe actividades relacionadas con el sector de la restauración, que actúan como accesorios de la oferta turística.
  • Aquel que persiga el objetivo de organizar y comercializar las actividades turísticas, ya sea por cuenta ajena o propia.
  • El que proporcione información al turista y oferte servicios relacionados con el campo formativo.

Las empresas del sector turístico, así como los organismos supranacionales y la Administración Pública son los elementos que protagonizan el ámbito turístico.

 

1.5.1. Empresas

En lo referente a las empresas, podemos determinar una jerarquía entre las que se encuentran vinculadas con el sector de forma directa y las que, sin ser netamente turísticas, les influye este sector, llegando a ser parte muy importante de su actividad.

  • De alojamiento. Hoteles, apartamentos, camping, balnearios o residencias.
  • De intermediación. Se relacionan con la actividad de reparto, de distribución, como las agencias de viajes o centrales de reservas.
  • De restauración. Bares, restaurantes, cafeterías o catering.
  • De ocio. Aquí se encuentran las instalaciones deportivas, actividades de animación o espectáculos.
  • De transporte. Compañías de vuelo, ferroviarias, autobuses o taxis.
  • Otras actividades relacionadas. Revistas informativas, seguros, guías o traductores.

 

1.5.2. Organizaciones supranacionales

Los distintos organismos supranacionales, tanto los privados como los públicos, estimulan el ejercicio turístico desde un punto de vista internacional. Destacan los siguientes:

  • OMT (Organización Mundial del Turismo).
  • AIEST (Asociación Internacional de Expertos Científicos en Turismo).
  • ANESTUR (Asociación Española de Escuelas de Turismo).
  • WATA (Asociación Mundial de Agencias de Viaje).
  • ACHE (Asociación de Cadenas Hoteleras Españolas).
  • IATA (Asociación Internacional del Transporte Aéreo).

 

1.5.3. Administración Pública

La Administración Pública, en los distintos grados jurisdiccionales, posee una gran influencia en las áreas de la administración especializada, como las concejalías de Turismo, así como en la administración de las políticas orientadas al ámbito turístico y en las infraestructuras precisas llevadas a cabo por la Administración Pública para el crecimiento y la agilización de los flujos turísticos.

Estos tres elementos que hemos visto están sujetos a ciertas obligaciones, a saber:

• Ayudar, a través del crecimiento de sus actividades, a promocionar institucionalmente el ejercicio turístico.

• Realizar la totalidad de la actividad del turismo para el que están acreditados.

• Ajustarse a la verdad a la hora de realizar la publicidad de su producto, así como ceñirse a la normativa existente en torno a la protección del medioambiente.

 

1.6. Efectos del turismo

El turismo es un aspecto relevante y prácticamente esencial para el sector económico de un estado, repercutiendo en los ámbitos político y social. A pesar de esto, los efectos pueden ser positivos o negativos, ya que puede suponer en los peores casos actos de delincuencia repetidos o propagación de virus o enfermedades.

Podemos diferenciar distintos efectos o consecuencias del turismo, atendiendo al lugar donde se desarrolle esta actividad.

 

1.6.1. Países pobres o en vías de desarrollo

Los efectos positivos que produce en turismo son los siguientes:

  • Crecimiento económico. Los beneficios económicos resultantes del turismo redundan en la sociedad.
  • Medio de vida diferente del usual. Forma una nueva vía de crecimiento y expansión, aunque se aconseja establecer ciertos límites y directrices a seguir para controlar este efecto y sus posibles inconvenientes.
  • Optimización de las infraestructuras. Aquellas infraestructuras empleadas por los turistas otorgan beneficios a los ciudadanos de ese territorio, como los aeropuertos. Encontramos modernizaciones del casco urbano, mejoras en instalaciones públicas, etc.
  • Balanza cultural. Mediante sistemas formativos encaminados a empleados, como el aprendizaje de lenguas diferentes.
  • Compensación de la balanza de pagos. El turismo se presenta como una exportación que equilibra las importaciones, haciéndonos más independientes del mercado extranjero.

No obstante, el impacto del turismo también tiene como consecuencia aspectos negativos que repercuten en estos países:

  • Pérdida o deterioro de las tradiciones. Éstas acaban por modificarse sustancialmente para adaptarse a los requisitos turísticos y el crecimiento de la zona.
  • Balanza económica mal distribuida. La mayoría de los beneficios van a parar a empresas de carácter internacional.
  • Masificación. No encontramos una legislación concreta referente al medio ambiente o a la construcción; es complicado levantar nuevos locales o establecimientos sin controlar previamente su sostenibilidad financiera y medio ambiental.
  • Dependencia del sector. Puede llegar a ser muy perjudicial depender únicamente de un sector, en este caso el turístico.
  • Estacionalidad laboral. Únicamente se crean puestos de empleo en las temporadas altas de movimientos turísticos.
  • Incremento de los precios. Una cantidad elevada de solicitudes de ciertos servicios o productos hace que el precio se eleve ajustándose a la ley de la oferta y la demanda.
  • Deterioro medioambiental. A causa de una población mayor, se precisan más recursos para satisfacer las necesidades y peticiones de los visitante, lo que supone un deterioro importante del entorno.
  • Inseguridad y delincuencia. A rasgos generales, encontramos otros problemas potenciales como la delincuencia, timos, prostitución o tráfico de drogas.

 

1.6.2. Países desarrollados

Podemos encontrar los siguientes efectos positivos:

  • Mejor reparto de la balanza económica. Los beneficios económicos resultantes del turismo redundan en la sociedad.
  • Incremento de la promoción del destino. Como por ejemplo, ferias como FITUR y oficinas turísticas.
  • Políticas de empleo y su fomento. Un incremento del turismo tiene como consecuencia un aumento de los puestos de trabajo en el sector.
  • Implicación del Estado. Éstos controlan el ámbito turístico mediante leyes y normativas, introducen partidas considerables en asuntos de infraestructuras de mantenimiento y ‘renove’ de los destinos.

No obstante, a pesar de los beneficios, también encontramos efectos negativos como consecuencia del turismo:

  • Incremento de la contaminación del medio ambiente. Se intenta aumentar las protecciones de zonas que lo necesiten por tener una flora o fauna determinada y especial.
  • Exceso de urbanización. En ocasiones, esto sucede sin una organización previa, por lo que pueden aparecer carencias de infraestructuras. Hay que presentar un cierto equilibrio entre estos aspectos:

          – Terreno disponible.

          – Opción de desarrollo futuro.

          – Demanda de alojamiento.

          – Infraestructuras básicas suficientes.

          – Demasiada masificación produce rechazo.

  • Incremento de la delincuencia. Al igual que en los países subdesarrollados, aumenta la delincuencia, la prostitución o los timos a los turistas.

 

1.6.3. Clasificación de los efectos según la OMT

  • Efectos globales. Influyen en las estrategias del crecimiento turístico, distinguiéndose los globales sobre el sector económico y la dependencia exterior. Se han de analizar y considerar el PIB, la inflación o el déficit.
  • Efectos parciales. Consiste en las consecuencias que trae el turismo en el aspecto económico: familias, empresas, especulación, desarrollo regional o movimientos demográficos.
  • Efectos externos. Derivados de la influencia del turismo en ciertos ámbitos determinados como el sociocultural o el de los espectáculos.
  • Efectos en las economías locales. Estos efectos se presentan como la optimización de las infraestructuras, ingresos superiores en el campo fiscal y tributario, extensión del mercado local originando más empleo y actividad económica, etc. También encontramos mejoras en aspectos culturales y de patrimonio.

 

PUNTO 2. IDENTIFICACIÓN DE LAS TIPOLOGÍAS TURÍSTICAS Y SUS TENDENCIAS

2.1. Tipologías y clasificaciones

Se conocen por tipologías turísticas a aquellas actividades que se obtienen al tomar como referencia los gustos e intereses del turista.

El concepto de actividades turísticas está definido en el Estatuto Ordenador de las Empresas y Actividades Turísticas, según el Real Decreto 231 de 14 de enero de 1965 de este modo: “todas aquellas (actividades) que de manera directa o indirecta se relacionan o pueden influir predominantemente sobre el turismo, siempre que lleven consigo la prestación de servicios al turista, tales como transporte, venta de productos típicos de artesanía nacional, espectáculos, deportes, manifestaciones artísticas, culturales y recreativas y especialmente las profesiones turísticas”.

El ámbito del turismo ha experimentado una considerable diversificación en los últimos tiempos, relacionada con las tipologías turísticas, ya que la extensión de las distintas motivaciones que influyen en el turista a viajar han ido en aumento, por las diferentes características de los destinos y por la singularidades de cada servicio de turismo.

El clásico turismo de sol y playa, predominante en el pasado, ha dejado paso a los distintos tipos de turismo que conocemos hoy en día. Las diferencias se dejan ver tanto a nivel tipológico como al del perfil del visitante.

Según aspectos temáticos, podemos distinguir entre una gran variedad de turismo, de los que destacamos, analizamos y desgranamos los que vienen a continuación.

 

2.1.1. Turismo cultural

Conjunto de actividades enfocadas a ofrecer ciertos conocimientos del ámbito cultural al turista desde un punto de vista del ocio y el tiempo libre. El público consumidor suele buscar el disfrute mediante la adquisición de valores culturales característicos de la zona en cuestión.

El turista cultural suele cumplir ciertas características comunes en este ámbito, como un alto nivel intelectual, interés por el pasado histórico de la zona y con voluntad de aprendizaje cultural constante.

Dentro del turismo cultural, las actividades se engloban, entre otros, en los siguientes grupos:

  • Religioso. Cuando la razón del viaje es visitar y rendir culto a las imágenes y símbolos que se veneran en las diferentes religiones. Los destinos dependen, en gran medida, de la religión para la atracción turística. Las peregrinaciones también se erigen como una actividad relevante en el turismo religioso, aunque incluye también otros ámbitos.
  • Lúdico-festivo. El motivo del viaje se basa en las opciones lúdicas como son los establecimientos, las discotecas, los centros de ocio o los actos festivos.
  • Literario. Se habla de turismo literario cuando los fines del viaje son recordar el libro de viajes, visitar los lugares protagonistas en alguna obra o donde naciese el autor, así como completar alguna ruta descrita en algún libro.
  • Histórico-patrimonial. Actividades relacionadas con el sector artístico (escultura, arquitectura, pintura y de carácter urbanístico). Encontramos tres subcategorías dentro de esta tipología de turismo:

         – De exposiciones. El carácter histórico-arquitectónico se reduce a espacios concretos y marcos determinados, como los museos, salas de exposiciones o pinacotecas.

         – Arquitectura popular. Es resultado da la herencia histórica y arquitectónica de los pueblos que en el pasado ocuparon ese territorio.

         – Monumental. Se presenta como un contexto voluminoso y grandilocuente, encontrándose en lugares de gran concentración patrimonial.

  • Étnico (folklore). En este grupo se encuadran las actividades relacionadas con los rituales de los distintos territorios, como la música, las danzas, los cantes o las manifestaciones artesanales.
  • Gastronómico. Las actividades se centran en el ámbito de la gastronomía, pudiendo degustar platos típicos de la zona, así como los vinos en los terrenos propios para ello.
  • Industrial. Es de las más recientes y tiene el fin de conocer el funcionamiento económico de la zona. Se basa en guías organizadas a empresas de cualquier sector para mostrar sus instalaciones o metodología de funcionamiento. Zonas especializadas en determinados productos (vinos, plantaciones frutales, minas, etc.).
  • De formación. Cuando el aprendizaje cultural y profesional del turista es la motivación del viaje.
  • De acontecimientos singulares. Aquellas actividades de las que el turista es espectador pasivo, ya que observa el acto (teatro, danza, música) sin participar de él.

 

2.1.2. Turismo deportivo

Hablamos de turismo deportivo cuando el deporte es el gran atractivo de estos viajes, independientemente de la tipología de deporte de la que se trate. El turista puede cumplir dos papeles: protagonista o simple espectador. En los últimos tiempos, este tipo de turismo ha experimentado un aumento considerable.

Los lugares más visitados serán los que reúnan las condiciones para practicar determinados deportes.

Destacan en el turismo deportivo estas categorías:

  • Deporte de invierno.
  • Turismo náutico.
  • Golf.
  • Caza y pesca.

Podemos distinguir entre las siguientes divisiones:

  • Turismo deportivo clásico. Son aquellos deportes que cuentan con una base sólida histórica debido al tiempo que llevan siendo practicados de forma continua.
  • Turismo deportivo activo. Cuando el turista realiza y protagoniza cualquier actividad deportiva.
  • Turismo deportivo alternativo. Se suele relacionar, de forma errónea, exclusivamente al deporte de riesgo. No obstante, el deporte alternativo consiste en aquella actividad que haya surgido recientemente y que propone una alternativa al deporte clásico.
  • Turismo deportivo pasivo. En este caso, el turista no realiza la actividad deportiva, sino que la disfruta desde la perspectiva del espectador.

 

2.1.3. Turismo de aventura

Diferenciamos dos categorías: circuitos de aventura y deportes de aventura:

  • Circuitos de aventura. Este tipo de turismo no se centra en la realización de actividades deportivas, sino que se basa en la especial naturaleza de determinados lugares que ofrezcan dificultades en sus transportes, alojamientos, manutención, etc. El personal habitual en estos viajes suele corresponderse con gente joven y con nivel económico bajo-medio. Los destinos más visitados son los desiertos, selvas o cadenas montañosas repartidos por África, América y Asia.
  • Deportes de aventura. Actualmente continúan surgiendo nuevos deportes considerados de aventura, que renuevan y amplían la oferta que ya proponían los deportes de aventura tradicionales. Entre los deportes de aventura encontramos el paracaidismo, puenting, rafting, senderismo, escalada, surf, alpinismo, parapente, motocross, rappels, etc.

El público potencial es joven, dinámico y amante del riesgo, con un nivel económico medio. A causa de la enorme diversidad que encontramos, los cinco continentes albergan puntos de interés en este tipo de turismo.

 

2.1.4. Turismo ecológico

Así se conoce al tipo de turismo que se lleva a cabo en el ambiente de un espacio natural que no esté modificado por la huella del hombre. Los puntos de interés en este turismo recaen en los paisajes, el clima, y la flora y fauna por su carácter educativo, científico y el meramente estético.

Se suele realizar en lo que se conoce como ámbitos rurales, aunque también suponen un buen lugar aquellas zonas prácticamente vírgenes o con señales de poca o ninguna actividad. Diferenciamos entre:

  • Turismo verde. Conlleva un interés superior en cuanto a la ciencia y al aprendizaje que rodea al paisaje, a la vegetación y a los animales. Suele realizarse en parques naturales, reservas y otras áreas protegidas. Los parques nacionales de EEUU o las selvas americanas y africanas son los lugares más demandados. El turista ha de manejar ciertas inquietudes por la cultura de la naturaleza.
  • Turismo de montaña. Se trata de realizar actividades de turismo en un paisaje montañoso, normalmente relacionado con el entorno de los bosques.
  • Turismo fluvial.Actividad que se lleva a cabo en una embarcación que se desplaza por aguas en calma del curso bajo de un río. Accesoriamente a este turismo, se incluyen también actividades deportivas o culturales, lo que le hace estar estrechamente relacionado con el turismo cultural y el deportivo. Quedan fuera de este grupo las actividades en aguas bravas, ya que a pesar de ser en río, su carga deportiva es superior y predominante ante cualquier otra.

 

2.1.5. Turismo rural

Este tipo de turismo, que que también recibe el nombre de turismo de interior, consiste en la agrupación de actividades que se realizan en entornos naturales o en reducidas poblaciones rurales, centrándose en la cultura o los valores locales. Esta clase de turismo sirve como accesorio a la economía tradicional, posibilitando los movimientos de visitantes y receptores de estos. El descanso, la tranquilidad y los paisajes son las características propias de este tipo de turismo.

Para alojar a los turistas, encontramos hoteles y casas rurales en entornos apropiados para disfrutar de las características que anteriormente se nombraban.

La OMT diferencia entre turismo rural y de naturaleza, estimándolos dos tipos distintos, ya que suponen motivaciones dispares y, por tanto, se requieren servicios específicos en cada uno de ellos.

Sin embargo, a la hora de la verdad resulta complejo distinguir ambos tipos, debido a que una buena parte del turismo rural se ha desarrollado en espacios naturales (parques naturales). Tanto es así que algunos de estos puntos se han convertido en símbolos del turismo rural.

A nivel general, el turismo rural ha de cumplir los siguientes requisitos:

  • El turismo rural ha de practicarse en un medio rural.
  • La demanda del turismo rural se basa en la voluntad de entrar en contacto con un entorno natural y escapar de la masificación de los núcleos urbanos.
  • Necesita del uso sostenible de los recursos.
  • Ayuda a estimular las economías de carácter local.
  • Requiere cierta calidad de administración y diseño, además de intentar y perseguir la integración de la sociedad local.
  • Precisa un desarrollo previsto anteriormente, sin excederse de ciertos limites, para evitar la masificación y un alto impacto en el medio.

El turismo familiar y de tercera edad conforman el público principal del turismo rural, sin olvidar el turismo joven organizado (excursiones, campamentos, etc.).

Las opciones reales más destacadas para disfrutar de este tipo de turismo son:

  • Turismo residencial. Ocurre cuando el turista permanece de forma constante en una segunda residencia que se encuentra en el ámbito rural, habitualmente una casa rural reformada o situada en una urbanización.
  • Agroturismo. Cuando el turista se incorpora y forma parte de la actividad que realice el campesino que se aloja y posibilita la participación temporal en ese estilo de vida.

 

2.1.6. Turismo termal

Conocido como turismo de salud o balneario, esta clase de turismo es uno de los más longevos que existen, conformando, además, una de las partes del turismo más al alza.

El objetivo se basa en conseguir un bienestar tanto físico como psicológico en el cliente, a través de terapias de carácter natural, como pueden ser, entre otras:

  • Chorros de agua.
  • Algas.
  • Fangos.
  • Masajes.
  • Baños variados.
  • Aguas minero-medicinales.

Desarrollado habitualmente en balnearios, este turismo ha ido evolucionando hasta llegar a realizarse en clínicas específicas, las cuales venden ofertas y modalidades del tipo antiestrés, estético o curativo.

 

2.1.7. Turismo de sol y playa

Aunque históricamente se ha de englobar en el turismo de salud, el de sol y playa se ha convertido en uno de los turismos más demandados. Consiste, lógicamente, en desplazarse hasta una zona costera para pasar épocas calurosas en sus aguas y disfrutar del sol y el buen clima. En algunas zonas del interior puede desarrollarse de forma semejante, ya sea en lagos, ríos, embalses, etc. Por tanto, su relación con el turismo de salud queda nítidamente demostrada.

A nivel nacional, destaca gran parte de las zonas litorales incluidas las islas, aunque podemos nombrar lugares como la Costa del Sol, la Costa Brava, la Costa Blanca o la Costa Dorada.

En lo que se refiere a territorio internacional, podemos destacar las regiones mediterráneas, caribeñas y del Pacífico.

 

2.1.8. Turismo de nieve

Supone, junto al de sol y playa, una de las muestras más claras de turismo masivo. Se desarrolla en un entorno montañoso donde, previamente, se han puesto en marcha ciertas infraestructuras para aprovechar las zonas de nieve.

Encontramos dos variedades de turismo de nieve:

  • Turismo nórdico o de fondo. Usos menos intensos, así como necesidad de unas instalaciones más básicas.
  • Turismo alpino. Este precisa unas instalaciones más completas.

El turismo de nieve participa en lo que entendemos por turismo deportivo, aunque sus características recomiendan una consideración independiente.

 

2.1.9. Turismo de cruceros

Se trata de realizar una ruta por diferentes emplazamientos geográficos viajando en un barco. Esta modalidad se remonta al siglo XIX. Este tipo de turismo va desde un pequeño viaje de unas horas hasta la vuelta al mundo en crucero. Debido a la demanda, estos viajes se han diversificado notablemente en los últimos tiempos.

El público más habitual en este tipo de turismo es el individual y el colectivo, personas que desean disfrutar del descanso y el mar. Normalmente, este público suele poseer un nivel económico medio-alto.

Podemos diferenciar entre cruceros fluviales (Rhin, Nilo, Amazonas, etc.) y cruceros marítimos (Mediterráneo, Caribe, Escandinavia, etc.).

 

2.1.10. Turismo de negocios

Se refiere al turismo que surge de los viajes relacionados con el trabajo y el sector profesional. Dependiendo de la motivación del viaje, podemos distinguir entre:

  • Turismo de empresa. El turista busca efectuar un negocio en el punto de destino, así como acudir a ferias o reuniones empresariales.
  • Turismo industrial. Consiste en realizar visitas a empresas (independientemente del sector) para conocer ciertos aspectos de su funcionamiento.
  • Turismo de incentivos. El turista realiza el viaje como premio que le otorga la empresa por su trabajo. Este tipo de turismo se realiza con actividades de recreo y ocio para motivar y estimular a los trabajadores. Se puede realizar también con clientes o socios.
  • Turismo de familiarización (Fam Trips). Se trata de la organización de viajes y visitas para personal dedicado a la venta con el objetivo de poder adquirir conocimientos del servicio o producto que intentarán vender posteriormente. Por tanto, la protagonizan empleados principalmente, y no tienen destinos predilectos, ya que la diversidad es alta.

 

2.1.11. Otros tipos de turismo

  • Turismo náutico. Relación entre individuos que nace al realizar un viaje por un periodo inferior a un año, con el rasgo característico de que la razón esencial del viaje son las actividades en el agua. Los puertos deportivos, las estaciones náuticas o las distintas embarcaciones son puntos donde se da este tipo de turismo.
  • Turismo de golf. Relacionado con el turismo deportivo, se está imponiendo a otras subcategorías deportivas debido a la gran demanda que existe en la actualidad de este deporte. Se realiza alrededor de campos e instalaciones del golf.
  • Turismo de juego. El turista se desplaza para realizar actividades relacionadas con el juego, como el póker, juegos de azar o los casinos.
  • Necroturismo. Actividades relacionadas con catacumbas y parques cementerios.
  • Turismo de ocio nocturno. La variedad de locales para salir por la noche y el ambiente joven son las características de este tipo de turismo.
  • Turismo espacial. En este caso, el turista experimenta la falta de gravedad y las vistas de la tierra desde fuera de la atmósfera.
  • Turismo solidario. Viajes a lugares que viven situaciones difíciles o de emergencia social donde el turista intenta cooperar y contribuir en la medida que le sea posible.
  • Turismo científico. Actividad de ocio que tiene como objetivo recibir información y conocimientos del medio natural desde una perspectiva científica. Encontramos puntos de interés repartidos por todo el planeta, sitios a los que acude un perfil más o menos concreto de turista, estudiante o relacionado con el mundo de las ciencias, así como interesados por el mundo natural.
  • Turismo de compras o shopping. Está relacionado con el turismo urbano (desarrollar actividades en una ciudad por un periodo entre un fin de semana y una semana) y consiste en elegir el destino dependiendo de las superficies comerciales o el precio de ciertos productos que se encuentren en ese punto geográfico.
  • Turismo vivencial. El turista pasa un periodo de tiempo con una familia que reside en el punto de destino, y así este conoce sus costumbres y vida cotidiana.
  • Turismo de parques temáticos. Se trata de acudir a centros de ocio que se crean acerca de una o varias temáticas, ya sea el mar, historia, fauna, tecnología, ciencias, etc. Podemos distinguir, por tanto, entre parques acuáticos, zoológicos, de fauna marina, tecnológicos, naturales, etc. Además del parque, se habilitan las infraestructuras necesarias para completar la oferta, como restauración, hoteles, etc.
  • Turismo de grandes acontecimientos. Se vincula con las grandes actividades a nivel nacional o internacional que tienen lugar en todos los sectores, sobre todo en el económico, comercial, deportivo, culturales y científicos. Las ciudades de mayor extensión son más propicias a este turismo por tener una mayor capacidad para organizar eventos multitudinarios.
  • Turismo familiar. Sucede cuando el viaje se realiza en familia, con actividades y planes para padres e hijos.
  • Turismo juvenil. El que llevan a cabo los jóvenes que, sin poseer un empleo continuo, y con un nivel adquisitivo más bajo, usan los transportes y hostales más económicos.
  • Turismo de tercera edad. Protagonizado por personas ancianas, este turismo posee características peculiares para satisfacer las necesidades de la edad de los turistas. Está viviendo su auge en los últimos años.

Por último, y dependiendo de la cantidad de gente que elija el lugar de turismo, encontramos el turismo de grupo, de masas y de minorías.

 

2.2. La estacionalidad

La estacionalidad hace referencia a la concentración de la demanda turística en determinadas épocas del año. Esta demanda no mantiene un comportamiento constante durante el año, ya que suele acumularse alrededor de ciertas fechas, siendo concretamente este hecho el que se conoce por estacionalidad.

Los aspectos causantes de este fenómeno hay que relacionarlos a factores de demanda y de oferta. Algunos de ellos, como los días festivos y la acumulación de vacaciones en el trabajo y ámbitos estudiantiles en verano, condicionan a que gran parte de los desplazamientos se produzcan en la época estival.

A pesar de esto, la estacionalidad se puede relacionar también con lo que pueda ofrecer el lugar de destino, como el clima (especialmente en turismos como el de sol y playa, temporadas del turismo deportivo, etc.). Los establecimientos y sectores relacionados con el turismo, de esta forma, han terminado por adaptarse a esta estacionalidad, diferenciando entre temporada alta, media y baja. La estacionalidad puede conllevar efectos negativos de diferente índole para las zonas turísticas, entre los que encontramos los siguientes:

  • Rentabilidad empresarial. Las empresas se dedican a hacer grandes inversiones en elementos e instalaciones que solo serán demandadas durante un corto periodo de tiempo.
  • Efectos medioambientales negativos. Sucede a causa del incremento de la producción de residuos, el fuerte vertido de aguas residuales al mar o al exceso de ocupación de ciertos parajes naturales.
  • Sobredimensión de ciertas infraestructuras públicas. Para afrontar las épocas de mayor demanda, se emplean excesivamente la electricidad, el agua o los transportes. La saturación puede empeorar el servicio que se ofrece.
  • Cualificación de la mano de obra. La estacionalidad obliga a los trabajadores a realizar otras tareas durante el resto del año, por lo que se hace muy difícil que estos se profesionalicen de forma profunda.

En casi todos los destinos turísticos de importancia se llevan a cabo técnicas y métodos que contribuyen a la disminución de la estacionalidad, repartiendo de forma más igualitaria los flujos de viajeros a lo largo del año. Existen opciones más variadas en cuanto a las vacaciones en la actualidad, lo que favorece la reducción de la estacionalidad.

Los datos nos arrojan conclusiones interesantes, como que la estacionalidad se ve disminuida en el turismo interno en comparación con el externo, siendo España un caso claro en este sentido.

Otra de las prácticas que ayudan a evitar la estacionalidad es la postura cada vez más extendida del turista de huir de las aglomeraciones, siendo más independiente en este aspecto. Además, existen ciertas edades que también influyen en la estacionalidad, ya que la tercera edad suele disponer de una mayor disponibilidad a lo largo del año.

Como último factor, pero no menos importante, está el precio, aunque no se debe abusar de este campo. Los riesgos recaen en que, si se elevan demasiado los precios en las temporadas altas para evitar la estacionalidad, puede traducirse en una escasa afluencia, mientras que si se bajan demasiado en el resto del año, puede afectar a la imagen del establecimiento o servicio, así como a la rentabilidad de los mismos.

Pautas a seguir de forma general para evitar esta estacionalidad:

  • Incentivar programas de temporada que no sean únicamente para la alta.
  • Ofrecer una gama más amplia y global en cuanto a épocas del año, diversificando la tipología del lugar.
  • Impulsar nuevas opciones en tipologías que ya existen.,

El análisis del turismo ha de hacerse conjuntamente al aspecto social, ya que esta es una práctica muy relacionada con la sociedad. El eje principal del turismo va encaminado a satisfacer el placer personal, concepto muy diversificado según el tipo de persona que lo protagonice. Es a partir de 1950 cuando la forma de vida empieza a permitir el crecimiento del turismo, viviendo un importante auge en las actividades relacionadas con los viajes de relax y ocio.

Esta actividad de viajar se convierte en turismo cuando el turista puede costearse un viaje en el aspecto económico y en la disponibilidad (periodo vacacional), erigiéndose el turismo como un acto que nos aleja de la rutina y que se debe a una decisión personal. Así, el turismo se empieza a entender como una actividad de masas, la cual puede ser realizada por casi toda la población.

 

2.3. Factores generadores del turismo

Hemos de estudiar las distintas motivaciones que llevan al turista a serlo, ya que otros individuos que reúnen los requisitos para ser turistas no se deciden por ello. Por tanto, encontramos varios agentes externos que influyen en la actividad turística.

 

2.3.1. Factor económico (poder hacerlo)

Es uno de los aspectos más relevantes, ya que supone la posibilidad real de poder llevar a cabo algo, hecho que refuerza las intenciones del turista.

La nueva situación económica de la segunda mitad del siglo XX, así como la reducción de los costes del turismo, hacen esta actividad más generalizada.

Para que el turismo se dé existen diversas causas, pero el factor económico es primordial ya que, aunque se reúnan el resto de requisitos, es la disponibilidad de dinero la que permite que la actividad turística pueda llevarse a cabo o no.

Además, la macroeconomía de los países también tienen mucho que decir en el turismo, debido a que este precisa de ciertas instalaciones, infraestructuras y servicios que únicamente podrán llevarse a cabo con el apoyo económico del país. Tanto es así que los estados desarrollados tienen muy en cuenta al turismo en su economía, ya que son conscientes de la importancia de este sector para la estabilidad financiera.

 

2.3.2. Factor cultural (querer hacerlo)

En este aspecto, se precisa de la intención e inquietud del turista por conocer otras costumbres, territorios y culturas diferentes a la propia, ya sea en el mismo territorio (interno) o fuera del mismo (externo).

Los países desarrollados estimulan, mediante la educación y el desarrollo de una visión activa y positiva, conocer otras formas de vida, creando una conciencia que será clave a la hora de decidir hacer un viaje.

Realmente, no es tan relevante la causa del viaje como el hecho de verlo como una actividad positiva, sea cual sea el objetivo de esta.

 

2.3.3. Factor mediático (saber hacerlo)

En la época en la que el turismo se erige como actividad de masas, también encontramos un adelanto que facilitará mucho el tránsito de viajeros. La explosión de las telecomunicaciones hicieron que, además de informar de lugares y de la moda del turismo, pusiera a disposición del consumidor la información sobre la manera idónea para preparar y efectuar un viaje.

Antes de la era de la información, los datos que se conocían acerca de otros territorios llegaban en gran parte de la mano de la literatura, y lo que ahora vemos normal y nos ayuda a elegir destino (imágenes e información en televisión, radio, cine, prensa, revistas o internet) antes era una odisea prácticamente imposible de conseguir.

Al margen del papel publicista, la tramitación de vuelo, reserva de alojamiento y demás detalles del viaje hacen que el mismo sea más atractivo por su facilidad para el turista, a la vez que hace disminuir la desconfianza o el miedo.

 

2.4. Importancia socio-económica del turismo

La actividad turística ha supuesto una gran fuente de ingresos en los últimos años para la sociedad, destacándose como una pieza clave en el sector servicios.

La relación entre economía y sociedad está muy presente en el turismo.

 

2.4.1. Turismo e infraestructura

El turismo precisa de ciertas inversiones en infraestructuras, lo que redunda en la población del lugar en cuestión, ya que instalaciones como aeropuertos, carreteras o establecimientos de ocio o restauración serán disfrutadas tanto por visitantes como por ciudadanos de la localidad, región o país.

Si hablamos de un turismo cultural o relacionado con la naturaleza, podemos encontrar una conciencia y defensa en el lugar en cuestión de las tradiciones, rasgos culturales o la naturaleza. Para la sociedad se erigen como importantes elementos culturales y económicos (por lo que suponen el turismo para estas localidades) los monumentos históricos, museos o construcciones peculiares, por lo que los ciudadanos se encargarán de su cuidado y protección.

 

2.4.2. Turismo y empleo

Es obvio el peso que tiene el turismo en el aspecto laboral de la zona. El turismo da lugar a una gran cantidad de puestos de empleo, ya sea de forma directa o indirecta, sobre todo tras el aumento de las empresas del sector en los últimos tiempos.

Solo en Andalucía, la producción vinculada de forma directa al turismo supone más del 10 % de la economía, lo que se traduce en una creación de casi 200.000 puestos de trabajo. Sin embargo, uno de los problemas que tiene el empleo en el turismo es la estacionalidad de esos puestos de trabajo aunque, como vimos anteriormente, es un aspecto que se va reduciendo en la actualidad.

 

2.4.3. Turismo y producción

Al margen del beneficio directo que supone el turismo para la economía, hay que detenerse en los mercados que, aunque sea de un modo indirecto, repercuten en la situación financiera del lugar y, por ende, del sector relacionado con el turismo.

Empresas del sector hotelero y de restauración, empresas relacionadas con la edición de publicaciones que traten el tema, empresas de servicios relacionados con alguna actividad o los comercios que se ocupan de los productos autóctonos y típicos del territorio. A un nivel inferior, pero también presentes, encontramos sectores como la cultura o la formación, debido a que el turismo une varias formas de entender la vida, compartiendo culturas mediante las promociones del destino y eliminando posibles tópicos generalizados que la literatura haya podido establecer en tiempos anteriores sobre ese lugar.

En resumen, se podría decir que el turismo ha de suponer una vía para que toda la población mundial pueda comunicarse, entenderse e intercambiar aspectos tan diversos como necesarios.