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Curso: Limpieza Hospitalaria
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Limpieza Hospitalaria

Bloque 1. Iniciación en la limpieza

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Bloque 2. Área de limpieza

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Bloque 3. Protocolo de limpieza

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Bloque 4. Normativa y riesgos

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Tema 1. La limpieza en hospitales

La limpieza realizada en cualquier servicio o establecimiento hospitalario es distinta de la que se lleva a cabo en otros entornos debido, sobre todo, a dos factores básicos: la limpieza ha de ser más exhaustiva y frecuente, al tiempo que las tareas tienen que efectuarse con más minuciosidad.

Si hablamos de la desinfección que tiene que hacerse tras la limpieza correcta, esta variará según las circunstancias propias que la limpieza realizada exija, diferenciando, grosso modo, la regular o concurrente y la terminal.

La higiene de los hospitales es uno de los principios básicos para controlar adecuadamente las infecciones. El entorno hospitalario ejecuta un papel importante en la transmisión de enfermedades y, en ocasiones, se ha asociado a causas directas que han provocado la infección de los pacientes o ha dado lugar a grandes brotes epidémicos, por ejemplo a través de las jaboneras, por ello, la limpieza hospitalaria es imprescindible y totalmente necesaria.

Todo el ambiente que rodea a cualquier paciente tiene que cumplir una minuciosa higiene para evitar infecciones. Esto se consigue manteniendo todo el entorno limpio y seco, eliminando gérmenes que puedan dar lugar a infecciones.

PUNTO 1. GENERALIDADES

No obstante, aunque cada centro hospitalario elegirá el sistema que mejor le convenga a la actividad desarrollada en el centro y adecuará los métodos de limpieza al material empleado y las tareas efectuadas, encontramos una serie de características generales atendiendo a la limpieza hospitalaria:

  • Como hemos citado, el método de limpieza va a ser diferente dependiendo del sector del centro u hospital donde nos encontremos, considerando el tipo de superficie, la cantidad y las características de la suciedad.
  • La periodicidad de la limpieza hospitalaria es menor pero con mayor minuciosidad.
  • Se evitarán, en la medida de lo posible, desinfectantes con sistemas de aerosol, asi como la vaporización con formol o iodopovidona, ya que es más caro y resulta más tóxico para el personal que lo utiliza.
  • Daremos más importancia a la eliminación física de los microorganismos mediante el fregado con agua, detergente y un trapo limpio que a la solución desinfectante usada.
  • No combinaremos detergente con lavandina, pues esto provoca un vapor tóxico que perjudica al trabajador que lo emplea y, además, elimina la acción desinfectante.
  • No utilizaremos elementos secos, como plumeros o escobas, en su lugar, utilizaremos trapos o mopas, por ejemplo.
  • Es posible encerar el suelo, pero en todo caso siempre tras una limpieza minuciosa y adecuada.
  • Es importante respetar las recomendaciones técnicas en cuanto al uso, almacenaje y distribución de los productos desinfectantes que se van a utilizar.

Es frecuente el uso de sustancias desinfectantes como, por ejemplo, el Hipoclorito de Sodio, en las técnicas de limpieza hospitalarias. Sustancias como esta incrementan la efectividad de la limpieza si se mezclan con agua, posicionándose como un desinfectante de primer nivel. Además, se prepara de forma sencilla, cuenta con el principio desinfectante, destruye los olores y resulta bastante económico.

A grandes rasgos, la limpieza y la desinfección en hospitales se puede agrupar en dos tipos: regular o recurrente y terminal. Aunque en los siguientes temas hablaremos de los tipos de limpieza y técnicas empleadas, hay que considerar que estos dos tipos cuentan con conceptos comunes básicos. Antes de realizar la limpieza y la desinfección, el personal de limpieza tendrá que conocer las principales fuentes de contaminación y los mecanismos de transmisión, así como tener presenta que esta limpieza no es igual a la que se lleva a cabo en cualquier empresa o vivienda, pues es muy importante que evitemos la proliferación de bacterias y gérmenes.

1.1. El servicio de limpieza

A continuación enumeramos algunas de las características que debe cumplir el servicio de limpieza:

  • Cualquier trabajador dedicado a la limpieza hospitalaria tiene que ir adecuadamente aseado, con pelo y manos limpias, uñas cortadas, etc., respetando las normas básicas de higiene personal.
  • La vestimenta empleada siempre deberá estar limpia y planchada.
  • El pelo largo se llevará recogido.
  • No utilizará pulseras de tela, joyas o gorras para el pelo.
  • Empleará guantes, sin excepción.
  • Se lavarán las manos antes y después de limpiar.
  • En el caso de las habitaciones de aislamiento, quirófanos y hemodiálisis, el personal de limpieza cumplirá con la vestimenta de aislamiento exigida o siguiendo las particularidades de cada tipo de servicio.

En cuanto al perfil de los profesionales de limpieza, tendrá que cumplir:

  • Responsabilidad para cumplir las normas establecidas en el plan de trabajo.
  • Receptividad y educación para resolver cualquier circunstancia extraordinaria, así como disposición para hablar con la empresa de limpieza ante cualquier duda que pueda surgir.
  • Orden y disciplina.
  • Continuidad y adaptación al plan de acción fijado.
  • Discreción y colaboración con el personal del hospital.

Como hemos señalado anteriormente, en algunas zonas se exige el uniforme quirúrgico. Además, en cualquier caso, está prohibida la ingesta de alimentos en las horas de trabajo y los objetos y complementos personales quedarán almacenados en el área de personal.

1.2. Objetivos

Entre los objetivos a tener en cuenta encontramos:

  • Reforzar las zonas hospitalarias ofreciendo un entorno limpio y desinfectado.
  • Mantener de forma estandarizada el material exclusivo para la limpieza y desinfección hospitalaria, asegurando su empleo adecuado.
  • Reducir al mínimo la cantidad de microorganismos contaminantes y la suciedad del medio ambiente.
  • Fomentar la capacitación constante en las técnicas y métodos de limpieza y desinfección.
  • Impedir la transmisión de infecciones de tipo nosocomial, utilizando correctamente las técnicas de limpieza.
  • Responder ante una normativa adecuada de higiene hospitalaria.
  • Evitar que los gérmenes que penetran en los hospitales se multipliquen.
  • Destruir los gérmenes nocivos que aparecen fuera y dentro de las zonas críticas.

PUNTO 2. EL MEDIO AMBIENTE HOSPITALARIO

Hoy en día, los hospitales y centros de salud actúan ante la campaña bacteriemia cero, que tiene como objetivo reducir lo máximo posible la diseminación de microorganismos que generan infecciones asociadas a la asistencia en salud.

Un centro hospitalario es diferente por la variedad de áreas en las que se divide, cada una de ellas con instrumentos, suelos, paredes o techos diferentes, pues en un hospital puede efectuarse una intervención de alto riesgo o una prueba diagnóstica, por ejemplo. También encontramos plantas de internamiento, que se pueden encontrar separadas por especialidades. Siempre debemos tener en cuenta que cada área exige diferentes procesos de limpieza.

Se trata de un trabajo de 24 horas, todos los días de la semana y del año. Por ello, el reparto de las tareas tiene que estar adecuadamente programado por turnos, para que en todo momento haya personal encargado de la limpieza y mantenimiento del hospital. Para ello, el departamento de epidemiología hospitalaria y calidad de la atención en la parte de saneamiento ambiental hospitalario cuenta con la finalidad de preparar al personal que supervisa la limpieza del departamento.

Hay que tener siempre en cuenta, que las superficies desinfectadas y limpias logran disminuir casi al 99% la cantidad de microorganismos. A su vez, las superficies cuentan con menos riesgo de transmisión directa de infección pero pueden ayudar a la contaminación cruzada secundaria, a través de las manos de los trabajadores de la salud y de las herramientas o productos que pueden quedar contaminados o contactar con esas superficies y después pasar la contaminación a los pacientes, personal sanitario u otras superficies. Evitar las infecciones es crucial, pues estas pueden ser muy graves. Los gérmenes en los hospitales son más fuertes y virulentos que en otros lugares y, además, las personas hospitalizadas pueden tener las defensas muy reducidas.

Las tareas de limpieza de los hospitales tiene que centrarse en destruir la suciedad que lleva los gérmenes, sin estropear revestimientos y quebrando los procesos de transmisión. Es muy importante lograr un grado de higiene alto, manteniendo un buen aspecto del edificio. En cuanto a las infecciones hospitalarias, estas presentan un tema importante debido a su frecuencia, gravedad y repercusión económica y se encuentra condicionada por tres aspectos básicos: el paciente, el agente patógeno y el mismo entorno hospitalario.

PUNTO 3. LA INFECCIÓN NOSOCOMIAL Y LA PREVENCIÓN

Esta infección refleja algunos aspectos característicos en cuanto a las enfermedades de tipo infeccioso, pues es una de las causas de muerte más importantes, ya que puede dar lugar a complicaciones que pueden generar, en ocasiones, en problemas que retardan la recuperación de los pacientes.

En el entorno hospitalario o sanitario, el empleo de técnicas invasivas, como la canalización de vías centrales, por ejemplo, con fines terapéuticos durante mucho tiempo, sitúan al paciente en circunstancias de inmunosupresión, donde si no se adoptan las medidas adecuadas, este puede ser víctima de una infección. Pese a que pueden aparecer casos de infecciones nosocomiales independientemente de la planta, servicio o unidad, hay algunas zonas que mantienen un riesgo más alto, como la UCI o las unidades oncológicas, por ejemplo. Esto se debe a la alta cantidad de procesos invasivos que tienen lugar en ellas o al estado de los pacientes hospitalizados allí.

Sin duda, el riesgo más alto lo sufren los pacientes con enfermedades crónicas o períodos de hospitalización grave, pues tienen mayor contacto con el personal del hospital. Por ello, estas unidades son normalmente reserva de algunas clases de gérmenes. El uso de antibióticos evita el crecimiento bacteriano de algunos patógenos pero también pueden dar lugar al crecimiento de otros que se pueden transformar en patógenos, si no se mantienen las condiciones de sanidad ambiental adecuadas.

En la mayor parte de los pacientes que se encuentran hospitalizados, basta con tomar medidas como la higiene de las manos, asepsia asegurado en algunos procesos, antibiótico atendiendo a pautas vigentes, limpieza minuciosa de la habitación y los muebles, etc., para evitar que los pacientes queden infectados. Los agentes que provocan este tipo de infecciones y las zonas donde son más frecuentes son los que se muestran en la tabla de la siguiente página.

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Las localizaciones más frecuentes de las infecciones hospitalarias y, por consiguiente, donde vamos a poner más atención en su prevención son las siguientes:

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Las infecciones nosocomiales neonatales son difíciles de diagnosticar y no es sencillo diferenciar entre exposición durante la gestación o tras ella. Las fuentes más frecuentes de infección son el personal de salud, la madre, otros niños recién nacidos y el contacto con objetos contaminados.

PUNTO 4. NORMAS DURANTE LA LIMPIEZA

4.1. Normas sobre el cuidado del material

A continuación, mencionamos cuáles son las normas fundamentales que hay que tener en cuenta con el cuidado del material en el servicio de limpieza hospitalaria:

  • No se empleará el material de las áreas limpias para efectuar la limpieza de una zona sucia.
  • Los carros de transporte y cubos de basura tienen que limpiarse diariamente.
  • Las gasas para el barrido húmedo deben lavarse y aclararse con solución detergente desinfectante.
  • El material de limpieza tiene que estar guardado bajo llave, en una habitación de limpieza, siempre que no se esté usando.
  • Cuando se acabe el trabajo de fregado, las mopas tienen que aclararse con soluciones detergentes desinfectantes.
  • Al acabar la jornada de trabajo, todos los objetos empleados deben lavarse con solución detergente desinfectante.

4.2. Los productos de limpieza

  • Cada hospital elige los productos más adecuados y los que reducen todo lo posible la contaminación del entorno.
  • Las soluciones desinfectantes deben emplearse preparados al momento y con agua fría.
  • En ningún momento se combinarán productos.
  • Recurriremos siempre a la dilución y concentración apropiada de los productos.
  • Los trabajadores, en su rutina de trabajo diario, tienen que contar con las fichas de seguridad de los productos usados.

4.3. Recomendaciones sobre las técnicas de limpieza hospitalaria

  • El primer paso es limpiar y después desinfectar. En todo caso, encontramos productos que llevan a cabo ambas acciones de manera conjunta.
  • El orden en la limpieza se efectuará desde la zona limpia a la sucia, de arriba abajo y de dentro hacia fuera.
  • Limpiaremos el polvo con un trapo húmedo, en ningún caso seco.
  • No usaremos agua sola para limpiar, la diluiremos con productos especiales.
  • Tanto el aclarado como el secado se realizarán en las zonas que lo exijan.
  • Cada tres habitaciones, cambiaremos el cubo de agua, excepto en el caso de habitaciones de aislamiento, que las cambiaremos en cada una de ellas.
  • Los pasillos y vestíbulos tienen que limpiarse de manera longitudinal de mitad en mitad, para dejar el paso a las personas cuando limpiamos la otra parte.

PUNTO 5. LA RELACIÓN CON LOS PACIENTES

En el trato con los pacientes siempre ofreceremos una imagen buena, alta profesionalidad y educación. El trabajo se desarrollará adecuadamente y con seriedad. Para ello, mencionamos algunas de las pautas que hay que tener en cuenta:

  • Saludaremos al entrar en una zona, habitación o sala en la que haya personas.
  • Llamaremos a la puerta antes de entrar en cualquier habitación.
  • Pediremos permiso antes de limpiar una mesa que se encuentre ocupada.
  • Hablar de manera suave y tranquila, considerando que estamos trabajando en estancias donde se encuentran personas enfermas que requieren descanso.
  • Es importante saber comportarse en todo momento, con educación y seriedad.

PUNTO 6. DEFINICIONES BÁSICAS

Es importante conocer y diferenciar algunos términos relacionados con la actividad de la limpieza para conseguir un adecuado desarrollo de nuestra actividad laboral:

  • Asepsia. Inexistencia de microorganismos patógenos. Se trata de un estado ausente de gérmenes. Consta de los procedimientos que evitan la aparición de microorganismos en un medio. Por ejemplo, ropa adecuada, técnicas de aislamiento, etc.
  • Antisepsia. Procedimiento de eliminación de los microorganismos contaminantes de los tejidos vivos. Se trata de todos los procesos orientados a eliminar los gérmenes patógenos. Para lograr este objetivo, se usan antisépticos, que son aquellas sustancias germicidas que cuentan con baja toxicidad y que se pueden emplear en la piel y los tejidos vivos, así como los desinfectantes, que son germicidas con más nivel de toxicidad que se usan para objetos, entornos y superficies.
  • Antiséptico. Sustancia que convierte en inocuos los microorganismos. Entre los más empleados tenemos compuestos yodados, en especial la Povidona yodada, los alcoholes, destacando el etílico y el isopropílico, la clorhexidina o el hexaclorofeno, entre otros.
  • Bactericida. Agente que elimina las bacterias.
  • Bacteriostático. Agente que paraliza el crecimiento de las bacterias sin conseguir su eliminación completa.
  • Sanitización. Disminución sustancial de la existencia microbiana, sin lograr la eliminación completa de microorganismos patógenos.
  • Esterilización. Procedimiento de eliminación de los microorganismos, patógenos y no patógenos.
  • Esporicida. Agente que elimina las esporas.
  • Fungicida. Agente que elimina los hongos.
  • Hospitalismo. Es la transmisión de una infección de una persona a otra. También se denomina contagio y es un problema habitual en hospitales.
  • Microorganismos. Animales unicelulares microscópicos, con gran velocidad de reproducción que pueden provocar enfermedades (hongos, virus, protozoos) y que se alimentan de principios básicos existentes en el ser humano o la suciedad.
  • Suciedad. Materia de naturaleza inorgánica u orgánica donde se pueden reproducir microorganismos que generan enfermedades.
  • Polvo. Son todas aquellas partículas sólidas de tamaño pequeño que se encuentran en superficies o en suspensión en la atmósfera.
  • Infección. Es la llegada de un microorganismo patógeno en el cuerpo de una persona predispuesta, dando lugar a una enfermedad.
  • Desinfección. Procedimiento de eliminación de microorganismos patógenos, salvo esporas y gérmenes resistentes. Los desinfectantes más utilizados son, entre otros, los compuestos de cloro, ácidosálcalis y aldehídos. Se emplean para esterilizar herramientas sensibles al calor, instrumentos llenos de sangre, etc.
  • Foco de infección. Sitio en el que surge una infección bacteriana.
  • Fuentes de infección. Los principales microorganismos están en las personas, polvo, alimentos, agua, etc.
  • Medio séptico. Sitio contaminado por microorganismos patógenos. Para convertir un medio séptico en aséptico se necesita llevar a cabo una desinfección.
  • Abrillantar. Uso de ceras en el suelo para conseguir brillo.
  • Cristalización. Procedimiento por el que se logra un brillo homogéneo en suelos porosos con el uso de productos cristalizadores y maquinaria apropiada.
  • Decapar. Procedimiento por el que se eliminan los materiales y suciedad que existían en el suelo.
  • Emulsión. Producto formado por ceras disueltas en agua, que se usa, por lo general, en linóleos para su tratamiento.
  • Pulverizar. Procedimiento en el que se emplea un recipiente con una boquilla difusora que se encarga de repartir, de manera homogénea, el líquido al usar una palanca.
  • Vitrificado. Uso de productos y maquinarias para lograr que el suelo cuente con aspecto cristalizado, tanto por brillo como por homogeneidad.
  • Contaminación. Existencia transitoria de gérmenes bacterianos, que llegan por pacientes, superficies y medio ambiente.
  • Efecto residual. Característica de algunas sustancias antisépticas para evitar el crecimiento microbiano.
  • Limpieza. Toda acción por la que se destruye suciedad en una superficie u objeto.
  • Soluciones limpiadoras. Productos que pueden destruir residuos o sustancias de desecho en las superficies a través de sistemas físicos o químicos.