Contenido
Curso: Auxiliar de Ayuda a Domicilio
Acceso

Curriculum

Auxiliar de Ayuda a Domicilio

Bloque 1. Mantenimiento y rehabilitación psicosocial de las personas dependientes en domicilio

0/9

Bloque 2. Ayuda a las gestiones cotidianas de las personas dependientes

0/9

Bloque 3. Interrelación y comunicación con la persona dependiente

0/6
Text lesson

Tema 1. Atención psicosocial domiciliaria en personas dependientes

PUNTO 1. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

Según la filología, el concepto ‘Psicología’ proviene de la raíz griega psyche, que significa alma. Sin embargo, entender la psicología como el estudio del alma se resumen en un término impreciso e insuficiente. Esto se debe, principalmente, a la complejidad en la conceptualización de los términos alma y conciencia además de a la ambigüedad de las causas psíquicas.

De esta forma, a día de hoy, los investigadores y profesionales de la psicología conceptúan a la misma como la ciencia que se encarga de la investigación conductual y mental. La conducta es una actuación de cada uno de los seres vivo por la que conservan una vida estimulada y relacionada a diferentes estímulos internos y externos, que la influencian, dispara y conservan a lo largo de su existencia.

A pesar de esto, algunos autores aseguran que la psicología está basada y resultado de diferentes procedimientos. De aquí, se concluye que, en relación a la corriente psicológica adoptada en el estudio de la conducta y la mentalidad, son favorecidos unos determinantes psicológicos por encima de otros.

Así, en lo que se relaciona con el aprendizaje del ser humano, la corriente cognitivo-conductual va en relación con la fuerza del pensamientos y los sentimientos propiciados en la conducta humana y los procedimientos de cognición con la finalidad de cimentar el cuidado y actuaciones realizadas en el hogar con personas dependientes.

1.1. Aprendizaje

Los psicólogos dedicados al conductismo se basan en la comprensión de la forma en que se crean y conservan las diferentes clases de conductas humanas. Estos estudios se han focalizado especialmente en:

  • Las relaciones que se dan previamente al comportamiento.
  • Las variaciones en el mismo comportamiento.
  • Casos que superan a la conducta (estrés).
  • Relaciones posteriores al comportamiento (recompensas, castigos).

Las diferentes teorías relacionadas con el aprendizaje intentan argumentar la forma en que las personas asimilan el conocimiento, simplificando el entendimiento, vaticinio y autoridad del propio comportamiento humano. Cada una de ellos está centrada en el análisis de la asimilación de términos, habilidades y capacidades, además del raciocinio. En esta línea, y sin profundizar totalmente en cada una de las teorías, se exponen adelante los términos prioritarios que se integran en las mismas con la intención de que el ayudante en el hogar entienda más fácilmente las prácticas que se llevarán a cabo posteriormente en la interacción con el paciente.

En psicología, en cuando se refiere al conductismo es inevitable la aparición de términos relacionados con el estímulo, la respuesta, el refuerzo, el castigo o el aprendizaje. Esto se debe a que en el comienzo de esta corriente se concibió la conducta humana y al sujete como simples organismos que se adecuan a un determinado espacio, eliminado de esta forma todos los procedimientos de cognición referentes al mismo.

Actualmente, esta corriente ha recibido variaciones en sus teorías. Así, se asimila la relevancia de los elementos cognitivos como impulsos internos del sujeto que generarían y conservarían una conducta concreta y, de esta forma, a veces, al variar el razonamiento (reestructuración cognitiva) se admite la modificación de las conductas. En este línea, es probable instruirse en conductas novedosas adaptables al ser humano. El impulso no es más que una circunstancia que genera un réplica determinada. Estos impulsos pueden ser externos e internos. Los primeros, se refieren a los que se reciben mediante los órganos sensoriales. Los internos, a su vez, se crean a raíz de estados orgánicos.

Según los conductistas, lo aprendido no está relacionado con el significado subjetivo que tenga para el sujeto. De esta forma, se convierte en un procedimiento mecánico y de asociación. Es el aprendizaje, según esto, la consecuencia del condicionamiento, y estaría en dependencia de la asiduidad o de la costumbre.

Las réplicas son variaciones que se generan en el sujeto, desplazamientos o evacuaciones del organismo. El impulso otorga la pérdida del equilibrio, y la réplica pretende llevarlo a su origen. De esta forma, la réplica va acompañada por una asimilación del organismo al ambiente. Todo impulso da lugar a una réplica instantánea.

Watson (pionero de la psicología conductista) hace una división sobre las réplicas en externas e internas, y aprendidas y no aprendidas. La primera de todas recoge a esas que se pueden observar con sencillez, o sea, las acciones de los sujetos. El segundo concepto asimila las respuestas del organismo con complejidad de observación, a pesar de todo, las dos son respuestas fisiológicas. En otro punto, las respuestas no aprendidas son las réplicas naturales del organismo que se dan antes de una rutina o un proceso condicionado. Así, es posible hacer una predicción sobre la réplica de un determinado sujeto basándonos el impulso concreto o viceversa.

El comienzo de esto proceso condicionado se da en la teoría de que en el organismo existen réplicas incondicionadas a circunstancias específicas. Los profesionales del conductismo se refieren al impulso que condiciona como un proceso fisiológico de aprendizaje asociado. Así, frente a un impulso principalmente neutro, gracias a su reiteración, es posible otorgar en un animal una réplica buscada insertando a su vez un impulso paralelo que acompañe al inicial.

Image

De esta forma,tras un número determinado de exhibiciones, el estímulo neutro pasa a ser condicionado y su réplica también:

Image

Gracias a estas prácticas se han establecido distintos procesos, términos relevantes en los tratamientos conductistas de variación de comportamiento, empleados generalmente en sujetos con demencia o desorden mental, como:

  • Creación de impulsos: cuando el sujeto (ahora animal) ha digerido (relacionado) una réplica condicionada al impulso (salivación propiciada por el sonido de la campana), generará una réplica ante impulsos parecidos.
  • Extinción de comportamiento: si se permite la presentación del impulso condicionado (campana) frente a la exhibición del impulso incondicionado (comida), por un tiempo la réplica condicionada no existirá frente a la exhibición del impulso condicionado (salivación no existe con el sonido de la campana).
  • Restauración espontánea: las replicas que se han extinguido se pueden recuperan de un modo sencillo después de un breve tiempo de impulsos, sin embargo, desaparecerá otra vez si no se muestra el impulso incondicionado (comida).
  • Discriminación: el sujeto aprende a marginar entre impulsos similares y a reconocer cuál de ellos es el que se relaciona con el impulso incondicionado.

Según Skinner y su teoría del condicionamiento instrumental el organismo posee la capacidad de “operar” en una determinada circunstancia. Así, se encuentra con un impulso específico con una característica peculiar sobre la posesión de un resultado que aumenta el operante. Dicho de otra forma, el comportamiento que sucede tras los impulsos reforzadores. En esta línea, la condición que opera da lugar a que cualquier comportamiento se suceda de un efecto, y la raíz de dicho efecto varíe la inclinación habitual del organismo a reiterar o suprimir un patrón determinado en el futuro. Es decir, es un refuerzo positivo o negativo. Si un comportamiento concreto surge justamente tras el efecto de una circunstancia positiva para el sujeto, aumenta la opción de que ese comportamiento sea reiterado en un período tardío en el tiempo. De otra forma, si sucediera tras una actuación contraria, o sea, tras una situación negativa para el sujeto, probablemente el comportamiento no vuelva a mostrarse en el futuro y acabe extinguiéndose.

1.1.1. Mecanismo de condicionamiento operatorio de Skinner

  • El refuerzo positivo o compensación: las réplicas que son compensadas poseen una elevada posibilidad de reiteración.
  • El refuerzo positivo: las réplicas que muestran comportamientos de huida del sufrimiento o circunstancias indeseables poseen una elevada posibilidad de reiteración.
  • Desaparición del refuerzo: en el momento en que las réplica no son reforzadas, existen pocas posibilidades de reiteración. Es también conocido como castigo positivo.
  • Castigo negativo: las réplicas que acompañan a réplicas sin placer para el sujeto decrecen la posibilidad de reiteración en un período más tardío.

Image

Según Bandura, este procedimiento de asimilación de conceptos es muy sencillo para argumentar una serie de prácticas de observación, de esta forma argumentó que el espacio propicia la conducta, pero que también la conducta genera el espacio. De esta forma, conceptuó este mecanismo como determinismo recíproco: el mundo y la actitud de un sujeto se varían mutuamente. Más tarde explicó que la personalidad de los sujetos tiene que ver en la interacción con el espacio, comportamiento y procedimiento psicológicos del individuo.

Bandura, reforzado por su teoría del aprendizaje social según la observación, los sujetos exhibidos ante una circunstancia concreta poseen la capacidad de adquirir conceptos, si el prototipo que es visualizado y la circunstancia generan cierta clase de refuerzo, incluso en el momento en que la compensación no les relaciona a si mismos. Por esto, en esta clase de asimilación de comportamiento es importante tener en cuenta los procedimientos mentales como:

  • Atención: es precisa en el procedimiento de asimilación debido a que es el filtrador inicial del recuerdo. Todo lo que varíe la atención distorsiona la asimilación de ideas (ansiedad, depresión, psicofármacos, etc.).
  • Retención: es preciso tener memoria acerca de lo que anteriormente ha sido atendido. En esta etapa de la asimilación, según Bandura, la imaginación y la comunicación tienen una gran relevancia puesto que lo visualizado es fijado de forma mental a modo de imágenes o conceptos verbalizados. Ya asimilados, la recuperación de la información y reproducción de la misma a través del comportamiento es más sencilla.
  • Motivación: a pesar de todo, en caso de que el individuo no adquiera un acicate mínimo, dicha conducta no será imitada. Así, Bandura explica diferentes causas:

           – Reforzamiento anterior: conductismo clásico.

           – Reforzamiento con promesas (alicientes) imaginables.

           – Reforzamiento vicario, con probabilidad de asimilar y recuperar el prototipo que refuerza.

        A pesar de ello, las incentivaciones negativas son existentes y propician la no imitación:

          – Castigo anterior.

          – Castigo asegurado (amenazas).

          – Castigo vicario.

A fin de cuentas, y basándonos en la teoría del conexionismo de Thorndike, la actitud de las personas y su asimilación es consecuencia de la relación entre los impulsos y las réplicas:

  • La ley de efecto: en ella se entiende que en el momento en que una interacción impulso-réplica es reatroalimentado positivamente, tal interacción es reforzada. Con una retroalimentación negativa es atenuada.
  • La ley de ejercicio: a más práctica de dicha relación más cohesión.
  • La ley del desuso: el extravío de la memoria es propiciada por la escasez de práctica.

Finalmente, es importante destacar que las emociones y pensamientos y procedimientos mentales dan lugar, en un determinado grado, al comportamiento del sujeto, como impulso en su interior que generan una réplica. Frente a dicho impulso, y en relación a lo que el individuo haya aceptado como interpretación del mensaje, se dará una u otra contestación.

1.2. Personalidad

Cada uno de los seres humanos poseen una personalidad específica, exclusiva y diferente del otro. A veces, es normal confundir la personalidad con el temperamento o el carácter. El temperante se refiere a todo lo relacionado con los sentimientos que son capaces de dominar al sujeto. El carácter hace referencia a todo lo asimilado por el sujeto en sus diferentes espacios. O sea, a todas las disposiciones relacionadas con el modo de actuación, interacción, etc.

La personalidad se relaciona, por tanto, con el todo. Es decir, el temperamento y el carácter de los sujetos que los distinguen a unos de otros. Los rasgos de la personalidad son la aglomeración de peculiaridades personales que acogen las características biológicas y socioculturales que, en este sentido, varían el comportamiento.

Dicho de otra forma, la personalidad, como constructo psicológico, no es más que un modelo de sentimientos, pensamientos y actitudes integradas en cada sujeto y que se mantiene durante su existencia en diversas circunstancias.

1.3. Conciencia

Este concepto se refiere a todo eso que posibilita al sujeto a conocer lo que pasa en el entorno que le rodea, su cuerpo y su psicología. O sea, la conciencia es la cualidad que tienen las personas de conocerse a si mismo y por esto el sujeto reconoce sus pensamientos, apreciaciones, etc. Por esto, es especialmente relevante no llegar a la confusión entre la mentalidad (subjetivo) y la conciencia (objetivo). A modo de descripción,existen una serie de variaciones en la disposición de la consciencia:

  • Variaciones de cantidad a un grado de atención: peculiarizadas por la aparición de un mínimo grado de activación y lentitud del ejercicio psíquico:

               – Somnolencia: variación que muestra un fuerte cansancio en la vigilancia y complejidades para conservarla.

               – Letargia o sopor: el sujeto se muestra dormido de una forma aparente y únicamente contesta a impulsos de gran intensidad. Su respuesta está ralentizada.

  • Variaciones en la claridad o lucidez:

               – Obnubilación: se refiere a una claridad que no está completada y normalmente se relaciona con el aturdimiento en el tiempo y espacio. El sujeto conserva un nivel de colaboración en el momento en que se le inyecta un impulso y, al tiempo, muestra distracción y una atención distorsionada. Se encuentra un deterioro de la concentración en la vigilancia, complejidad de recuerdo a lo largo de esta etapa, complejidad en el pensamiento, etc.

               – Desorientación mental: el sujeto no está capacitado para distinguir aquello que es verdadero de lo que se ha generado a raíz de una patología.

               – Estupor: disposición precomatosa en el que se muestra una disminución a la respuesta de impulsos; el sujeto, frente a fuertes impulsos, posee la mínima capacidad de alertarse pero no responde intencionadamente.

               – Coma: es la disposición caracterizada por la inexistencia de réplica.

  • Desórdenes de la conciencia del ego: se encuentran fragmentados, al mismo tiempo, en los siguientes desórdenes:

              – Desorden de la conciencia del ego corporal: la estructura del cuerpo no es más que la consecuencia de las sensaciones recibidas de la parte interna y externa al cuerpo. Un ejemplo es el miembro fantasma o anosognosia.

               – Desorden del ego psíquico: esas variaciones que dan lugar a que el sujeto asimile un término equivocado sobre quién es y qué ha vivido.

               – Desorden de la autonomía del ego: sentimiento de la capacidad de dirección de los actos de uno mismo, por ejemplo, despersonalización (sentimiento de un cambio irremediable en el ser de un propio sujeto).

               – Desorden del mundo periférico: ejemplos como la desrealización, es decir, sentimiento de rareza ante lo que le rodea. No reconoce aquello que, desde entonces, ve como extraño.

1.4. Percepción

Para comprender este término es importante describir previamente la diferencia entre ésta y el concepto de sensación. Este último es la activación del cuerpo provocada por un impulso concreto en el órgano sensorial determinado (luz en la vista, sonido en el oído, calor en el tacto, etc.). La percepción, por tanto, es la referida a la estructuración realizada por el sistema nervioso con el conocimiento físico y es asociada a cierto proceso reconocible o catalogada como novedosa insertándole de inmediato una significación. De este modo, los sentidos se encargarían de la captación, recogiendo cada una de las sensaciones y percepciones dispersas en una aglomeración lógica. De ahí, surgen enfermedades como la demencia que no es más que la percepción de estas información sin la cualidad de interpretación de los mismos por parte del cerebro.

Dicho de otra forma, la percepción es el procedimiento de estructuración y asimilación de información sensorial que se conecta a las consecuencias de lo vivido con anterioridad. Se trata de una práctica constructiva en la que el sujeto acoge un rol activo relacionado con su experiencia, estado físico, motivación. El sujeto asimila y cataloga las sensaciones recogidas por los órganos sensoriales.

De esta forma, en el momento de percepción forman parte y determinan la asimilación de estos impulsos físicos y, además, de la composición psicológica del individuo y su espacio de acción. De este modo, por ejemplo, el ánimo de un sujeto influye en su asimilación de los acontecimiento realizando un condicionamiento subjetivo de la realidad recibida. Las variaciones en la asimilación se refieren a variaciones en el registro de impulsos, a percepciones contrariamente correspondidas por un impulso, o comprensiones equivocadas de la realidad vivida como:

  • Alucinaciones: es la referida a la asimilación que un sujeto adquiere y no es correspondido por el impulso real. Pueden clasificarse en auditivas, corporales, olfativas, visuales, etc.
  • Agnosias: se refieren a la ausencia de capacidad del sujeto a conocer ciertos colores, individuos o elementos. Así, se habla de agnosia visual cuando el individuo visualiza elementos inexistentes:

           – Prosopagnosia: ausencia de reconocimiento de rostros.

           – Agnosia auditiva: oír sonidos que no es capaz de interpretar o reconocer.

1.5. Actividades de la vida diaria

Estos ejercicios se refieren a cada uno de los actos efectuados rutinariamente y que conforman la independencia personal. Los ejercicios cotidianos se dividen en:

  • Ejercicios del día a día: esas que son realizadas para el cuidado personal propio y que posibilitan a un sujeto la valía por su propia cuenta:

           – Alimentación.

           – Vestido.

           – Maqueo.

           – Baño.

           – Empleo del WC.

           – Transmisiones.

           – Deambulación.

           – Utilización de las escaleras.

  • Ejercicios instrumentales del día a día: son ejercicios más dificultosos que los anteriores y precisos para realizar una relación con el medio que nos rodea más cercano:

          – Hacer comidas.

          – Usar el teléfono.

          – Cuidar el hogar.

          – Coger transportes públicos.

          – Realizar la compra.

          – Centrarse en temas económicos.

          – Manejas fármacos.

  • Ejercicios progresados del día a día: son aquellos más costosos. Si se quiere efectuar este tipo de activad es preciso poseer las capacidad cognitivas y funcionales óptimas. En cuanto a la vigilancia en sujetos con dependencia las intenciones máximas por las que el cuidador ha de luchar son:

             – Minorar al máximo la dependencia de estos individuos.

             – Conservar la autonomía en los ejercicios del día a día que aún se mantienen.

              – Educar de nuevo en esas actividades extraviadas para incrementar la independencia en el hogar.

              – Perfeccionar las interacciones familiares.

              – Ayudar a crear nuevas relaciones en la sociedad.

              – Aumentar la autoestima y motivación.

Es prioritaria la realización de un estudio y terapia del sujeto para adaptarlo a u forma de realizar el ejercicio diario a las peculiaridades del mismo. Cada sujeto posee una forma de planificar sus ejercicios, solucionar preocupaciones, motivaciones e intereses que la distinguen del resto. A esto, es importante añadir la dependencia peculiarizada en cada individuo para personalizar cada ejercicio.

PUNTO 2. CICLO VITAL

La psicología evolutiva es la rama de la Psicología encargada de estudiar y analizar las variaciones de las personas durante toda su existencia. Estas variantes se dan de forma diferentes en sus distintas etapas de análisis que se clasificarán más tarde. En el momento del nacimiento de una persona la madurez está todavía intacta y ésta se desarrolla al tiempo que se crea su personalidad. Hay una clase de factores que propician que la evolución vaya en una dirección u otra:

  • Fisiológicos: son los relacionados con la genética, cualidades físicas, desarrollo del sistema nervioso, etc.
  •  
  • Psicológicos: estabilidad emocional, capacidad de socializar, afectividad, etc.
  • Medioambientales: ambientes socioculturales, impulsos, alimentación, etc.

2.1. Infancia

Esta primera etapa abarca los años iniciales de la vida de un sujeto y en donde se producen variaciones arduas y bruscas en la capacidad de asimilación, maduración y autonomía de las funciones biológicas y psicológicas. La infancia se define como el período vital comenzado al nacer hasta el momento de la posesión de la independencia en las actividades básicas. Es un período controvertido por su gran dependencia al ser humano maduro hasta el momento en que se consideren con la capacidad autónoma suficiente.

La evolución del menor se da de una forma paralela en diferentes aspectos, sin embargo no se da con la misma velocidad en todas ellas (lenguaje, física, cognición, psicosocial). Las etapas en las que se fragmenta la evolución se vinculan de muy cerca con la edad y son caracterizadas por ejercicios y prácticas vividas y adquisiciones de evolución en todas las áreas.

El traspaso exitoso de una etapa a otra dependerá de las prácticas y victorias conseguidas de manera satisfactoria. Las preocupaciones que no se resuelvan en una fase darán lugar a complejidades en la posterior. Un gran número de evoluciones logradas dependerán de la calidad interrelacional, sobre todo con las personas encargadas de atenderles. La aparición de fuertes preocupaciones a lo largo de estas etapas se relaciona con un posible perjuicio en el ámbito escolar del infantil. Por esto, la cualidades físicas y mentales del infantil, además de las demográficas y psicosociales del espacio que le rodean, además de un ámbito de seguridad y activación son causas de fundamento en la evolución. De esta forma, se precisa el rescate dentro de la infancia de las distintas fases dentro de esta etapa.

2.1.1. Etapas del ciclo vital

De 0 a 3 años

La fase de maternaje (primer año de vida) se caracteriza por ser la más vulnerable y dependiente a un sujeto maduro encargado de cubrir los requisitos mínimos. Estas son: temperatura, sueño, nutrición, seguridad, atención, etc. Las exigencias de emoción son: afecto, fricción física, emoción, sentirse escuchado y amado. La activación tiene que efectuarse mediante el ejercicio corpóreo y las habilidades de cognición.

La infancia inicial (de 1 a 3 años) está caracterizada por la exigencia de ejercicio físico, así como el aprovechamiento del entorno social y físico, conectado a la precisión de entender lo que le rodea y el requerimiento de reconocerse parte de una sociedad en la que colabora, fomentando su buena autoestima. Esta fase se divide en dos etapas:

  • De 0 a 12 meses: la evolución del infantil es veloz y presenta un gran número de habilidades y cualidades. La evolución física conlleva el control de la testa y el movimiento de la postura bípeda. También, el pequeño inicia su conciencia del entorno y a conformar sentimientos de protección y fe en el resto.
  • De 12 meses a 24 meses: esta fase está caracterizada por la asimilación de competencia que posibilitan al pequeño la comunicación con lo que le rodea culminando con la capacidad de desarrollar el lenguaje. El infantil inicia la búsqueda de su propia independencia y a ser parte de ejercicios conectados con la vestimenta, nutrición, baño, etc.
  • Dos y tres años: en este período, el pequeño adquiere su movilidad sin problemas en el espacio que le rodea, se relaciona con los elementos y sujetos y procura buscar su autonomía. Se inicia una evolución en el ámbito físico-motor. Se iniciar un procedimiento innato de asimilación de las reglas sociales que se relaciona con el requerimiento de adaptabilidad, conocimiento social e interacción.

De 3 a 6 años

Se crea la precisión de relación en una aglomeración de las mismas características (juego de asociación), se interiorizan las reglas esenciales y comienza la principal influencia mediática. En esta fase, el pequeño muestra competencias y asimilaciones direccionadas en su autonomía en el hogar y crear relaciones con las personas de su edad y sujetos encargados de su educación. Esta fase está caracterizada por la evolución del individuo y de autonomía, el reconocimiento propio y afecto hacia los familiares. El extravío o fragmentación de los padres en esta fase es posible que perdure en el futuro en lo referente a la identidad del niño.

De 6 a 10 años

La integración del individuo en el colegio, siendo esta la segunda aportación más relevante después de la familia), significa la delegación de una serie de requerimientos como la alimentación, seguridad, educación, socialización, juego, etc. En esta fase, el infantil participa íntegramente en su educación y asimilación de conceptos, relación con el resto y colaboración en las decisiones, independencia, etc.

2.2. Adolescencia

Los ejercicios y prácticas más importante de esa fase son: búsqueda de la identidad y capacidades de su persona, minoración de la autonomía familia y, por tanto, la consecución del individualismo; conexión con el resto de personas con las mismas características, búsqueda de su sexualidad, etc. La evolución sana y corriente simboliza, en esta fase,aquello relacionado con los impulsos, emociones, peleas en torno a su autoridad, etc. La adolescencia es una etapa que suele durar entre 5 y 6 años. Además, es posible diferenciar diferentes períodos dentro de esta fase caracterizados por variaciones psicológicas, morfológicas y de comportamiento. También, se produce el asentamiento de la personalidad y las variaciones en la sociedad:

  • Pubertad: etapa en la que se crean variaciones físicas más visibles y que determinan la evolución del adolescente, logrando su propia madurez sexual.
  • Adolescencia inicial: finaliza en los 17 años aunque hay algunos autores que la concluyen dos años antes. Es una fase caracterizada por variaciones del aspecto y el comienzo de luchas psicológicas. El niño muestra su indecisión y ambivalencia sobre la separación de sus padres y elige la relación con los de sus mismas características. Se alcanza el egocentrismo y la búsqueda moral de sus progenitores y sujetos autoritarios.
  •  Adolescencia final de los 17 años: algunos autores creen que finaliza a los 18 años. Es una etapa que concluye donde se produce una fuerte distancia con los progenitores. El sujeto comienza la búsqueda e imitación de los mayores como forma de manifestación social. Es una fase caracterizada por la socialización con personas de diferentes sexo y ejercicios colectivos en detrimento de esa busca de la identidad y reconocimiento social.

Determinados autores creen que más tarde surge la conocida fase de juventud, la cual se caracteriza por la actuación de un joven autónomo, independiente y con la capacidad de insertar su figura con la identidad social y personalidad. Los deseos sociales se vinculan más con individuos que con agrupaciones. El comportamiento clásico en esta etapa es la manifestación de desequilibrio e inseguridad.

2.3. Madurez

Esta fase suele comenzar alrededor de los 20 hasta los 25. A pesar de ello, aparecen distinciones en cada sujeto debido a que no siempre coincide la edad mental y social. Así, la madurez se organiza en tres fases:

  • Adultez temprana (de los 20 a los 30-35 años): está caracterizada principalmente por variante en la vida familiar y personal del sujeto: primer oficio, asentamiento laboral, matrimonio, etc.
  • Adultez media (de los 30-35 a los 55-60): está caracterizada por un fuerte rendimiento: colabora en la evolución personal de sus descendientes, busca éxitos laborales, sociales, sexuales, etc.; se acepta con naturalidad la variación física y se adapta a ellos.
  •  
  • Adultez tardía (de los 55-60 a los 65 años): está caracterizada por el acoplamiento del individuo y los requisitos frente a la vivencia del envejecimiento, separándose del entorno laboral y adentrándose en lo denominado como tercera edad.

2.4. Senectud

Esta es la última etapa de la vida de una persona y está caracterizada especialmente por la aparición variaciones físicas de gran notoriedad, además de psicológicos y en el ámbito social. Todo esto se analizará y explicará con más atención en los epígrafes posteriores a este.

PUNTO 3. CONDUCTA

La conducta es aquello que va referido a la actuación expresada que se produce a consecuencia de una respuesta tras un impulso determinado. Esta actuación inserta, y se ve influida, por el pensamiento, la movilidad física, las réplicas correspondientes a la emoción, etc. Es preciso abordar en estos aspectos el comportamiento de las personas, las costumbres, actitudes, circunstancias, y distinciones del propio sujeto.

El comportamiento de una persona esta regida principalmente por unos principios determinados. Esto se debe a que en el momento del nacimiento, las personas adquieren unas características de conducta naturales que se desarrollarán ante determinados impulsos propios.

3.1. Principios del comportamiento

  • Causalidad: toda actitud está supeditada a un origen. En ciertas circunstancias, el sujeto muestra un comportamiento u otro. Así, el motivo de una actitud determinado se encuentra en los actuaciones anteriores a la misma.
  • Motivación: todo comportamiento es motivado por alguna circunstancia.
  • Finalidad: las personas buscan en todo momento un objetivo en la actitud y, con esto, la conducta admite su interpretación.

PUNTO 4. PROCESOS COGNITIVOS, MOTIVACIÓN Y EMOCIÓN

Se conoce como procesos cognitivos aquellas misiones mentales más fuertes (procedimientos psíquicas) que se dan en el cerebro, las cuales propician la asimilación de la información, recogida de saberes, proyectos, etc. Algunos de estos son:

4.1. Pensamiento

Es el empleo de teorías o conocimientos mentales en sustitución de elementos. Así, se produce una relación entre dichos términos, estructurándolos por fases y modalidades más extensas. En el interior de este procedimiento de cognición es preciso distinguir entre pensamiento, imagen mental y lenguaje. La imagen mental hace referencia a la exposición mental de un objeto o una circunstancia, al tiempo que el lengua es la manifestación de aquello que se piensa.

El pensamiento se desarrolla en el momento en que nacemos hasta la fase adulta. Se ubican, también, diferentes fases de maduración, o sea, aparece anteriormente un pensamiento mágico, primitivo, en el que los sujetos se basan en referencia a los parecidos debido a que no poseen la capacidad de sacar conceptos o pensamientos. A continuación, el individuo muestra una idea determinada en la que se emplean y conectan elementos asistentes (en caso de no ser percibido, se entiende que no se encuentra). Finalmente, el grado de mayor madurez en el pensamiento, el pensamiento abstracto, es con el que se consigue ejercer con pensamiento o términos que no admiten una referencia en la actualidad, por ejemplo, justicia, moralidad, belleza, etc. Las variaciones en el pensamiento se catalogan en relación a la continuación, la parte que lo contiene y la figura que presenta:

  • Variaciones del contenido:

             – Pensamiento delirante: un delirio es un pensamiento o juicio de lo real falseado y que admite las peculiaridades que se muestran a continuación:

               a) Convencimiento de realidad por parte del sujeto a pesar de que no sea demostrable.

               b) Incontrastable con la lógica, no permite influencia por las prácticas experimentadas y consideraciones no refutables.

               c) No admiten corrección.

               d) Inviabilidad de que aquello que el individuo imagina es traducible al mundo real.

Hay varias clases de ideas delirantes: megalomanías (el individuo piensa que tiene competencias especiales), de seguimiento (el sujeto cree que pretenden hacerle daño y van tras él), de envidia (cree que su pareja mantiene relaciones con otro ser humano), etc.

  • Variación del curso:

          – Variación por superabundancia: la ida de pensamientos va referida al incremento de la creación de ideas que se muestran desconectadas y propicia el salto veloz de un asunto a otro (etapa maníaca).

          – Variación por defecto: existe minoración en la creación de ideas; el pensamiento y la capacidad de comunicación minoran (inhibición en el pensar característico de la ansiedad).

         – Variación de continuación: por normal general el pensamiento se encuentra esparcido, surgen interrupciones en el mismo, el procedimiento habitual es bloqueado de forma súbita y se bloquea sin justificación alguna. Estas paralización se conocen como esquizofrenia.

4.2. Atención

Si es posible asimilar la información es precisa cierta clase de elección de impulsos. Este procedimiento de elección acerca de la información se conoce como atención. Se trata de un procedimiento de cognición con carácter de selección que cambia en relación a las circunstancias y ejercicios que realizan los sujetos.

Las variaciones son agrupables en relación a las modificaciones de las tres peculiaridades que conforman la atención:

  • Perspicacia de la atención (selectiva o concentrada): se refiere al vigor y cualidad con la que es seleccionada un elemento concreto, sin distraerse por impulsos ajenos.
  • Constancia (atención permanente): la habilidad para conservar atenta la vigilancia a lo largo de un lapso alargado luchando contra el cansancio.
  • Amoldamiento: va referido a la extensión del ámbito que estimula al que atiende un individuo. Con esto, existen diferentes variaciones:

          – Distrabilidad (hipoproxesia): el individuo no está capacitado para mantener vigilancia. Está caracterizado por una permanente oscilación de la vigilancia de un impulso a otro. Hay una escasez de perspicacia y constancia.

          – Hiperproxesia: el individuo está atento a cualquier cosa que le rodea, ocurre una variante continua en el centro de atención y se desplaza de un impulso a otro

          – Cansancio: fatiga veloz en la atención.

4.3. Lenguaje

Es la organización de símbolos que posibilita una comunicación arraigada por pensamientos y términos. Paralelamente, se propicia la creación y prosperidad de los mismo. El lenguaje admite su variación oral o escrita.

El lenguaje se integra por tres grados o elementos lingüísticos:

  • Grado fonológico: compuesto por los fonemas que son los elementos más pequeños del sonido.
  • Grado gramatical: compuesto por morfemas, elementos mínimos integrados por significado.
  • Grado semántico: se refiere al significado de los términos.

Las variaciones propias del lenguaje, o sea, se refieren a los grados que son perjudicados. De esta forma, se encuentran los especificados a continuación:

  • Afasias (ineptitud ante el lenguaje): perjudicarán a la creación del lenguaje o entendimiento de este.
  • Parafasias: se refieren al reemplazo o a un morfema concreto o a un término por otro (dama, en lugar de cama, o silla en la posición de cama, respectivamente).
  • Agrafia: ineptitud de manifestación escrita.
  • Ecolalia: reiteración de los términos oídos anteriormente.
  •  
  • Agramatismo: simplificación en la generación sintáctica de las oraciones.

4.4. Memoria

Se refiere a la habilidad de asimilación, captación y recogida de términos o circunstancias. Luria define este proceso cognitivo como la impresión, paralización y desarrollo de las marcas de la práctica adquirida previamente que posibilita al individuo la opción de aglomerar datos y contabilizar con las señales de dicha práctica previa tras la extinción de las causas que la provocaron.

Se trata de procedimiento que acepta que el sujeto haga empleo del total de datos y prácticas asimiladas sobre su entorno. El método de recuerdo es complicado y no se conoce la manera fisiológica en que se produce el almacenaje de los datos. El procedimiento del recuerdo está compuesto por diferentes fases:

  • Inserción de los datos.
  • Registro y conservación: codificación y estructuración de los datos para su almacenamiento y subsiguiente recogida.
  • Partida lúcida de los datos.

Hay muchas clases de memorias: explícita, implícita, episódica, semántica, de procesos, inmediata, de trabajo, etc. En este manual se describirán específicamente las que se consideran más relevantes: la memoria a corto y largo plazo. La memoria a corto plazo es una reserva delimitada, los datos se extravía o son procesados para guardarse en una zona más invariable. Se refiere a la habilidad de recuperar datos frescos y posee una habilidad de recogida más o menos siete elementos. Es aquella que se emplea a la hora de memorizar, por ejemplo, un número de teléfono determinado para, más tarde, ser marcado. Se estudia la posibilidad de que esta memoria pase finalmente a un almacén posterior donde la información permanece más tiempo, esta última es la que se conoce como memoria remota o a largo plazo gracias a la cual los sujetos tienen la posibilidad de trasladarse a acontecimientos alejados en el tiempo.

Las variaciones más importantes de la memoria son:

  • Amnesia de afianzamiento (anterógrada): en ésta, el individuo no está capacitado en la fijación de datos novedosos. La memoria a corto plazo está variada. Esta clase de variación es habitual en las etapas iniciales de las demencias, el sujeto está capacitado para rememorar actuaciones atrás en el tiempo pero no de hacer el mismo ejercicio con algo acontecido actualmente.
  •  
  • Amnesia de recuerdo o retrograda: con ella el individuo no está capacitado para recoger datos del pasado.

4.5. Motivación

Se trata del vigor del interior de un sujeto que ayuda al comportamiento del ser humano en la búsqueda de la complacencia. A pesar de existir una gran cantidad de teorías acerca de este ámbito, en este capítulo recogeremos la catalogación jerarquizada de la pirámide compuesta por Maslow, donde se muestra una clasificación de las precisiones en cinco consideraciones. Esta categorización está en el interior de la Teoría de la Personalidad de Maslow, donde se entiende que los requerimientos se ubican catalogados de una forma sistemática en relación a una determinación biológica y a través de la que se propone que no surgirán necesidades posteriores hasta el momento en que no sean satisfechas las precisiones principales. Se trata de:

Image

  • Necesidades fisiológicas: alimentarse, beber, respirar, etc. Solamente cuando el sujeto tiene estas precisiones completadas se posibilita la opción de pasar al siguiente nivel.
  • Necesidades de seguridad: comprendidas como la defensa ante peligros de índole económica, física o psicosocial.
  • Necesidades de emoción e integración en agrupaciones concretas: en ella las conexiones de afiliación son fuertes: amor, amistad, etc. Actualmente se vive en un ámbito en el que aparecen ciertas desigualdades psicológicas propiciadas por los requerimientos que esta catalogación demanda.
  • Necesidades de celebridad y poderío, reconocimiento y estimación provenidas por otros individuos: la reputación adquiere una relevancia a destacar en la confrontación social del ser humano.
  • Necesidad de autorrealización: evolución de las habilidades que potencian a cada individuo.

4.6. Emoción

Las emociones son respuestas que se dan en el interior de los sujetos de un modo subjetivo frente a impulsos internos o externos (pensamientos o actos). Según diversos investigadores de este ámbito las emociones son un elemento principal de la existencia del ser humano que conforma su personalidad y modula su comportamiento.

La afectividad, por otro lado, se refiere a las actitudes y sentimientos que el sujeto crea dependiendo de la persona que se sitúa frente a el y de su entorno. Por esto, se precisa el subrayado de que la emoción es un sentimiento que surge como consecuencia a un determinado hecho y que posee un concreto correlato fisiológico.

Tiene una gran relevancia la distinción entre humor (sensibilización emocional) y emoción (contestación fugaz o no y de provocación superficial sencillamente reconocible). A pesar de sus conceptos, las dos poseen una misma relevancia psicológica, especialmente en el momento en que el condicionamiento se da en la zona interna del sujeto y tiene que ver con los procedimiento de cognición del ser humano.

PUNTO 5. EL PROCESO DE ENVEJECIMIENTO, ENFERMEDAD Y CONVALECENCIA

5.1. Envejecimiento

El envejecimiento es una evolución que no finaliza en ningún momento. La organización de la ciudadanía para las siguientes fases de la vida tiene ha de estar integrada en las políticas de la sociedad y acoger elementos físicos, psicológicos, culturales, de espíritu, religión, economía y diferentes géneros.

Referirse al envejecimiento se relaciona con el procedimiento enérgico que perjudica continuamente y de un modo invariable a cada uno de los seres vivos. Es una evolución que se inicia en el nacimiento, continua a lo largo de la vida y llega a su culmen con el fallecimiento. Se trata, de este modo, de una procedimiento innato, evolutivo, con variaciones y mutaciones que se dan a un grado biológico, social y psicológico. La vejez no siempre se relaciona con la fase de patología del ser humano aunque bien es cierto que normalmente una cosa conlleva a la otra.

La fase final del envejecimiento no se acuerda únicamente con unos años concretos puesto que la edad física también es importante a la hora de evaluar la vejez. Por esto, es preciso saber diferenciar dos conceptos que se relacionan: edad cronológica y edad fisiológica o biológica. La inicial se refiere a la edad del sujeto, o sea, los años que han pasado desde su concepción. La segunda va correspondida con el funcionamiento de nuestros órganos, o sea, se trata de una término fisiológico. La vejez es un proceso que varía mucho entre unas personas y otras debido a que no ocurre de la misma forma en cada uno de los seres humanos.

También, y debido a que la ciudadanía asume un rol determinado en cada una de sus etapas, es posible distinguir la denominada edad social. En ella, la vejez acaba regulándose con el inicio de la jubilación en torno al mundo laboral. El envejecimiento psicológico es resultado de una balanza compuesta por la consistencia y la variación, además del crecimiento y la decadencia. Hay ciertos cometidos que, llegados a una edad, adquieren mayor estabilidad (personalidad); en otros casos (inexistencia de dolencias) existen experimentos de evaluación durante la vida (conocimientos), y en otros decaen y son comportados de igual modo que la edad física (tiempo de respuesta).

Debido a la disparidad y falta de definición de las concepciones de esta etapa de la vida, es importante referirse a una edad funcional, comprendida como la acumulación de marcadores que posibilitan la predicción de una evolución hacia la vejez conveniente (menor variación y mayor consistencia). colocando al sujeto en un ambiente de muchas dimensiones de funciones biopsicosociales. Sería comprendida como la habilidad para conservar los papeles de la persona y la inserción del sujeto en una sociedad. Para esto es preciso conservar unos estatus lógicos de cualidad física y psicológica. Estamos, por tanto, ante la edad con capacidad de conceptuar el índole de una vida plagada de satisfacción y relacionado con un proceso hacia la vejez triunfal.

Así, no es posible concordar una exclusivo concepto relacionado a lo comprendido por envejecimiento sino que irá en relación a la mirada o teoría que estudie los parámetros que lo formen. Según Arriola Manchola (1997), esta evolución hacia la vejez se caracteriza por ser un constante procedimiento de evolución, oportunidades novedosas, interés y variaciones de perspectiva acerca de la vida que permiten que su prisma sea cada día más seductor.

5.2. Enfermedad y convalecencia

El término enfermedad es conceptuable, según Twaddle (1977) como la variación de las funciones del organismo dando lugar a una minoración de las habilidades o decrecimiento del logro de una vida corriente. La enfermedad va referida a la contestación del organismo frente a un elemento patógeno que crea un perjuicio en la función del organismo, variando de esta forma el estado saludable del individuo. Se puede recalcar la existencia de tres elementos que colaboran en la actividad de una enfermedad:

  • El agente que la crea.
  • El entorno.
  • El sujeto.

El elementos socioambientales y psicológicos cada persona influencian notablemente en la evolución de la misma, su impedimento y conservación del estado saludable. El procedimiento de una dolencia abarca diferentes etapas:

  • Inicio: en el momento en que se exhiben los síntomas iniciales incluyen así las dolencias que pudieran no ser manifiestas.
  • Evolución o etapa de estada: fase en la que se efectúa la diagnosis o se realiza una terapia.
  • Conclusión: se determina con la curación, cronificación o fallecimiento de la persona.

Cuando se obtiene una enfermedad, el sujeto está obligado a aceptar esta circunstancia novedosa y acoger en su día a día nuevas prácticas y emociones que no sufriría en caso de que la dolencia fuera inexistente. Una enfermedad supone para un sujeto:

  • Asimilar la aparición de un sufrimiento y sensaciones carentes de placer.
  • Reconocer al organismo como una parte vital del cuerpo conformando una simbiosis entre la imagen emocional y física que el sujeto tendrá de si mismo.
  • La dolencia efectúa que el sujeto reconozca la vulnerabilidad sobre su existencia.
  • Posiblemente la dolencia haga caer a dicha persona en la realidad de una posible muerte en algún momento de su existencia

Por otro lado, la convalecencia, es la etapa ocurrente entre el final de una enfermedad y el inicio de una salud corriente en el sujeto. Esta puede variar en el tiempo e índole en dependencia a la clase de dolencia y los elementos sociales y psicológicos de cada individuo.

PUNTO 6. CAMBIOS BIOPSICOSOCIALES. INCIDENCIAS EN LA CALIDAD DE VIDA

La evolución hacia la vejez es un procedimiento activo, innato, invariable e individual en el que se dan una serie de variaciones en la biología, psicología, cuerpo y relaciones sociales del sujeto. Paralelamente, es una evolución en la que se adentran gran parte de transformaciones del ambiente y del propio individuo que conforman la manera de llegar al envejecimiento, distinguiendo las variaciones corrientes (envejecimiento común) de esas que son aceptadas como insólitas (envejecimiento patológico).

Tiene que ver con la capacidad de distinción entre un envejecimiento corriente caracterizado por el paso de los años y otro compuesto por la existencia de patologías que hacen que la se precipite en el tiempo. El segundo puede prevenirse para alcanzar las fases finales de la existencia del ser humano en unas circunstancias óptimas desde un prisma social, psicológico y funcional.

A pesar que la evolución hacia la vejez sea un estudio con gran interés no se reconoce a día de hoy cuál es el procedimiento habitual por el que se produce, aunque sí es cierto que se han concretado una serie de elementos que influencian dicha evolución. Existen varias teorías acerca de este fenómeno, son:

  • Teoría endocrina: la evolución hacia la vejez propicia un gran extravío de secreciones hormonales, sobre todo sexuales, generando la decadencia orgánico y alcanzando el punto álgido en la vejez.
  • Teoría del reloj biológico o genética: la evolución caracterizada por el envejecimiento está caracterizada por una programación instaurada por los genes que determinan la velocidad de la misma. O sea, hay un gen del envejecimiento que activaría en cierto instante las variaciones de moléculas, células y sistemas aparentes en dicha evolución.
  • Teoría de los radicales libres: está basada en los procedimientos o respuestas químicas de oxidación-reducción de las células. El origen de esta evolución en declive es la consecuencia de las variaciones aglomeradas en concordancia con las respuestas químicas generadas en la zona interna. A lo largo de estas respuestas se generan los radicales libres, elementos tóxicos que perjudican las células y propician el envejecimiento. El compás de esta evolución estará en relación con la creación y reacción de las células ante los radicales libres.

Teniendo en cuenta una u otra teoría, siempre es cierto que a lo largo de esta evolución se produce una variación física observada como común.

Las variaciones generadas durante la evolución del ser humano comienzan en el instante del nacimiento y se visualizan en los primeros años. Estas variaciones cambian en unos sujetos u otros y se dan con una velocidad diferente en cada uno de ellos. También, es importante destacar que las variaciones del envejecimiento comienzan levemente para dar paso a una exteriorización tardía. El envejecimiento no conforma como tal una dolencia, a pesar de que puede conllevar un gran número de patologías. Es un procedimiento innnato en el que tiene que ver la herencia genética, forma de vida, ambiente, etc.

6.1. Cambios del envejecimiento

6.1.1. Piel

Relacionado con las variaciones físicas, una de las transformaciones más visualizables son las arrugas de la zona cutánea. Esta se convierte en una zona más tersa y con menor resistencia provocado por una minoración del colágeno (elemento más importante de la zona cutánea). Decrece de esta forma la grasa bajo la piel y la capacidad de retención de fluidos. De esta forma, la piel extravía su misión de protección y se comporta de un modo mucho menos protector frente a virus, perdiendo así su habilidad de contestación inmunológica. Las variaciones más resaltantes son el decrecimiento de melanina de los folículos pilosos en el cuero cabellos con el efecto de la creación de canas, conectado así, al extravío total del vello en el cuerpo. Sin embargo, en las mujeres se traduce con la aparición de este en el rostro. Minora además la sudoración y se incrementa el secamiento de la piel; hay una capacidad menor sobre la adaptabilidad a las variaciones de la atmósfera, especialmente a las temperaturas bajas.

6.1.2. Estructura de la cara y los ojos

En lo relativo a la organización del rostro, se extravía masa ósea, a raíz de ello, se visualiza notablemente la mandíbula. Las orejas y la nariz incrementan sus dimensiones provocado por el tegumento cartilaginoso; se extravía la habilidad del olfato y los pelillos crecen en cantidad y envergadura. Los párpados son más anchos, los ojos suelen ahondarse por el decrecimiento de la grasa orbitaria y sube el nivel de pigmentación en torno a estos por la acumulación de lípidos. La minoración de la dimensión de la pupila y se ralentiza la contestación ante la luz. Surge la presbicia o aparece una reducción ante la habilidad para focalizar elementos próximos, provocado por el extravío de la flexibilidad del cristalino y la habilidad de adaptación.

6.1.3. Oído

Con el tiempo, el oído interno y el nervio auditivo son perjudicados por la evolución misma de decadencia la cual genera un extravío en la habilidad auditiva para frecuencias elevadas (presbiacusia). En los sujetos de más edad, la presbiacusia hace más difícil la escucha de las consonantes, sin embargo, posibilita la audición del ruido del ambiente. Por esto, a veces, la comunicación llega a punto de incomprensión (oyen, pero no comprenden).

6.1.4. Boca

Habitualmente la zona bucal sufre un secamiento provocado por la minoración de las glándulas salivares. Esto genera un extravió en la sensación de sed. Es posible además que decrezca el sentido del gusto, el reflejo nauseoso pasa a ser menos pronunciado e incrementan las posibilidades de atragantarse; las piezas dentales suelen separarse y con asiduidad se adquiere un extravío en crecimiento de tales, adquiriendo también un oscurecimiento provocado por la ausencia de esmalte.

6.1.5. Composición corporal y sistema musculoesquelético

Surge una minoración de la masa muscular completa y se incrementa la grasa del cuerpo. Esta variación argumenta la simplicidad con la que ciertos sujetos de mucha edad muestran deshidratación, provocada en un gran grado por el extravío de agua y por el decrecimiento de la sensación de sed o también por la complejidad para la alimentación. De esta forma, también se dan variaciones en los músculos, huesos y articulaciones, todas ellas organizaciones encargadas del movimiento y de la complejidad para efectuar ejercicios cotidianos. Además se produce una confusión total de la masa ósea (osteoporosis) especialmente en las féminas; la estructura ósea adquiere mayor fragilidad y aparece una mayor tendencia a las roturas. En esta línea, y debido al acuñamiento de las vértebras, se crea el posicionamiento arqueado del sujeto entrado en la vejez. Otra consecuencia es la minoración de la altura pasado el medio siglo de vida, reduciéndose hasta 5 cm en los hombre y 3 en las mujeres, propiciado, mayoritariamente, por la conformación de pies más alisados. La disminución de la masa muscular y el fortalecimiento y corpulencia de los tendones menguan la vigorosidad, tono y rapidez de encogimiento. Esto propicia la acción ralentizada de la movilidad y la capacidad menguada de respuesta. De esta forma, la marcha obtiene variaciones provocadas por el incremento del cimiento de la sujeción y la minoración del braceo.

6.1.6. Aparato respiratorio

La disminución de la misión de los pulmones, en la evolución hacia la vejez, varía la habilidad de protección del pulmón debido a que se adquiere mayor vulnerabilidad. El movimiento de la cavidad torácica decrece con la delimitación de la extensión inspiratoria, provocado generalmente por el debilitamiento de los músculos, el arqueado y las variaciones de las articulaciones. Mengua además el reflejo de la tos, lo que se traduce en la disminución del reemplazo de aire inserto en el pulmón y, a raíz de ello, incrementa la creación de secreciones habiendo mayor complejidad para la expectoración. Es decir, la habilidad vital de inserción de aire, las dimensiones residuales de los pulmones y la consumición de oxígeno menguan por el aumento de la edad, todo ello provocado por las variaciones en la estructura del sistema respiratorio.

6.1.7. Aparato digestivo

Las transformaciones en el aparato digestivo son muy relevantes. Existen complejidades para que se efectúen los procedimientos digestivos y de supresión. Normalmente, el paso de los alimentos va más lento, hay menos asimilación de las sustancias que producen habitualmente estreñimiento. El hígado mengua sus dimensiones, el flujo sanguíneo se reduce y varía el metabolismo hepático de ciertos elementos. Las formas de vida (dietas con escasas fibras, disminución de asimilación de fluidos, etc.), el extravío de habilidades sensoriales (gusto y olfato especialmente) y la desconexión social (si vives solo te alimentas peor) incrementa la posibilidad de poseer desórdenes en la digestión.

6.1.8. Aparato circulatorio

Se crean una gran cantidad de variantes en los tegumentos y misiones cardiacas. El corazón bombea menos cantidad de sangre y, de esta forma, los tegumentos reciben menos oxígeno. Por esto, en las actividad físicas, se produce más cansancio de una forma más rápida. Las arterias y los vasos sanguíneos son más anchos, compactos y menos flexibles dando como consecuencia una fluidez de la sangre más dificultosa e incrementando la tensión arterial.

6.1.9. Sistema excretor

La misión efectiva de los riñones es reducida con el paso del tiempo. El principal problema es el extravío de masa renal y la cantidad de nefronas. De esta forma, hay un menor número de sustancias capacitadas en la filtración, excreción y reabsorción. En este sentido, los procedimientos son menos veloces. Los liquidos, por tanto, se acumulan. Esto adquiere una gran relevancia puesto que muchos medicamentos son suprimidos por este camino, y sus grados sanguíneos admiten la acumulación y potenciación del resultado, generando incluso contaminaciones. Los sujetos de más edad sufren en esta línea una disminución en los volúmenes de orina que se guarda en la vejiga, de esta forma, la cantidad postmiccional aumenta y el requerimiento de orinar se producen más frecuentemente.

6.1.10. Sistema nervioso

El cerebro recibe grandes variaciones en la morfología y función provocados por el envejecimiento. Sin embargo, ninguno de los dos intercepta la funcionalidad habitual del sujeto.

6.1.11. Cambios psicológicos

El envejecimiento de las misiones de cognición cambian de un sujeto a otro, y está relacionado con la práctica a lo largo de la vida, del entorno cultural y del grado de inteligencia. Según una mirada psicológica, lo más resaltable y temido por los individuos de más edad son los errores en el recuerdo puesto que se relaciona de manera equivocada con el Alzheimer. Este miedo surge debido al desconocimiento de que en esta edad se producen transformaciones habituales con la función cognitiva. En este sentido, es posible concretar que en la mirada cognitiva hay una ralentización universal de la funcionalidad mental. También existe un extravío en el recuerdo a corto plazo además de una minoración en la habilidad para aprender, la cual se relaciona con la reducción en la vigilancia y la memoria fijada.

En lo referente a las variaciones psicológicas de personal, no aparece una transformación fuerte y consistente relacionada con esta etapa, sin embargo, la cualidad que conforman la personalidad de cada sujeto admiten mayor acusación con el paso del tiempo. O sea, el envejecimiento es una traducción simultánea a la forma de vida. Conforme el sujeto sufre su envejecimiento, practica un incremento de situaciones de extravíos reales o subjetivos que perjudican cada una de las áreas, propiciando una disminución del entramado social de forma gradual.

El procedimiento hacia la vejez no se da de manera inconexa, sino que evoluciona en el interior de un ámbito social en el que los valores, creencias o actitudes influencian en el comportamiento y asimilación de los mismos sujetos. El individuo se pregunta por primera vez acerca de su persona en busca de una contestación a dichos mitos, prejuicios y concepciones falsas sobre la misma evolución hacia la vejez, algo que la misma sociedad no se pregunta generando un posible daño en el autoconcepto.

6.1.12. Cambios sociales

La función del individuo entrado en la vejez en la sociedad contemporánea es alterado en todo momento. Las variaciones en la sociedad que se generan en esta etapa tienen que ver con las mutaciones en el papel de los sujetos de más edad, los cuales son estudiados desde dos puntos de visa: la variación del papel de cada uno de los individuos y la mutación de dicho papel dentro de una agrupación concreta en la sociedad.

La fuerte transformación experimentada por este tipo de personas se da en la jubilación. La capacidad de adaptarse a una circunstancia novedosa propiciado por la complejidad que conlleva desligarse de un entorno laboral que, a día de hoy, conforman los valores cotidianos del ejercicio del ser humano. Aquí, las relaciones sociales empiezan a desaparecer, del mismo modo que la economía de cada uno de los insertos en esta fase. Esta adaptación se explica siguiendo diferentes teorías. Estas son algunas de ellas:

  • Teoría de la desvinculación: argumenta que a lo largo del envejecimiento el sujeto sufre la experiencia paulatina de la de acción del desligado de la sociedad, además de una decaída con la relación con el entorno, especialmente en sociedad contemporáneas.
  • Teoría de la actividad: sugiere que para que el sujete logre un envejecimiento exitoso es preciso realizar ejercicios novedosos o conservar las efectuadas previamente a su jubilación.
  • Teoría de la continuidad: siguiendo esta teoría, las variaciones creadas a lo largo de la vejez se dan en relación a la adaptabilidad que cada sujeto posee con respecto a esta fase.

La preocupación del quedarse solo en estas personas está conecta normalmente al fallecimiento de la pareja. Con la despedida del cónyuge, se ven reducidas sus relaciones e ingresos. Es importante destacar que esta separación social es uno de los principales problemas para la salud mental y física del ser humano.

Los mitos y prejuicios sociales sobre estos individuos perjudican a un envejecimiento exitoso y molestan a una idónea integración de estos individuos en nuevos grupos relacionados con su circunstancia social. La sociedad en la que nos encontramos, caracterizada por un consumismo extremo, trae consigo como consecuencia esta dificulta de adaptación de la vejez a la sociedad. Sin embargo, parece importante recordar la importante de este grupo en la ciudadanía. Aquí, entra en juego el empleo de las redes sociales, cada vez más usadas por este colectivo y que ayudan a la vivencia de un modo positivo de la vejez. Se evita así, la soledad y la separación de la sociedad.

El envejecimiento transforma el rol que el sujeto ejerce dentro de una población y en la propia familia. Así, las relaciones entre el sujeto anciano y sus descendientes tienen un antes y un después. En primer lugar el anciano es autónomo y no muestra problemas de salud. Más tarde,surge la necesidad de una dependencia y preocupaciones saludables. En el primer caso el anciano colabora con la familia, ejerce asistencias en la vivienda y cuida de los nietos. Su papel como abuelo se hace necesario debido a una sociedad dinámica con horarios variados donde los más pequeños necesitan de una figura adulta que, en muchos casos, corresponde a ellos mismos. Como consecuencia de ello, los ancianos se sientes realizados y conservan un buen estado de la salud.

En el momento en que aparecen las preocupaciones saludables, el individuo de más edad recibe dicha asistencia y varía su papel. De cuidador a cuidado. De esta forma, su relevancia dentro de la familia cambia y se resta. Es entonces cuando se inicia la experimentación de emociones de aislamiento, soledad, refutación o inutilidad.

Así, y teniendo en cuenta que el envejecimiento no es una enfermedad, los mayores participan en una sociedad (en la forma en que estén capacitados) dependiendo de diversos factores, como las percepciones que ellos mismo poseen sobre sus habilidad, y el conocimiento que adquieren en torno a las opciones que se les muestran para participar y colaborar. Es, por tanto, el conocimiento de los aspectos en los que tienen la opción de ayudar, generando un sentimiento de valoración positiva por su actuación.

La calidad de vida como término conectado a la salud muestra un aspecto de muchos factores. La preocupación más fuerte se encuentra en el reconocimiento de estos factores y la relevancia otorgada a cada uno de ellos. Normalmente, el prototipo más extenso abarca cuatro parámetros prioritarios que estudian distintos elementos:

  • La disposición física del individuo (habilidades físicas, independencia, etc.).
  • Sensaciones del cuerpo (resultados de traumatismos, indicios, o consecuencias de los procesos de terapia, sufrimientos, etc.).
  • Disponibilidad psicológica (depresión, ansiedad, emoción, etc.).
  • Las interacción social y su relación con el medio ambiente más cercano.

Definir el término calidad de vida no es una misión sencilla. Esta podría ser la conexión de las relaciones entre los requisitos objetivos de vida y ciertas variaciones subjetivas y personales, que poseen como consecuencia un grado concreto de éxito y sensación agradable en ellos. En los sujetos de más edad las transformaciones biopsicosociales que encuentran en el envejecimiento tienen la opción de trascender de una forma prioritaria en la sensación subjetiva y en la estimación real de su calidad de vida.

A pesar de que en el momento en que las transformaciones explicadas previamente poseen la probabilidad de dar lugar a consecuencias psicológicas y sociales, las imperfecciones de sensación en la visión y audición influencian negativamente a la integración de los mismos en la sociedad. El conjunto de variaciones fisiológicas ayuda a la evolución de disposiciones de ansiedad o depresiones, falta de adaptación al entorno, sentimiento de no autorrealización y la ya conocida soledad y separación social, haciendo un especial inciso en la capacidad del ejercicio intelectual en estos sujetos.

PUNTO 7. EVOLUCIÓN DEL ENTORNO SOCIOAFECTIVO Y DE LA SEXUALIDAD DE LA PERSONA MAYOR

En relación a lo explicado anteriormente es lógico que reconocer que el todo lo que rodea social y emocionalmente al individuo sufra transformaciones.

La sexualidad es un aspecto objetivo en cada una de las edades que, como otros casos, se modifica y progresa durante la vida en sus distintas fases. La sexualidad es vivida con la intención de adquirir complacencia y gusto, y se relaciona con las relaciones metapersonales o con otros sujetos, siendo a su vez un modo de interacción. Se trata de algo biológico, sin embargo, la sexualidad es, sobre todo, la evolución del individuo siguiente unas reglas dentro de una sociedad determinada.

Las variaciones psicológicas, sociales y físicas experimentadas en la última etapa de la vida suponen una nueva forma en que dichos sujetos disfrutan de su sexualidad. Estas variaciones comienzan de un modo paulatino en torno a los 30 y 40 años aunque son notablemente más reconocidos a partir de los 60 años.

  • Cambios fisiológicos en el hombre:

           – Reducción en la creación de espera y de la generación de testosterona (lo que supone a veces una reducción de la líbido, irritación, extravió de fuerza sexual, etc.).

          – Erecciones más tardías creación de volumen de semen eyaculado menor con orgasmos de menos intensidad.

          – Disminución de la fortaleza muscular a lo largo de la relación sexual.

  • Cambios fisiológicos en la mujer:

         – Decrecimiento y extravío de la flexibilidad de la vagina.

         – Reducción de la lubricación vaginal.

         – Disminución del volumen de los pechos.

Los análisis efectuados en poblaciones de gran tamaño dan lugar a la conclusión de que, en esta fase, el deseo y disposición sexual se conserva, incluyendo la propia actividad del sexo. A pesar de ello, es importante recalcar que son motivaciones psicosociales aquellas que perjudican en mayor grado este ejercicio:

  • Inexistencia de pareja sexual como resultado social.
  • Relaciones sexuales habituales o conflictivas.
  • El comportamiento de la sociedad es habitualmente negativo frente al conocimiento de que estos individuos estén interesados en tener sexo.

Es decir, la sexualidad habitual alcanza un nivel superior, no únicamente el propio acto. De esta forma, pretender conservar el ejercicio sexual en esta fase es posible y saludable y conlleva también cariño, compañía, fricción física, autorrealización y aumento de la autoestima.

PUNTO 8. NECESIDADES ESPECIALES DE ATENCIÓN Y APOYO INTEGRAL

La vigilancia completa que se otorga a las personas con dependencia, en referencia a sus precisiones, abarca un total de ejercicios, atenciones y ayudas que dan lugar a la una sensación agradable en los requerimientos y peticiones psicosociales. Los objetivos planteados son, a grandes rasgos:

  • Conservar al sujeto en dependencia en el hogar y con su entorno típico todo el tiempo que se pueda.
  • Ayudar a su colaboración en la sociedad, entretenimiento y tiempo libre para realizar actividades.
  • Evaluar variantes de coexistencia para aquellos que no tengan la posibilidad de quedarse en la vivienda.
  • Ejercer actividades de asistencia social.

El nivel de dependencia que muestre el individuo sirve para reconocer la asistencia que precisa, de esta forma, se necesita saber cuáles son los factores que más perjudican o limitan al sujeto. Además, es conveniente catalogar estas limitaciones en físicas, cognitivas o sensoriales sabiendo sobre todo que la mejor asistencia no se traduce en una constante ayuda, sino que ha de efectuarse simplemente en el momento en que lo precisa.

8.1. Grados y niveles de dependencia

8.1.1. Situación de dependencia leve-moderada

  • Afección física y/o sensorial: en relación a un nivel menos alto de dependencia, la asistencia que se precise se efectuará de una forma puntualizada. Así, las colaboraciones técnicas son realmente eficientes para que el sujeto posea un alto grado de independencia en su propio hogar. Una de estas ayudas es la emocional que posee una gran relevante en el momento en que se observa un desperfecto físico aunque todavía se mantienen las habilidades en el grado cognitivo. Normalmente, con esta asistencia la autoestima se deteriora puesto que el propio sujeto atendido es consciente de su estado y de las consecuencias del mismo. Por esto, es primordial facilitad la manifestación de emociones, miedos y mostrar cariño real y respeto hacia estas personas.
  • Afección cognitiva: Los individuos que muestran variaciones cognoscitivas, aunque no mantengan habilidades en su totalidad, están capacitados en el reconocimiento de sus asistentes y de la sociedad que forma parte de su entorno más cercano. Su juicio está contaminado y por eso necesitan ayuda y consejo a la hora de decidir en determinadas situaciones. Se necesita ejercer determinadas habilidades con la intención de conservar aquellas que aún mantiene para enlentecer el desperfecto cognitivo.

8.1.2. Situación de dependencia severa

  • Afección física y/o sensorial: la asistencia total del cuidador no es aún necesitada. A pesar de ello, es precisa una gran colaboración en comparación con la circunstancia explicada anteriormente. Estos individuos poseen fuertes complejidades para realizar los ejercicios del día a día en el hogar. Es por esto por lo que los elementos de asistencia ayudarán a un ejercicio del cuidado mejorado. La ayuda psicológica y emocional tiene una importancia destacable, especialmente en el caso de que el anciano mantenga intactas ciertas habilidades mentales. Es aquí cuando se necesita una serie de recursos (económicos, sociales, ocio) para adecuar el sujeto a su circunstancia. Un individuo con conocimiento y activo de un modo cognitivo es un individuo con un alto grado de autoestima y bienestar.
  • Afección cognitiva: la asistencia que necesitará el sujeto en estas circunstancias es mayor que la argumentada en el punto precedente. Esto se debe a que la actual admite cierta alteración, en diversos niveles, que perjudica su habilidad a la hora de tomar decisiones, recordar y realizar ejercicios del día a día. De esta forma, se necesita de un modo más constante la ayuda de un cuidador. Bien es cierto que es importante intentar que el sujeto atendido realice las actividades por su propia cuenta, manteniendo siempre una vigilancia en el mismo, estimulando así la independencia del mismo. En caso de que las habilidades de comunicación no estén deterioradas se precisa la continua activación y refuerzo, sino, se intentará localizar sistemas comunicativos de alternación.

8.1.3. Gran dependencia

  • Afección física y/o sensorial: aquí, el sujeto ya necesita una atención total y continuada para lograr la supervivencia realizar todas las actividades del día a día.
  • Afección cognitiva: se produce una variabilidad de cada una de las habilidades cognitivas y graves preocupaciones en la comunicación. La asistencia ha de estar dirigida en el reemplazo de insuficiencias mentales motivado por la incapacidad de la toma de decisiones. A raíz de ello, el cuidador será totalmente preciso. Es muy relevante además que se cuide el entorno emocional y dedicarle el tiempo que se requiera a este aspecto.

 

PUNTO 9. CALIDAD DE VIDA, APOYO Y AUTODETERMINACIÓN EN LA PERSONA MAYOR

Esta definición de calidad de vida es entendida según los estudiosos en relación a tres parámetros claramente distinguidos:

  • El grado de dependencia que muestran y, por tanto, el nivel de asistencia que necesitan al llevar a cabo los ejercicios del día a día.
  • Las expectativas adquiridas en conexión con la asistencia que quieren acoger y la que se les ofrece.
  • La vigilancia y colaboración recibida por parte de sus asistentes informales.

Wehmeyer ha definido la autodeterminación como la acción de ejercer como agente causal del día a día de una persona y realizar seleccionar y acoger decisiones en relación a la calidad de vida de uno mismo, sin interrupción alguna o con influjos externos innecesarios. De acuerdo a este concepto, la asistencia que el sujeto requiere es, de esta forma, aquella que fortalezca las capacidad, habilidades y convicciones que le posibiliten la conservación de una conducta de independencia. De esta forma, se precisa reconocer que la calidad de vida de los sujetos en la vejez y de los individuos dependientes se componga de unos factores idénticos con los de una persona sin estas características.

La calidad de vida buscada en la vigilancia a estas persona incrementa a modo que se les posibilita la participación en hechos que perjudican su vida, lo que les da la opción la asimilación e inserción total en el ambiente de su comunidad. En relación con lo explicado anteriormente, en la ayuda en la independencia de estos sujetos por parte del asistente se ha de tener en cuenta los aspectos que se detallan a continuación:

  • Simplificar la capacidad de iniciativa del dependiente además de activa su colaboración con todos los ejercicios importantes de su día a día.
  • Saber cuáles son los intereses y prioridades del dependiente, haciendo una distinción entre lo deseado y lo precisado.
  • Colaborar en el ejercicio de que las actividades efectuadas se basen en el punto anterior.
  • Colaborar en promover objetivos personales.
  • Impulsar la autonomía del sujeto en un ambiente de interdependencia.
  • Colaborar en el beneficio del individuo en torno a la regulación de su comportamiento y la relación con el resto de personas.
  • Ayudar y simplificar el hecho de que el sujeto se muestre autorrealizado, seguro, acepte sus metas y busque el éxito, etc.

PUNTO 10. CONCEPTOS FUNDAMENTALES, CARACTERÍSTICAS Y NECESIDADES EN ENFERMEDAD Y CONVALECENCIA

En este apartado se hablará acerca de las cualidades de los sujetos patológicos y las probables respuestas consecuentes de sus dolencias. El desarrollo de una enfermedad precisa de una asimilación a una circunstancia novedosa que interfiere en distintas etapas:

  • Sorpresa, puesto que la dolencia es concebida como algo insospechado a pesar de que existiera cierta intuición.
  • Frustración y sentimientos de ira y enojo por las probables delimitaciones que la propia enfermedad origina, además de la movilidad a hospital que propicia.
  • Resignación ante lo que no se puede evitar.
  • Aceptación y asunción de los efectos.

La evolución para adaptarse a una enfermedad es diferente en unos sujetos u otros y no en todos los momentos es seguido. A veces, puede ser que en relación a una determinada dolencia y de la disposición de esa persona en el instante en que sucede pueda traducirse en frustraciones. A pesar de la gran cantidad de enfermedades y pacientes existentes existe una diferenciación clásica de las clases de sujetos atendidos: paciente con enfermedad aguda, con enfermedad crónica y con enfermedad terminal. Cada paciente con sus peculiaridades y precisiones propias. Hay respuestas que son más habituales en cada una de las clases de sujetos atendidos. Emociones y sentimientos propiciados por la dolencia y que se resumen en la siguiente enumeración:

  • Miedo.
  • Angustia.
  • Rabia.
  • Agresividad.
  • Ansiedad.

Estas contestaciones se condiciones por diferentes causas como la clase de dolencia, prácticas vividas con anterioridad, consecuencias en el día a día, peculiaridades personales del sujeto, recursos para afrontar la enfermedad, etc. En el momento en que un sujeto se muestra en una circunstancia desagradable para si mismo emplea, a modo de protección, distintas practicas de seguridad como una réplica automatizada inconsciente ante circunstancias de conflicto. Algunas son:

  • Negación: el sujeto atendido se comporta sin aceptar la dolencia actuando de modo natural. No colabora con la terapia.
  • Regresión: el sujeto acoge comportamiento de estadios previos como la etapa infantil, capricho, o demanda de cariños.
  • Defensa maníaca: el enfermo expresa alegría frente a una dolencia, la intranquilidad se convierte en excitación al no reconocer la circunstancia en la que se encuentra.
  • Racionalización: el enfermo pretende entender la circunstancia en la que se encuentra y emplea la razón para preservar las emociones que esta situación le provoca.

Hay, en este sentido, ciertas peculiaridades habituales, en un mayor o menor nivel, en cada uno de los sujetos que sufren una dolencia:

  • Dolor o incomodidad psicológica o física.
  • Depresión o angustia.
  • Desorientación.
  • Sensación de no ser capaz.
  • Sentimiento vulnerable.
  • Hipersensibilidad.
  • Sentimiento de indefensa.
  • Miedo provocado por diferentes razones: la misma dolencia y sus efectos; el sufrimiento, las pruebas a las que es sometido, etc.

Las atenciones que se precisan estarán en dependencia de la clase de dolencia o dependencia que muestre el enfermo. Cada circunstancia y las peculiaridades mismas del sujeto precisan distintos requerimientos. A pesar de esto, es posible determinar ciertos aspectos generales habituales en los sujetos con dependencia. Las clases de que se refieren a la atención de los sujetos con necesidad de dependencia son determinadas por tres ejes, o sea, tres esferas prioritarias que se encuentran en los individuos. Estas son:

  • Necesidades físicas: tal y como Maslow describe, estas precisiones se refieren a aquellas que son básicas como la nutrición, baño, y atenciones del cuerpo (movilidad fisioterapéutica, desplazamiento, organización de los medicamentos, etc.). En un gran número de ocasiones, las colaboraciones materiales (elementos de asistencia) obtienen una misión primordial puesto que incrementan la calidad de vida del sujeto y perfeccionan su independencia y autorrealización.
  • Necesidades psicológicas: están relacionadas con la promoción de la independencia y autorrealización para la habilidad de elegir, con la evolución personal (ociosa y profesional), con el empleo idóneo de las circunstancias que ocurren en el día a día, requerimientos de afección, amor, etc.
  •  
  • Necesidades sociales: se refiere a la necesidad de relacionarse. Amigos, compañeros de trabajo, empleo de recursos públicos o asociaciones, etc. O sea, va en relación a la perfección de capacidades en el ámbito social para impulsar ejercicios laborales, culturales y de entretenimiento. Persigue lograr la conformación de estas necesidades para lograr un desarrollo total del propio ser.

9.1. Características, necesidades y convalecencia de los pacientes con enfermedad aguda

Las dolencias leves son preocupaciones saludables que son resueltas de un modo rápida con asistencia o terapia. Se trata de procedimiento de inicio instantáneo y de escasa perdurabilidad pese a que son fuerte y poco agradables. La dolencia leve también permite una clasificación en la clase de pacientes a los que perjudica. Por un lado los ambulatorios que no precisan un ingreso y son curados en su vivienda y por otro aquellos que si necesitan ser hospitalizados. De esta forma, es importante destacar que el proceso de convalecencia vivido en el ambiente familiar es mucho menos drástico y veloz, y necesita de la complacencia de una serie de precisiones y cuidados:

  • Eludir siempre el pesimismo y la depresión del sujeto atendido.
  • Ayudar a la independencia.
  • Otorgar elementos de distracción.
  • Es preciso continuar, siempre, las señales especificadas por el doctor en lo referente a la nutrición, desplazamiento y toma de medicamentos.

9.2. Características, necesidades y convalecencia de los pacientes con enfermedad crónica

La dolencia crónica es un desorden orgánico o funcional que posee mayor duración y, por tanto, precisa de una terapia que pretenda el perfeccionamiento de la calidad de vida del sujeto y eluda, siempre que se pueda, la evolución del procedimiento patológico. Motivado por el tiempo de la afectación, los sujetos con dolencia crónica precisan la transformación de su forma de vida, adaptándose y asimilando procedimientos novedosos de cuidado personal puesto que la dolencia posee el riesgo de precisar un nivel de dependencia mayor a lo estipulado anteriormente.

También, es necesario realizar una atención de un modo específico a los probables miedos que ataquen a la propia persona a raíz de la convalecencia: extravío de la independencia, separación social, entorno laboral, recursos económicos, etc. Aquel individuo que interioriza su enfermedad crónica muestra unas características específicas. Estamos hablando de unas dolencias que supeditan, en cierto grado, el día a día del sujeto y que necesitan de una adaptabilidad de tal circunstancia novedosa. El sujeto que otorga atenciones y ayuda a este enfermo dependiente ha de saber las peculiaridades de estas personas para hacer de su actividad un ejercicio más acomodado. La diagnosis de una dolencia crónica es una circunstancia que perjudica en cierta medida determinados factores y propicia desórdenes en algunos ámbitos como:

  • Nivel personal:

          – Incomodidad física y emocional.

          – Variaciones en los patrones sexuales.

          – Extravío de la autonomía.

          – Variaciones en la jerarquía de valores y filosofía de la vida.

          – Transformaciones en la imagen del enfermo.

          – Emoción referente a la impotencia y desesperación.

          – Temor a lo irreconocible.

          – Contestación aliadas con la depresión, negación y violencia.

  • Nivel familiar:

          – Extravío de la balanza que sustenta a una familia.

         – Variaciones en el papel del resto de los familiares.

          – Aislamiento del entorno correspondiente a la familia.

          – Preocupación en torno a la relación comunicacional con la familia.

  • Nivel social:

           – Separación social.

           – Variación en el grado socioeconómico.

           – Modificación en el empleo del tiempo libre.

           – Variables en torno a la figura que el resto de personas poseen acerca a un sujeto con cierta dolencia crónica.

Frente a esta circunstancia novedosa, el sujeto asimila una reacción de muy diferentes comportamientos, en relación, sobre todo, a su peculiaridades personales y de las de todo lo que le rodea. Existen, así, otras reacciones a destacar:

  • Desconfianza: puesto que manifiestan aspectos dudosos acerca de los fármacos y dietas que le aconsejan.
  • Manipulación: emplean los sentimientos y su posicionamiento de fragilidad para conseguir que se logre su deseo a pesar de las prescripciones médicas o profesionales.

9.3. Características, necesidades y convalecencia de los pacientes con enfermedad terminal

El sujeto terminal es ese que posee un diagnóstico de una enfermedad mortal, que muestra una dolencia en una evolución casi final, sin curación y en progresión. En estos enfermos la terapia ha de encaminarse en relación a la pretensión del menor dolor posible, intentar perfeccionar su calidad de vida y, especialmente, asegurar un futuro fallecimiento digno. Debido a que el fallecimiento es tan próximo, el enfermo tiene que conocer su estado pasando así por determinadas etapas:

9.3.1. Etapas de los pacientes con enfermedad terminal

  • Negación: a modo de protección frente a la información negativa acerca de la enfermedad, se permite esta fase para aceptar paulatinamente la circunstancia novedosa.
  • Ira: el sujeto atendido cambia la etapa anterior por sensaciones de cólera, rabiosas, hostiles, y hace una descarga violenta acerca del medio ambiente que le rodea.
  • Negociación: varía su estado por un acuerdo o esperando que ocurra alguna situación fenomenal o extraña que proceda a su curación. Normalmente estos contratos suelen darse de un modo religioso o yendo a curanderos, etc.
  • Depresión: en el momento en que el enfermo no se siente capacitado para hacer una negación ante lo evidente, calma sus emociones de rabia y comprende que el proceso de negociación no surte efecto. Es ahí cuando comienza la etapa depresiva frente a lo que se está perdiendo y lo que está por venir.
  • Aceptación: después de la lucha interna ante el fallecimiento de su persona, procede a su aceptación con tranquilidad y mansedumbre.

O sea, las dolencias suelen conllevar a variantes, transformaciones que necesitan ser atendidas para agradar los requerimientos que dicha circunstancia provoque. Se trata de experiencias reales, implícitas, explícitas o subjetivas. Se necesita así hacer una atención especial a la autoestima del paciente y todas aquellas variaciones en su estado de ánimo, sus interacciones y los nuevos papeles que acepta a raíz de la enfermedad. Finalmente, se necesita y es innegable la colaboración real ante el paciente con la intención de promocionar y conservar su autonomía e independencia.