PUNTO 1. LA SOCIOLOGÍA DEL OCIO
1.1. La sociología del ocio, nueva disciplina
La sociología es la ciencia encargada de estudiar la sociedad y las modificaciones que tienen lugar en ella. Por ello, una vez que el ocio toma importancia, se desvincula de los procesos de trabajo y se convierte en una disciplina orientada al estudio de este tiempo de consumo personal y de las diferentes formas para ocuparlo. Concretamente, esto es responsabilidad de la sociología del ocio.
La sociología del ocio tiene su origen alrededor de la segunda década del siglo XX, en EE.UU y después se extiende a Europa y la Unión Soviética tras la Segunda Guerra Mundial.
Este proceso se produce al mismo tiempo que la creación del Estado del Bienestar y surge como algo fundamental para ofrecer una respuesta a una configuración social nueva, en la que el tiempo libre ocupa un espacio importante en la vida de las personas, de forma cuantitativa y cualitativa.
1.1.1. El ocio después de la Segunda Guerra Mundial
Tras la destrucción generada por la contienda mundial, aparece una moral más hedonista y vitalista, que elimina a la que ponía como prioridad el esfuerzo y el sacrificio, característica de la época anterior.
Además, a partir de los años 50 se genera un incremento del nivel de vida, que dedica mayor tiempo a disfrutar y para esto, más recursos. De esta forma, el tiempo libre comienza a convertirse en un tiempo de consumo personal.
Esto permite conseguir que el tiempo libre gane un valor económico más alto y que sea más reconocido. El tiempo libre empieza a estar bien visto también por los economistas en esta época, lo que ayuda a mejorar las condiciones de la fuerza de trabajo.
Con la sociedad de consumo, el tiempo libre y el ocio ganan un sentido nuevo.
El ocio pasa a ser un producto que puede conseguirse y, de esta forma, se crea un mercado.
Para abastecer este mercado, se requiere una inversión de trabajo y capital.
En estas condiciones, el mercado del ocio irrumpe en las leyes capitalistas y la industria del ocio, que se posiciona como una de las más crecientes y con mayores expectativas.
1.2. El ocio en la sociedad del conocimiento
La última modificación cualitativa en el disfrute del ocio tiene lugar con la llegada de la sociedad postindustrial, que puede considerarse la época del esplendor del ocio.
En la actualidad, el ocio cuenta con un carácter más activo y es prácticamente una necesidad. El ocio está ya desvinculado del trabajo y se refuerza como un elemento fundamental que permite una mejora de la calidad de vida y de la satisfacción personal.
1.2.1. Factores que lo propician
Algunos de los cambios que produjeron el cambio de la sociedad industrial a la postindustrial, también denominada del conocimiento, son los siguientes:
Estos factores hacen que las actividades de ocio se puedan planificar y organizar con anterioridad.
1.2.2. Globalización y cultura del consumo
En la sociedad actual, se ha ido desarrollando la cultura de consumo, en la que el consumo de bienes y servicios se produce de forma indiscriminada, por encima de las propias necesidades básicas. Esto provoca nuevos estilos de vida, hábitos de compra y consumo y un gran cambio en los valores originales del consumidor, sobre todo en los más jóvenes.
1.2.3. El turismo
Antes viajar era un privilegio que sólo una pequeña parte de la población podía permitirse, la denominada clase media y la alta. Pero la llegada del automóvil en la sociedad, hizo posible que alrededor de los años 60 los ciudadanos comenzaran a viajar, primero fines de semana y más tarde en los periodos vacaciones.
Esto fomentó el turismo interior. Familias completas recorrían las carreteras españolas visitando otras regiones, conociendo sus costumbres, cultura, etc.
Con el Estado del Bienestar, el turismo, exterior e interior, creció. De hecho, el turismo hoy en día es una de las fuentes de riqueza de nuestro país.
1.2.4. Los medios de comunicación: de la televisión a las redes sociales
La irrupción de la televisión en los años 60 fue un factor clave en la forma de ocupar el tiempo libre. Los ciudadanos pudieron experimentar cómo invertir parte su tiempo libre viendo programas de televisión. En los primeros años con oferta limitada y en blanco y negro. Después, la televisión en color consiguió incrementar el número de personas que querían pasar su tiempo viéndola.
Con la llegada de las cadenas privadas en los años 90 y con la implantación de la TDT, la oferta televisiva ha aumentado notablemente.
También, en los últimos años, con la generalización del empleo del ordenador y la llegada de Internet se ha producido un cambio importante que está condicionando las relaciones sociales, el acceso a la información y las comunicaciones interpersonales, además del uso del tiempo libre.
Los valores y actitudes nuevas crean un modelo novedoso de la relación humana, que influye en las relaciones individuales y en las formas asociativas y de participación.
1.3. El tiempo libre y el ocio como derecho humano
La condición de ciudadano y ciudadana no puede entenderse al margen del derecho al ocio y al tiempo libre, por ello, son bienes que debemos proteger y mantener a través de experiencias, desde la infancia hasta la vejez.
El ocio y el tiempo libre son necesidades humanas que únicamente se pueden satisfacer con su reconocimiento como derecho social, básico e irrenunciable para la dignificación de las personas y una mejora en la calidad de vida.
El ocio y el tiempo libre aportan indicadores que permiten reconocer situaciones de bienestar psíquico, físico y social, asociadas a la salud y la identidad personal.
Para lograr que el ocio sea un derecho real, el resto de derechos sociales también deben ser reales y que haya una satisfacción real de las necesidades de los ciudadanos, mediante las ofertas públicas de servicios y prestaciones.
PUNTO 2. LA PEDAGOGÍA DEL OCIO
Aunque la escuela y la familia son la forma educativa con más importancia, no es la única, ya que también puede aprenderse fuera de ellas.
2.1. Los antecedentes de la pedagogía del ocio
A finales del siglo XIX surgen una serie de movimientos e instituciones que ofrecen actividades educativas con recursos, objetivos y ámbitos de actuación distinta a las que las instituciones convencionales, como la escuela o la familia, presentan. Las instituciones con mayor importancia en este sentido fueron los movimientos juveniles y las colonias de verano.
2.2. Factores que propician la pedagogía del ocio
La pedagogía del ocio aparece en un momento en el que los cambios de la sociedad piden nuevas herramientas para canalizar el incremento del tiempo libre disponible e integrarlo, de una forma armónica, en la vida cotidiana.
Algunas de estas modificaciones son las siguientes:
2.3. Fundamentos pedagógicos de la educación en el tiempo libre
2.3.1. Misión de la pedagogía del ocio
La misión es educar en y para el tiempo libre.
Ambos conceptos pueden ser complementarios, utilizando la fórmula que mejor define al objeto de la pedagogía, educar a través del ocio.
Las actividades de la pedagogía del ocio tienen que ser consecuentes con los objetivos de una verdadera educación a través del ocio, como se recoge en la Carta Internacional, donde consta que la finalidad básica es desarrollar valores y actitudes de las personas y aportarles conocimientos y habilidades que hagan que se sientan más seguras y puedan disfrutar más de la vida. Esto refleja que, además de para el trabajo y la economía, la educación es esencial para el desarrollo de la persona, como miembro de una sociedad.
2.3.2. Objetivos educativos del ocio
La pedagogía del ocio es necesaria porque este tiene cada vez más importancia en nuestra sociedad, por ello, debemos ayudar a satisfacer los objetivos y finalidades siguientes:
2.4. Los agentes de la educación del ocio
Como derecho y como necesidad, el ocio cuenta con una gran variedad de instituciones, medios y recursos con los que se puede concretar. Entre estos, están la familia, la escuela y las comunidades locales y colectivas del ocio.
2.4.1. La familia
Un gran número de vivencias desarrolladas en el tiempo libre de las personas ocurre en el ámbito de la vida privada y en los grupos primarios, en los que se encuentra la familia.
La familia es la matriz natural más necesaria en la configuración del ocio y de las actividades que se realizan en el tiempo libre, pues es el agente más importante para orientar, posibilitar y aportar contenido en el tiempo libre de los niños, niñas y jóvenes.
En la infancia el tiempo libre está circunscrito a las decisiones y ejemplos de padres y madres. La familia forma una comunidad de ocio, aunque no todas sus conductas forman parte del ocio ni todas las conductas de ocio tienen lugar e el seno familiar.
2.4.2. La escuela
En la escuela, los objetivos que tienen que ver con el ocio, se tienen que lograr mediante el desarrollo de valores, actitudes, conocimientos y destrezas que intenten una integración adecuada de las dimensiones cognitivas, físicas y afectivas que tienen cabida en la configuración de la personalidad de los escolares.
La escuela debe poner atención en la educación del ocio y para el ocio, partiendo de experiencias educativas innovadoras, pensadas con una visión transversal y globalizadora.
Además el personal docente, es conveniente que participe personal formado para permitir una mejor proyección sociocultural, a través de actividades educativas que se complementan con la experiencia escolar, como monitores, educadores, animadores, etc.
PUNTO 3. LA ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL Y LA EDUCACIÓN EN EL TIEMPO LIBRE
La animación sociocultural es una práctica educativa, por lo que las actividades de animación efectuadas en el tiempo libre, deben mantener también un carácter educativo.
3.1. Modalidades de educación
La animación sociocultural entendida como práctica educativa, aparece, por lo general, dentro de la educación no formal. Por ello, es necesario explicar la relación que existe entre los otros dos tipos de educación: la formal y la informal.
3.1.1. La educación formal
Es la que comprende la instituciones y medios de enseñanza y formación que se encuentran dentro de la estructura jerarquizada, graduada y oficializada.
Se trata de las instituciones que otorgan títulos académicos de validez oficial y están integradas dentro del organismo educacional de un país concreto.
En España, encontramos los niveles de: enseñanza primaria, secundaria obligatoria, postobligatoria y universitaria.
3.1.2. La educación no formal
Es el área educativa compuesta por el conjunto de instituciones y medios educativos intencionales, con objetivos planteados, que no pertenecen al sistema de enseñanza reglada.
Los medios que componen este sector cuentan con objetivos muy variados:
educación permanente y de personas adultas, educación para el tiempo libre y la educación sociocultural, reciclaje profesional, etc. Estos medios son heterogéneos en relación a objetivos, procedimientos y lugares en los que se imparte esta educación.
3.1.3. La educación informal
Está construida por el conjunto de procesos y factores que crean efectos educativos sin tener que concebirse expresamente para este objetivo, es decir, de manera no intencionada y sin planificación. Por ejemplo: el cine, la familia, la televisión, los periódicos, la naturaleza, la literatura, etc.
3.2. El medio educativo
El medio educativo es el conjunto de elementos que participan entre ellos y con el educando, presentando una mínima unidad estructural educativamente notable. Son, por ejemplo, las ludotecas, la familia, la escuela, el barrio, etc.
Para poder realizar una aproximación que evalúe la educatividad del medio, debemos atender a los siguientes factores:
3.2.1. El animador como configurador del medio educativo
El educador es la persona que habla, dialoga, aconseja, propone, anima, explica, escucha, etc.
La variedad de actividades que pueden considerarse como ocio es bastante amplio, por su contenido y por la actitud con la que se llevan a cabo.
3.3. Elementos a considerar en los micromedios de ocio
3.3.1. Las personas implicadas
En todo ámbito educativo, existen dos agentes principales: el educador, en este caso monitor, y el educando, es decir, las personas destinatarias, para las que se orientan las actividades.
El monitor o la monitora deben conocer adecuadamente la realidad con la que van a trabajar y, en consecuencia, tener información acerca de las personas, sus intereses y necesidades.
En caso de que el grupo sea muy reducido y estable, la información tendrá que ser mucho más exacta, incluyendo aspectos como la edad, los intereses, las preocupaciones, etc.
3.3.2. El espacio y el entorno
El espacio y el entorno en el que se desarrollan las actividades deben elegirse atendiendo a las circunstancias de cada momento y el proyecto en el que se trabaja. Algunos de los criterios que podemos considerar pueden ser:
Las actividades van a variar también según el entorno en el que se encuentre el equipamiento, de forma que las posibilidades serán distintas si se desarrollan en un espacio urbano o un medio natural.
Para elegir el espacio también tendremos que considerar las siguientes pautas operativas:
3.3.3. El tiempo
Las actividades socioculturales tienen lugar, por lo general, durante el tiempo libre. Por esto, esta intervención debe producirse durante el tiempo en el que las personas que participen no estén cumpliendo obligaciones ni trabajando.
El tiempo con el que se cuenta para cualquier actividad va a condicionar la propia intervención educativa. Ya que no será igual contar con unas horas, unos días o unas semanas.
La frecuencia, el horario o los días en los que tiene lugar una experiencia deben seleccionarse minuciosamente, pues dependiendo de la forma en la que el tiempo se planifique, se va a contar con mayor flexibilidad o rigidez y la persona, por tanto, se sentirá libre o controlada. El uso del tiempo es educativo, ya que es útil para aprender a valorarlo, organizarlo y rentabilizarlo.
3.3.4. Los sistemas de comunicación
Para que los miembros de un grupo o una comunidad contacten entre sí, deben formarse canales de comunicación horizontales. Es esencial que se mantenga la igualdad comunicativa. Para ello, todo el mundo debe poder opinar en igualdad de condiciones y ser escuchado, y serán los monitores los encargados de promover esta red de comunicaciones, a través de reuniones, asambleas, etc.
Es importante reforzar al máximo la comunicación espontánea y ofrecer ayuda a las personas que presenten más dificultad o se comuniquen menos.
Se recomienda emplear también canales diferentes a los orales, por ejemplo, cartas de opinión, buzones de sugerencias, etc.
3.3.5. Las normas
Supone la disposición de criterios o principios para regular los distintos aspectos de una situación. Se trata de acuerdos explícitos entre los miembros de un grupo, acerca de las actitudes que tienen que observarse durante el trabajo del grupo.
Hay que procurar lograr una responsabilidad compartida, aprender a trabajar con los demás, tomar decisiones comunes y solucionar conflictos y problemas que vayan surgiendo.
La participación del monitor tiene que garantizar que el establecimiento de la normativa sea la mejor y más útil para el grupo. En el caso de transgresiones a la norma, es esencial que el propio grupo sea el encargado de adoptar posturas y decisiones.
Podemos distinguir dos tipos de normas:
Habría que lograr un equilibrio entre las normas y la libertad, pues lo ideal sería poder proceder con libertad dentro de un marco trazado por las normas.
3.4. La educación en valores en el tiempo libre
La educación en valores es uno de los puntos claves de la intervención sociocultural, entendida como la adopción de las conductas y actitudes que se encuentran en armonía con lo que la sociedad considera adecuado.
Algunos de los valores que se fomentan en los grupos y colectivos sobre los que los monitores ejercen durante su trabajo en el tiempo libre son:
PUNTO 4. EL OCIO INCLUSIVO
De manera tradicional, se han seguido estrategias de integración para favorecer el acceso al ocio de grupos más desfavorecidos, ya sea por razones de discapacidad, orientación sexual, etnia, etc. En cambio, cada vez más, las estrategias inclusivas se imponen para asegurar que todas las personas, independientemente de las necesidades de cada una, puedan vivir su vida y, por consiguiente, el ocio, de forma libre e independiente.
4.1. La estrategia integradora
Esta estrategia nace del principio de que el colectivo de personas con discapacidad o necesidades concretas forma un grupo social desfavorecido que, mediante las acciones y apoyos que la sociedad les ofrece, pueden seguir una vida normalizada.
Por ello, estas personas son receptoras de programas, servicios y prestaciones sociales para suplir la deficiencia y poder vivir de forma integrada dentro de la sociedad.
De esta forma, el ocio integrador se orienta a las personas con necesidades concretas y su objetivo es hacerles más fácil el acceso a distintas experiencias de ocio. El canal para lograrlo es ofrecerles los recursos y apoyos necesarios para suplir sus limitaciones, para que así puedan intervenir y disfrutar en las actividades de ocio que quieran.
4.2. La estrategia inclusiva
Este principio parte de atender a todas las personas en un mismo plano, pero cada una con características, necesidades y demandas distintas.
Por ello, las estrategias inclusivas se dirigen a intentar que las intervenciones sean lo bastante variadas y aglutinadoras para que incluyan a todas las personas, sin considerar características, particularidades o condiciones de cada una.
Las estrategias de ocio inclusivas se dirigen a lograr que el ocio de las personas con discapacidad o con necesidades especiales sea igual a las del resto de la población.
Esto genera que las propuestas de ocio se organicen y planifiquen pensando en que deben ser aptas para el conjunto de todas las personas. Únicamente de esta forma, puede asegurarse el desarrollo completo y el bienestar de todas las personas en igualdad absoluta.
4.2.1. Principios esenciales en el ocio inclusivo
Algunos de los aspectos claves de la inclusión en el ocio tienen que ver con dos principios básicos:
4.3. Distintos niveles de inclusión en el ocio
Para lograr el mayor grado de inclusión en el ocio, esta tiene que darse a todos los niveles, para que las personas pueden acceder, comunicarse y participar en las diferentes propuestas.
• Inclusión física. Referida a los elementos de las infraestructuras y equipamientos de ocio, que permitan el acceso y utilizarlos a todas las personas. Como, por ejemplo:
– Contar con rampas para salvar desniveles, ya sea a la entrada o la salida del establecimiento.
– Almacenar los materiales en lugares accesibles, para que las personas que usan sillas de ruedas puedan cogerlos sin problemas.
– Elementos de mobiliario creados para ser empleados por todas las personas.
• La inclusión comunicativa. Dirigida a mejorar el acceso a la información y la comunicación, bien a través de la creación de formatos accesibles, la señalización de los espacios o el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación. Algunos ejemplos son:
– Diseño de páginas web, hechas considerando criterios de accesibilidad.
– Señalización del equipamiento accesible en tamaño y contraste, con apoyo táctil o auditivo.
– Subtitulación o autodescripción de vídeos.
• La inclusión social. Presenta algunos elementos dirigidos a hacer más fáciles las relaciones entre todas las personas que intervienen en las propuestas de ocio y, normalmente, con toda la comunidad. Por ejemplo:
– Organizar actividades y dinámicas orientadas a fomentar el intercambio entre las personas.
– Diseñar espacios y planificar algunas condiciones que mejoren la relación interpersonal.
– Difundir el principio de la diversidad como valor, no como impedimento, y conseguir acercar esta realidad a la sociedad.