PUNTO 1. TOMA DE LAS MUESTRAS EN EL CADÁVER
Un cadáver es la materia esencial para averiguar qué ha ocurrido previamente a la muerte. Así, cada muestra que pueda conseguirse será de gran utilidad para complementar la información lograda por la autopsia. Es por esto por lo que la observación del cadáver obtiene una relevancia suprema, llegando a niveles tan altos como el trato del mismo a modo de escena de un crimen, investigando cada una de las evidencias que pudieran surgir en torno al fallecimiento del sujeto.
En un cadáver es posible localizar indicios que pertenecen a su persona y otros que no. De esta forma, se puede distinguir entre biológicos y no biológicos. Los primeros serán enviados al laboratorio de biología, llegando incluso al laboratorio de genética forense para extraer el ADN e identificar a la víctima.
1.1. Recogida de indicios biológicos en el cuerpo de la victima
1.1.1. Indicios sólidos
1.1.2. Indicios húmedos
1.1.3. Indicios liquidos
– En poca cantidad: recoger con hisopo estéril.
– Coagulada: recoger con cuchara o tubo/frasco de plástico.
– Procedimientos de muro: preservativos, capuchas, etc. han de conservarse y atarse correctamente para no derramar su contenido.
– Poca cantidad: recoger con hisopo estéril.
– Escoger muestra de 10 ml.
– La pipeta desechable es la elección idónea para más tarde insertarlo en frascos o tubos y proceder a su estudio.
1.1.4. Restos fetales y placentarios
Han de ser sacados mediante pinzas y categorizados en botes con una boca ancha y que esta sea de rosca. Es muy importante que no haya ninguna fricción con líquido fijador.
1.2. Recogida de muestras indubitadas en el cadáver
Cada cadáver aporta unas muestras diferenciadas del anterior o del siguiente.
Por esto, la putrefacción del mismo y/o esqueletización será determinante.
1.2.1. Muestras indubitadas en cadáveres en buen estado de conservación
Sangre post-mortem
Gracias a un tubo con anticoagulante EDTA podrá analizarse la muestra de sangre seleccionada y metida en el mismo (10 ml). Si se desea examinar de una forma diferente deberá escogerse otra muestra aparte.
Músculo esquelético
Se escogen dos trozos de músculo esquelético del espacio con mejor conservación, con unos 10 gramos de peso y 2 centímetros de lado y se adentra en un bote de boca ancho y tapón de rosca. Es el tejido más fuerte ante la putrefacción.
1.2.2. Muestras indubitadas en cadávares en avanzado estado de putrefacción o esqueletizados
En dichas circunstancias se recomienda la selección de la estructura ósea y dental (mínimo cuatro dientes para evitar la exhumación) que serán clasificados por separado gracias a las bolsas de papel antes detalladas. Las muestras tendrán que ser, después del estudio, limpiadas, especialmente si los huesos contienen una materia pultácea generada por la necrosis de los tejidos gangrenados denominada putrílago.
Las zonas de mejor conservación tendrán que ser almacenadas, ya sean tejidos o vísceras (el corazón es el que más aguante tiene ante la putefracción).
Huesos
Se higienizará el cadáver de la parte que contenga putrílago, escogiendo siempre que se pueda un hueso de gran extensión (fémur si es posible).
En caso de que no sea posible realizar el envío de la totalidad del fémur, es recomendable efectuar un corte en el mismo que abarque, al menos, unas dimensiones relativas a los 6×4 cm. La lijadora será el instrumento idóneo para hacer el corte ya que perjudicará en menor grado al material y no dañará el proceso de estudio antropológico.
Dientes
Tal y como se ha explicado antes, la selección de hasta cuatro dientes es el ejemplo más recomendado. Los molares son los preferidos, siendo más importante aún que los mismos no estén deteriorados ni hayan sufrido ningún tipo de endodoncia.
2.2.3. Muestras indubitadas en cadáveres carbonizados
En los casos en los que la ignición parece dificultar el análisis del cadáver será importante ser consciente que el examen de estas victimas sigue siendo posible a raíz de trozos de músculo esquelético o sangre semisólida que todavía está intacta en oquedades cardiacas de las mismas.
La distinción entre una carbonización pausada o acelerada es importante porque estaremos ante diferentes casos: en unos casos será posible estudiar el músculo esquelético o vísceras a pesar de la carbonización ya que encontraremos muestras sacadas de la cavidad medular de los huesos de mayor extensión, al ser estos los más protegidos en el acto combustible.
2.2.4. Muestras indubitadas en cadáveres conservados
Existen los procedimientos naturales y artificiales para conservar cadáveres. En el primer caso, encontramos la saponificación, momificación y congelación. En el segundo caso aparecen el embalsamamiento y la momificación artificial.
2.3. Recogida de indicios biológicos en las pertenencias del fallecido
En gran parte de las casos serán los técnicos, aquellos que acompañan al forense, los encargos de desnudar al cadáver y observar en una primera toma cuáles son las evidencias más vistosas que puedan describir la causa.
2.3.1. Manchas secas en prendas de vestir u objetos pequeños y de fácil transporte
2.3.2. Manchas secas en muestras en prendas de vestir u objetos grandes de difícil transporte
– Frotar con hisopo estéril humedecido con agua destilada.
– Raspar la mancha con un bisturí encima de un papel doblada con precisión y siendo penetrado con cautela en una bolsa.
Lo ideal es seccionar la zona en la que está la mancha, dejando un margen entre la zona concreta y el espacio por el que se limita el corte para no perder parte de la muestra y tener una facilidad de análisis superior.
PUNTO 2. PROTECCIÓN DE LAS MUESTRAS
Desde el momento en que muera un sujeto hasta que se consigue su ADN, cada uno de los procedimientos que sucedan en su entorno y que puedan afectarle conllevarán a una bajada de la aglomeración de las macromoléculas que se degradarán con el tiempo.
Así, en los reconocidos fenómenos cadavéricos, cuando el cuerpo ya no tiene vida, se produce el perjuicio de las células del organismo, su composición y parte integrante. Por tanto, la calidad del ADN se verá reducida.
La autolisis, junto con la putrefacción bacteriana, es el mayor motivo de extravío de ácidos nucléicos en un cadáver preservado de consecuencias del medio ambiente. Otros procesos como la deshidratación o enfriamiento no alteran el ADN.
Son muchos los procesos que pueden alterar la integridad de una muestra.
Veamos cuáles son:
Estas son algunas recomendaciones para prevenir minimizar o evitar los procesos explicados anteriormente:
PUNTO 3. SISTEMAS DE EMPAQUETADO Y PRESERVACIÓN DE MUESTRAS
Como ya se ha explicado, para conservar la integridad de las muestras y del ADN el empaquetado ha ser de usado con total rigor. Por esto, es totalmente necesario que cada uno de los recipientes usados (bolsas, tubos, cajas, etc.) se identifiquen correctamente acerca de su contenido y se precinten para mantener a salvo su contenido.
3.1. Identificación de las muestras
En esta identificación ha de aparecer:
3.2. Cadena de custodia
3.3. Sistemas de empaquetado
Cada uno de los mecanismos expuestos a continuación finalizará con el envío al laboratorio sin refrigerar, exceptuando los dos primeros casos y los huesos.
También será necesaria su identificación.
PUNTO 4. DOCUMENTACIÓN
4.1. Documentación precisa
Formulario de envío de muestras:
– Motivos.
– Ubicación.
– Datación.
– Instrumento usado para provocar la muerte.
– Edad cuando falleció.
– Fecha del fallecimiento.
– Conservación.
– Tiempo que ha pasado desde la muerte.
– Sexo.
– Población.
– Motivo de la muerte.
– Lesiones.
– Relación con el sospechoso.
– Edad.
– Sexo.
– Población.
– Lesiones, hendiduras, etc.
– Número de referencia.
– Clase de muestra (sangre, saliva, pelos, etc.).
– Código o nombre del fallecido.
– Relación con el caso (muerto, sospechoso, etc.).
– Número de referencia.
– Clase de muestra identificada y explicada brevemente.
– Zona en la que apareció (encima de la camiseta, boca, etc.).
– Estudio exacto en que debe clasificarse (semen, saliva, etc.).
– Nombre, identificación y firma de las personas encargadas de recoger las pruebas.
-Datación y horario en el que se efectuó la recogida.
– Formas en que se almacena la muestra hasta llegar al laboratorio.
4.2. Documentación recomendable
PUNTO 5. PRECAUCIONES EN LA TOMA Y EMBALAJE DE LAS MUESTRAS
El principal cuidado en el tratamiento de cadáveres está a la hora de prevenir infecciones. A pesar de que algunas, sobre todo las de origen vírico, se atenúan o pierden capacidad en los cadáveres, hay otras que con el contacto humano o mediante fluidos puede ser transmitida.
Es importante tener en cuenta que gran parte de los individuos que trabajan en este sector pueden convertir en asintomáticos y convertirse en infectantes para el resto de personas con las que se rodean en su entorno personal. Es por esto por lo que las precauciones siempre son pocas y la exposición ante cadáveres ha de tomarse con el rigor pertinente.
5.1. Fluidos corporales de alto riesgo
Aplicados en sangre y cualquier fluido que posea sangre observable. El semen, las secreciones, leche materna y cualquier líquido que provenga de alguna oquedad humana entran en este apartado. Tienen un alto peligro porque son la fuente de virus y otros agentes transmitidos parenteralmente.
5.2. Fluidos corporales de bajo riesgo
Aplicado en deposiciones, secreciones nasales, transpiración, lágrimas, orina, vómitos, jugos gástricos o expectoración. No transmiten virus de hepatitis B o VIH pero sí hay peligro de traspasar infecciones bacterianas en el contacto con la piel y mucosas de la persona operante.
5.3. Precauciones en la toma de muestras en la sala de autopsias
Cada uno de los instrumentos especificados a continuación ha de emplearse en la totalidad del proceso.
5.4. Precauciones en el embalaje de las muestras
PUNTO 6. TOMA DE MUESTRAS DE REFERENCIA
No es habitual que este tipo de muestras sean seleccionadas paralelamente a las muestras del fallecido. Estas muestras serán recogidas en la zona y ubicación estipuladas por las autoridades correspondientes, mediante un documento de autorización expreso cediendo la muestra para su posterior examen genético.
6.1. Familiares más adecuados para la identificación
6.2. Clases de muestras
6.2.1. Muestras indubitadas en personas vivas
La sangre es la muestra indubitada tradicional usada para obtener el ADN. Se puede lograr mediante:
Las células epiteliales bucales (saliva) se consiguen con el frotado de la zona interior de los carrillos mediante hisopos estériles deshidratados. Se hace a través de dos tomas. En primer lugar con un hisopo se rasga la zona interna del carrillo derecho y con la otra cara la del carrillo opuesto. Finalmente se permite su secado en una zona en defensa.
Es posible además usar cepillos cónicos para conseguir muestras endocervicales. Para la consecución de estas tomas es importante que haya pasado una hora al menos desde la última ingesta, evitando así la aparición en las muestras de sobras de alimentos. Si no es posible esta espera se debe enjuagar la zona previamente.
6.2.2. Otras muestras de referencia en personas muertas
Cuando no se pueda exhumar un fallecido para obtener muestras y no haya nadie que pueda identificar al muerto se puede:
PUNTO 7. CADÁVERES CON INDICIOS DE TRANSFUSIÓN Y/O TRASPLANTE
En caso de que un sujeto haya recibido una transfusión de sangre será más compleja la identificación de la persona ya que en el contenido de la misma aparecerán dos perfiles, el del donante y el del receptor.
Esta hibridación será existente en el resto de órganos que posean mayor irrigación. Por esto, la saliva o los pelos con raíz se convierten en las muestras de mayor determinación en estos casos.
En cuanto a los órganos donados existe una igualdad con el caso anterior. Las células de dichos órganos pertenecerán al donante por lo que no se recomienda el envío al laboratorio de estas muestras.
8. CADÁVERES PROCEDENTES DE GRANDES CATÁSTROFES
Cuando ocurre una gran catástrofe, donde los cadáveres se mezclan e incluso acaban fragmentándose, es importante recoger muestras con la intención de identificarlas y permitir la realización de manera metódica de investigación de reasociación de restos humanos y cadáveres.
Los análisis de ADN en casos con una gran cantidad de fallecimientos se basan en la comparación analítica entre los perfiles conseguidos gracias a:
8.1. Recogida de muestras para análisis de ADN
Esta recogida de muestras puede conseguirse en diferentes escenarios dependiendo de la clase de la misma que se precise:
8.1.1. Restos humanos
La dificultad en la asimilación de las muestras dependerá de la cantidad de fallecidos, la fragmentación de los cuerpos y la conservación de estos. Sin embargo, es importante intentar lograr muestras para analizar el ADN de cada uno para poder reasociar los restos y poder elaborar estudios más amplios.
Identificación de las muestras
Es precisa la identificación total de los fallecidos con un procedimiento exclusivo y simple que eluda cualquier tipo de equivocación.
Este mecanismo estará compuesto por la identificación del cadáver en el levantamiento y en el IML (Instituto de Medicina Legal). Es posible que se necesiten varias muestras de un mismo cuerpo, entonces se asignará un número correlativo a cada una:
Documentación y material gráfico
Equipo de recogida y manejo de muestras
La recogida de muestras tiene que efectuarse en el momento de la autopsia o después.
Las precauciones tomadas por el equipo han de ser muy altas con la intención de impedir o dejar en los límites más pequeños el peligro de infección, ya sea por vía exógena o por proceso cruzado. Es importante, por tanto, el uso de ropa de protección e instrumento esterilizado.
Clase de muestras más idóneas para el estudio genético
Las más habituales son, siempre que no esté el cuerpo en estado de putrefacción (aquí se procederá a la recogida de dientes, uñas o huesos):
8.1.2. Muestras de referencia de familiares
Identificación de las muestras
De igual modo que con los restos humanos, se ha de seguir un procedimiento único y simple que haga del mecanismo un acto inalterable.
Documentación
Equipo de recogida y manejo de las muestras
Ha de estar compuesto por personas formadas y adiestradas para dar información a los familiares, con todo el tacto que se pueda, explicando cómo y para qué se van a utilizar las muestras, la clase de estudio que se va a efectuar, la duración que se estima, además de elegir al donante familiar que más se adecue, siempre que sea posible, a las características del caso.
Todo este proceso deberá ser guiado con el uso de guantes y material de protección de la victima, el donante y el operador.
PUNTO 9. CADÁVERES CON INDICIO DE HABER SUFRIDO AGRESIONES SEXUALES
9.1. Documentación necesaria
Para conocer el caso y proceder al estudio del forense tendrá que rellenar un formulario específico para estos casos. Este documento constará de una serie de apartados que veremos a continuación:
Formulario de envío de muestras para agresiones sexuales
– Edad.
– Sexo.
– Población.
– Empleo de productos para el coito.
– Comprobar si continua con la misma ropa de la agresión.
– Visualizar si se ha higienizado antes de ser reconocido.
– Información relativa al reconocimiento ginecológico.
– Relaciones sexuales cercanas a la agresión (datación, ubicación, etc.).
– Zona en la que ocurrió el desastre.
– Horario y día.
– Período desde que ocurre hasta que se recoge el cuerpo.
– Clase de agresión.
– Tipo de penetración.
– Introducción de objetos.
– De otra clase: cunnilingus, fricción corporal, etc.
– Cantidad de agresores.
– Relación entre agresor y cadáver.
– Empleo o no de preservativos.
– Eyaculación efectiva o no, en el interior o exterior.
9.2. Recogida de indicios biológicos
Estos indicios biológicos serán recogidos dependiendo de los antecedentes de
la víctima o la información que pueda aportar la misma. Será preciso hacer esa
recogida de la siguiente forma:
9.3. Recogida de muestras indubitadas